1 de Agosto 2008

La belleza II

Parece dificil encontrar acuerdo acerca de la belleza de un objeto. Cada uno mirará el objeto desde diferentes perspectivas y encontrará detalles singulares que los demás no serán capaces de apreciar. Incluso con los objetos que disfrutan de un acuerdo unánime acerca de su belleza, ocurre que si preguntas a cualquiera por qué lo considera bello, posiblemente no sabrá explicarlo.
Más importante que ponerse de acuerdo, más importante que saber por qué algo es bello para nuestros ojos, es conservar, entrenar y mantener en forma nuestra capacidad de ver la Belleza. No sólo la belleza fácil de un cuerpo bonito o de una obra artística, sino la belleza más cotidiana y oculta de lo sencillo, de las cosas que pasan desapercibidas al ojo poco entrenado, de lo efímero, de lo cercano, de lo que ocurre todos los días y está ahí, delante, para nosotros.
Según Kafka, conservar esa capacidad era el mejor método para no envejecer. O lo que es lo mismo, perder esa capacidad es el primer síntoma de nuestro envejecimiento.


"La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del hombre que la mira" (Lin Yutang)

Escrito por odyseo a las 12:52 PM | Comentarios (7)

23 de Julio 2008

Hombres y mujeres de provecho

Comportarse con decoro, sentar la cabeza, asumir la responsabilidad, ser discreto, sentir pundonor, ser humildes hasta el extremo de no admitir las propias virtudes, autocontrolarse, sentir vergüenza, pudor, culpa, miedo...
Nuestra educación, fielmente dirigida por nuestros padres desde la casa, por los curas desde el púlpito y nuestros maestros desde la escuela, se ha encargado de inocular soterradamente el veneno mencionado en forma de valores deseables. Valores que actúan como cadenas, eslabones que nos mantienen sometidos al dictado de quienes controlan el poder social. Todo buen ciudadano debería cumplir sus dictados para que la sociedad (no un ente abstracto y sin forma, sino el concreto, el del grupo humano que te rodea) le acepte como miembro del grupo con todas sus ventajas y privilegios. Si no, lo que le espera a ese sujeto antisocial es el anatema, el castigo, la sanción, la indiferencia, el estigma, la crítica, el aislamiento, la mirada torcida, el gesto agrio, el dedo señalador, el insulto, cualquiera de las mil formas que tiene el grupo para hacer valer su miseria moral por encima del individuo disidente.
Mantener esos valores ayuda al poder (de los poderosos). Los padres, que solo quieren el bien para sus hijos como todo el mundo sabe, si no hacen dejación de funciones, asumirán esos valores como propios y procurarán, en forma de consejos o admoniciones, que sus hijos los asuman de igual manera: nos enseñarán a ser rigurosos, disciplinados, serios, "hombres y mujeres de provecho". ¿De provecho para quién?
Nadie nos animará a ser soñadores. Ningún adulto que se precie de pertenecer al grupo social nos invitará a soñar, a ser transgresores, a ser creadores, seres originales, a ser poetas de la vida. Pero si tenemos la fortuna de habernos encontrado a una de esas personas en algún momento de la vida, coincidiremos que eso fue lo mejor que nos pudo pasar.

Escrito por odyseo a las 12:27 PM | Comentarios (2)

1 de Julio 2008

¿Por qué es tan larga la palabra abreviatura?

Hoy en mi estado de ánimo podemos encontrar cielos parcialmente nubosos con posibilidad de precipitaciones débiles. Eso se traduce en marejada a fuerte marejada a la altura del mar de alborán que yo lo tengo como en la latitud de la cabeza.
Estoy vivo y esto es verdad fuera de cualquier tipo de maximalismo fanático. Hay quien dice que incluso ronco, lo que no deja de ser una clara muestra de masculina humanidad. Y para muchos eso sería suficiente. Pero a mí a veces me duele. Supongo que tiene que ver con el hecho de que estar vivo va acompañado de una consustancial ingratitud. A fuerza de ver todos los días el sol olvidamos que existe.
Transitamos la noche con la ignorancia del que no sabe y se pregunta, se pregunta constantemente por las cosas y sus razones. La vieja noche del alma, del hombre, animal incesante que interroga.
Se ciernen nubes de evolución que seguramente traerán tormenta. Navego sobre las ondulaciones de la horas, arriba y abajo aunque parezca que su movimiento me adelanta al viento y sus pesares. Mi tiempo de hoy va a la deriva. La iluminación de un solo rayo me basta y me consuela.
Me gustaría explicar la belleza y necesito encontrarle explicación.
Tal vez mañana encuentre algo más que abreviaturas.

Escrito por odyseo a las 8:44 PM | Comentarios (4)

24 de Junio 2008

Vengo de un viaje

Un viaje es la vida. Un viaje es un trayecto dentro de un viaje mayor que es la vida. Todo lo que es la vida lo podemos encontrar en un trayecto de un viaje: los encuentros, las sorpresas, las malas noticias, el placer, la ilusión, la desesperación... El viaje te ofrece oportunidad de encuentros ricos y de desencuentros terribles. Por tu ojo atento pasarán miles de seres con sus vidas cargadas a la espalda, seres asomados a sus propias miradas, colgados de su sonrisa y marcados por sus cicatrices.
Vengo de un viaje, un pequeño y hermoso viaje, dentro del otro viaje mayor. Ha sido oportunidad de charlas sosegadas y placenteras, de miradas cómplices y risas demoledoras, de tiempos de soledad y de momentos de agradable cansancio. He compartido mesa frugal e inspiradoras bebidas, instantes fecundos de descubrimiento del otro, de tierna apertura a lo desconocido.
Quedan, como testigos intangibles, la noche, una música, un tranquilo patio, el viejo casino de un pueblo perdido y las calles de mil lugares visitados.
Vengo de un viaje siempre distinto.

Escrito por odyseo a las 11:27 AM | Comentarios (14)

13 de Junio 2008

Ya huele a vacaciones

Nos vamos, en principio por unos días, de medio vacaciones. Se trata de probar por si nos gusta y decidimos prolongar el experimento. Los que tenemos problemas de adicción es que le cogemos gusto a todo enseguida. De entrada nos vamos de viaje, como no podía ser menos. Dejamos el país y lo dejamos como lo dejamos: con los transportistas cabreados, los usuarios cabreados, con el PP a navajazo limpio, con los obispos esperando a echar cuentas para ver si les llega el dinero para seguir maltratando o tienen que ponerse a pedir por las esquinas o a la puerta de las iglesias, con el PSOE y el Gobierno desaparecidos (que digo yo que igual es que también están ellos de vacaciones), con la Selección española esperando para dar el espectáculo (el de siempre, no se hagan ilusiones), con las Olimpiadas a la vuelta de la esquina y el verano que no se acaba de decidir. Y si ni siquiera el verano está asegurado, ¿qué puede estar seguro? Pues los atascos, la subida de precios, la masificación playera, la canción del verano y poco más.
Les dejo a la espera de nuevos boletines de información. Mientras tanto, sean buenos (y buenas)

Escrito por odyseo a las 1:57 PM | Comentarios (4)

5 de Junio 2008

Para ser grande...

"Para ser grande, sé entero: nada
te exagera o excluye.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que haces.
Así en cada lago la luna toda
brilla, porque alta vive".

Poesía de Ricardo Reis (1933) reproducida sobre una placa de piedra en el claustro del Monasterio de los Jerónimos de Lisboa.

Escrito por odyseo a las 9:15 PM | Comentarios (4)

26 de Mayo 2008

La memoria de un náufrago

Casi siempre las palabras son un torpe instrumento para decir lo que realmente uno quiere. Pasan los años y la vida nos va dando una forma cada vez más perdida. Estamos y somos seres perdidos, los unos en los otros, iguales a las sombras, deambulando sin rumbo en lo que llamamos nuestro camino y con suerte se abrirá alguna vez un claro para ver la luz, una luz involuntaria, solo un instante en el que seremos felices. Después todo habrá sido. Silencio, como de domingo por la tarde. Las montañas azules que fueron nuestro eterno horizonte vital parecerán más cercanas o desapareceran definitivamernte mientras pensamos el mar. Nos creemos nosotros mismos si estamos a solas. Sentimos solo ese cansancio dulce instalado en las venas. Pesados, como lágrimas que ruedan amargas hacia el suelo, inevitablemente, para devolvernos el recuerdo de unos sueños perdidos y rotos, tentativas varadas en la playa como viejos naufragios de unos sentimientos limpios y dignos.

Escrito por odyseo a las 3:09 PM | Comentarios (11)

13 de Mayo 2008

Eternidad

Decidí abandonar cuando quizás ya era demasiado tarde. No bastó con arrojar las ropas y saltar al agua, cruzar a nado la punta de los acantilados y regresar a tierra firme pero en otra playa. No bastó que me dieran por muerto y que sintieran la pesadumbre de mi pérdida durante una semana. Sí, ahora mi nombre está sobre una lápida y en las esquelas de un periódico local. Dejé atrás una vida insulsa de prisas, preocupaciones administrativas y ambiciones funcionariales, unos hijos que buscarán no repetir mi historia y un médico al que impúdicamente durante los últimos años le tuve que contar mis dolores.
Todo eso lo dejé atrás. Ya son sólo estampas de un album de fotos igual al de todos, estampas como la de aquel primer amor que murió prematuramente en un accidente o aquel otro que pasó por delante y lo agarré y me destrozó el corazón en dos miradas. Eso es la vida contada de manera generosa. Ahora simplemente dejo pasar el tiempo mientras me seco al sol en otra playa. No veo a nadie a mi alrededor ni siento el cuerpo, no huelo ni oigo nada, no tengo manos para alcanzar a tocar algo, ni hay un algo a lo que tocar. Esto debe ser la eternidad.

Escrito por odyseo a las 8:07 PM | Comentarios (14)

15 de Abril 2008

Cenizas

Somos seres asustados caminando a oscuras, con temor a salirnos del camino que tenemos marcado. Miramos pero apenas vemos. Miramos pero casi nunca a los ojos, solo al suelo, a la sombra que no es el objeto sino solo una forma arrastrada y deformada de él. Llevamos la cabeza llena de ruido y lo llamamos pensamientos; vamos a gatas, a ciegas, heridos de silencio y soledad, huyendo siempre de nuestro propio abismo, ocultándolo en un halo de misterio que no existe. Somos, pero somos una mera copia que se compara a otras copias que caminan a nuestro lado. Somos y no somos nada ni nadie, miramos sin ver, sentimos sin saber qué sentimos. Ruido, mucho ruido, atronador ruido que oculta un silencio aun más atroz, un silencio impreciso, negro, que va dentro y pesa y a veces ruge hasta enloquecernos o hasta dejarnos abatidos, con las alas rotas, la mirada perdida y el aliento frío. Abandonados en lo inhóspito de una vida sin sentido, sin dioses ni más consuelos que el saberse limitados por una fecha que pone fin a tan descabellado proyecto, rotos, grises, muertos que aun palpitan y tienen rastros de sentimientos entre las uñas, anhelantes de una paz definitiva, blanca, de la nada hacia la nada y, en medio, un solo instante, fugaz, vibrante, líquido, definitivo.
Seres rotos de razón, ingrávidos de historia sin rumbo fijo, cuerpos que se aman y se odian simultáneamente, a bocados, sin respiración ni meta, solitarios que fingen su condición en medio de un universo vacío donde ya no cuentan las patrias sino el sueño, el sueño gozoso, placentero, sin control que te insufla vida donde siempre has estado muerto. Dormir, morir, soñar. Cenizas.

Escrito por odyseo a las 8:45 PM | Comentarios (8)

4 de Abril 2008

Opciones

"Había envejecido como un trozo de carne que se pudre en el estante de la despensa, sin la experiencia de la vida". Así se expresaba William Burroughs para referirse a la vida burguesa de la mayoría de nosotros. Tenemos una sola vida, nacemos con la fecha de caducidad ya puesta en el reverso y, aunque a veces hagamos como que se nos olvida, no hay mayor verdad que la de que algún día tenemos que morir.
Ante ese destino caben muchas opciones, pero substancialmente se resumen en dos: decidimos arriesgar u optamos por conservar, es decir o somos artistas o somos conservadores de museo. El artista es el que arriesga y se equivoca y vuelve a intentarlo por otro camino, de otra forma, y avanza un paso o dos y retrocede otros tantos o uno menos, y se estrella y se rompe y se vuelve a recomponer pero ahora de otra manera. El conservador de museo elige siempre lo menos arriesgado, la estabilidad sin cambios, es el que huye de toda situación crítica, del conflicto y se refugia en una temperatura y grado de humedad estables, fijos, no cambiantes. Cada uno de nosotros elige ser una cosa o la otra.
Desde el momento en que le tenemos miedo a morir, elegimos ya la opción de una vida lo más larga posible. Una vida llena de cuidados, preventivos, paliativos, curativos. Una vida tranquila, estable, sin cambios, sin mayores riesgos que el de saltarse de vez en cuando los niveles de azúcar o colesterol. Una vida para sacar nota, conseguir un mínimo y simple objetivo, profesional o académico, personal o familiar, social, y detenerse ahí, en ese momento, para procurar prolongarlo o conservarlo el mayor tiempo posible. Casi nadie elige una vida arriesgada, intensa o llena de excesos, porque eso implica cambios, riesgos, desequilibrio, aunque, es cierto, procura un nivel de satisfacción y autenticidad mayor.
Tenemos una vida y la sacrificamos por conservarla el mayor tiempo posible. La valoramos más que la propia vida y elegimos morirnos antes que morir. Morirnos en la rutina de la obra hecha, en vez del riesgo del "sin vivir".
Somos vulgares.

Escrito por odyseo a las 2:00 PM | Comentarios (13)

24 de Marzo 2008

Vidas desperdiciadas

Era tan torpe
que se pasó toda la vida
huyendo
de algo que no existía

Escrito por odyseo a las 8:05 PM | Comentarios (10)

22 de Enero 2008

Poema para un epitafio

Poema a un joven atleta moribundo

Cuando ganaste la gran carrera
el pueblo entero salió a aclamarte.
Jóvenes y ancianos te vitoreaban
mientras a hombros te llevábamos.

Sabio aquél que sabe escapar pronto
allí donde la gloria no perdura.
Pues aunque pronto crece el laurel
mucho antes que la rosa se marchita.

Pero tú no seguirás el camino
de aquellos que malgastaron su gloria.
Corredores cuya fama se extendió
aunque su nombre perduró menos que ellos.

Ante esa jóven cabeza laureada
contemplarán tu cuerpo inerte
y descubrirán entre los rizos de tu pelo
una guirnalda aún sin marchitar.

Alfred.E.Housman

Escrito por odyseo a las 10:13 PM | Comentarios (17)

28 de Diciembre 2007

En voz alta

No me apetece hacer otro balance del año que termina y menos, hacer otro compromiso con el año que estrenamos, más que lo que puedan decir estos dos hermosos poemas. Leedlos en voz alta, despacio, escuchando vuestra voz en cada sílaba:

Canto de alegrías

Oh, la alegría de un yo viril!
No ser esclavo de nadie, no deber deferencia a nadie, a ningún tirano conocido o desconocido, Marchar erguido, con pasos vivos y elásticos,
Mirar con mirada calmada o con ojos relampagueantes,
Hablar con una voz llena y sonora, que sale de un pecho robusto,
Poner frente a mi personalidad todas las otras personalidades de la tierra.

Oh, mientras yo viva, ser el rey de la vida, no su esclavo,
Afrontar la vida como un conquistador poderoso,
Sin cólera, sin hastío, sin quejas ni críticas desdeñosas,
Mostrar a estas leyes altivas de¡ aire, de¡ agua y del suelo, que mi alma interior es inexpugnable,
Y que ninguna cosa externa me dominará jamás.

Oh, luchar con otras fuerzas superiores, afrontar a los enemigos con intrepidez! ¡Hallarme enteramente solo con ellos, probar mi resistencia!
¡Contemplar la contienda, la tortura, la prisión, el odio popular cara a cara!
¡Subir al patíbulo, avanzar hacia la boca de los cañones con perfecta indolencia!
¡Ser verdaderamente un dios!
¡Oh, hacerme a la mar en un navío!
Abandonar esta intolerable tierra firme,
Abandonar la monótona uniformidad de las calles, de las aceras y de las casas, Abandonarte, oh tierra sólida e inmóvil, embarcarme en un navío,
Y, ¡navegar, navegar, navegar!

Walt Whitman


Venid amigos
No es tarde
para buscar un mundo muevo,
pues sueño con navegar
más allá del crepúsculo
y, aunque ya no tengamos
la fuerza que antaño
movió cielos y tierra,
somos lo que somos:
un mismo temple
de corazones heroicos
debilitados por el tiempo, pero
voluntariosos para luchar,
buscar y encontrar
y no rendirse.


Alfred Lord Tennyson


Para ti

Escrito por odyseo a las 1:11 PM | Comentarios (11)

20 de Diciembre 2007

Estar vivo II

Estar en la vida, sobre todo a determinadas edades, es como cuando uno se va de viaje y una vez en su destino se da cuenta de que lo único que desea es volver a casa y entonces se pregunta qué carajo hace allí y que quién le mandaría embarcarse en ese dichoso viaje. Y se levanta en el hotel al día siguiente y sigue sin encontrar razones para haber salido de su casa y estar allí, por muy bonito, limpio o agradable que pueda estar todo. Porque todo eso que le rodea es ajeno a él y a su mundo, es turístico, es decir, solo para gente de paso.
Pues eso es estar vivo: estar de paso en un mundo ajeno (agradable o no depende de la suerte que hayas tenido y de dónde te haya tocado desembarcar). Pasas unos días, disfrutas si puedes, sacas unas fotos de recuerdo, compras algún regalo, y vuelves a hacer la maleta para el trayecto de regreso. Solo que no sabes dónde has de regresar, ni siquiera sabes si hay regreso o solo compraste billete de ida. Da igual, acabarás en el mismo sitio que acaban todos porque ni siquiera aquí te sirve el "business class".
Visto lo visto, quizás sólo nos queda, más que preocuparnos de cómo vivir, dónde vivir o de qué vivir, preocuparnos de elegir bien dónde, en qué lugar de este mundo, queremos morir. Y, sobre todo, al lado de quién.

Escrito por odyseo a las 8:51 PM | Comentarios (13)

19 de Agosto 2007

Sobre las zarzas o el valor de la amistad

Aconsejaba Platón que no permitiéramos que creciera la zarza en el camino de la amistad, quizás a base de transitarlo con asiduidad, quizás a base de dejar tiempos de descanso en la siempre dificil convivencia. Lo cierto es que toda relación, (amistosa, amorosa, laboral, vecinal, familiar...) implica una dosis determinada de idealización y una dosis complementaria de realismo. La convivencia suele ser el caldo donde se vierten los ingredientes y se guisan hasta conseguir un alimento aceptable. En algunos casos, la convivencia te descubre en el otro aquello que desconocías y te hubiera gustado conocer, pero en la mayoría de los casos te descubre una altura menor de aquella en donde habías situado a la otra persona. Por eso funcionan tan bien las amistades o relaciones a distancia, de solo los fines de semana o por internet. Sin embargo, si conseguimos superar esas pequeñas dificultades y mantener por encima de todo el valor de la amistad o el afecto hacia el otro, la convivencia no resta, sino suma; fortalece el sentimiento y crea vínculos cada vez más intensos con el ser humano (imperfecto, no se nos puede olvidar) que tenemos enfrente o, mejor, a nuestro lado. Saber colocarse por encima de las menudencias que actúan como piedras en el camino, para continuar caminando, nos convierte en verdaderos humanos y nos hace más dignos del don de la amistad, porque nada hay más preciado ni existe riqueza que se le pueda comparar.

Escrito por odyseo a las 11:45 AM | Comentarios (19)

28 de Julio 2007

Cerrado por vacaciones

Aviso para nuestros queridos siete u ocho lectores:

Esta redacción permanecerá cerrada durante unos quince días por motivos vacacionales. No es que nos hayamos ganado el derecho a descansar, pero lo consideramos un deber inexcusable. Sentimos las molestias que podamos causaros en nuestra ausencia, casi tanto como las que os causamos con nuestra presencia. Intentad ser felices mientras tanto.

Siempre vuestros.

Escrito por odyseo a las 1:08 PM | Comentarios (14)

27 de Junio 2007

El cuerpo II

.... pero el cuerpo es nuestra más íntima morada, el vehículo íntimo que nos lleva y nos mueve, nos acelera y nos frena, nos situa en el espacio y en el tiempo. Amamos nuestros cuerpos o los destruimos, casi en la inconsciencia de lo que perdemos si lo abandonamos. Somos cuerpo y poco más. Pero ese cuerpo, que envejece y se cansa, es también el cuerpo que nos permite sentir y pensar, oir la música o contemplar el arte.
Y ese cuerpo del que nos enamoramos todos los días cuando despertamos a su lado, que se arruga o se estremece ante cualquier cambio, que suda y tiene pelos y granos y varices, es el mismo que porta a nuestro ser amado desde hace años y permite que nos acompañe en el camino de la vida. Por eso, la belleza cambia pero no se pierde. Se acrecienta, no por la arruga, sino por lo que esa arruga ha necesitado para producirse: millones de risas, enfados, preocupaciones, tensiones, placeres. El cuerpo envejece al tiempo que el ser que somos madura y crece. Y así ocurre con todos los hermosos seres queridos de nuestro alrededor. Y algún día ellos y nosotros volveremos a la tierra y alimentaremos nuevos cuerpos y nuevos seres en un ejercicio constante de bondad y justicia natural. No hay más, pero tampoco menos.

Escrito por odyseo a las 11:59 PM | Comentarios (5)

21 de Junio 2007

El cuerpo

El cuerpo, por feo o hermoso que parezca en determinados momentos y a determinados ojos, tiene fecha de caducidad. Tanto el cuerpo más voluptuoso y terso, como el más contrahecho y ridículo, el cuerpo del deseo y el del rechazo, todos cambian y envejecen. No hace mucho veíamos el cuerpo como una continua "ocasión para el goce" frente a otros cuerpos jóvenes y lustrosos como los nuestros, cuando casi de inmediato pasamos a sentir el cuerpo como una fuente inagotable de achaques y dolencias varias: un obstáculo casi insalvable para el transcurrir apacible de la existencia a partir de lo que el viejo Silvio llamaba "la edad media". Quizás tenga razón Andrés Trapiello cuando afirma que el cuerpo mejor cuanto menos se nota.
Mientras somos jóvenes vivimos incosncientes y plenos porque sabemos que si le mandamos al cuerpo acudir en nuestro socorro o a otorgarnos cualquier placer, el cuerpo acude presuroso y sumiso, obediente y sin dilación. En la edad madura, como nos señalaba Coetzee, todo es lento y nuestro cuerpo se contagia de esa lentitud hasta adormecerse, ralentizarse y demorarse para permitirnos recuperar el resuello. El cuerpo poco a poco se apodera de nuestra atención hasta reclamarla practicamente en su totalidad, no a través del goce ya, sino a través del dolor o la enfermedad. Cada vez se hace más presente e incómodo hasta el punto de que algunos días todo consiste en buscar acomodo en dicha incomodidad.
Y envejecen nuestros cuerpos y los de los seres que nos rodean y amamos. Aquellos cuerpos que amamos y deseamos y que se arrugan y agrietan inexorablemente mientras contemplamos a través de ellos nuestros recuerdos de los viejos tiempos. Así, amarse se convierte no solo en un ejercicio de perdón continuo, sino también de recuerdo e imaginación para encontrar a la persona que fuimos y a la persona que amamos en los entresijos del tiempo y la gravedad.

Escrito por odyseo a las 6:57 PM | Comentarios (23)

3 de Junio 2007

La casa del tiempo

Vivimos precipitadamente y no por ello de modo apasionado o apasionante. El tiempo nos traspasa sin que sepamos disfrutar ni de sus pericias ni de sus frutos. La prisa es solo miedo. Tememos ser temporales y todo nuestro afán dirige la mirada hacia un camino que nos permita huir del tiempo. Tememos por eso a la vida y su deambular y no permitimos que nos ocurra nada, para evitar así la implicación y el riesgo. Vivimos deprisa, cuando casi todo lo bello e importante de la vida exige demora. Nada sin demora merece la pena salvo la muerte. Consumir ansiosamente el tiempo no invita a la recreación, al placer sosegado que llamamos felicidad, a la implicación, a la emoción profunda, plena. Es urgente, pues, visitar la casa del tiempo, dejarnos inundar, zarandear, atravesar por sus ráfagas continuas, y permitirnos estar indefensos, ser efímeros, hermosamente desamparados y dispuestos a cambiar la mirada sobre las cosas, contemplando la corrupción que el tiempo introduce en todo lo vivo para mutarlo, cambiarlo, vivirlo y matarlo. Vivir reclama parsimonia, gozar la vida implica abandonarse a su fugacidad, mantener una calmada conversación con ella, cara a cara, con valentía, como preludio del abrazo o de la elegancia de un beso. Solo así nos puede ocurrir algo.

Escrito por odyseo a las 1:02 PM | Comentarios (15)

25 de Mayo 2007

Cuerpos gloriosos

Se visten con las mejores galas, lucen sus exuberantes cuerpos, insultan con su juventud, inundan con su desbordada alegría salpicada de efluvios etílicos, celebran por fin su ingreso en un nuevo mundo. Han terminado sus años escolares, han finalizado su infancia y sostienen en las manos unas calificaciones que les otorgan entrada al país de los sueños. Porque ellos están hechos de sueños. Piensan que ahora el mundo se ha de preparar porque ellos están destinados a comérselo. El éxito, la fama, la gloria están a su espera. No hay sitio ni para la mediocridad ni para el fracaso. Se sienten destinados a las mayores excelencias y bondades de la vida. La muerte no les alcanza ni se les arrima.
Bastantes años más tarde, con la resaca de su celebración sobre mis espaldas, contemplo sus cuerpos gloriosos, con nostalgia por lo que yo también soñé cuando tenía su edad, con dolor por el tiempo transcurrido y no siempre aprovechado y con envidia de lo que ya está perdido. Ahora vivo rodeado de vestigios de un pasado que se soñó y no se ha cumplido. Los sueños rotos se entremezclan con las experiencias y los fracasos. Quedan restos del naufragio que aun pueden servir. Quizás a otros que, como los de ayer, soñarán con el mejor de sus destinos. La vida se encargará de situarles. Lo malo es que casi nunca lo hará con dulzura.
Mientras tanto, sonrien y beben el vino de sus copas, gozan en su inocencia, brindan a la vida y estallan a través de sus risas felices a la espera de que algún dios les vuelva con el dedo a rozar.

Escrito por odyseo a las 11:38 AM | Comentarios (16)

17 de Mayo 2007

Instantes fecundos

Un día es la suma de miles de instantes, la mayor parte de los cuales despreciamos por rutinarios, por mecánicos o por sin sentido. Sin embargo, vale sólo un instante, fugaz y casi imperceptible, de alegría, de felicidad, de dolor o de tristeza, para que el día se transforme en algo distinto. Y al cabo de los años, nuestros recuerdos se parecen a un album de instantáneas donde se acumulan momentos cuya duración fue tan escasa como un segundo, pero el sentimiento que nos procuraron aun perdura en el fondo de nuestro corazón.
Quizás por eso me gusta tanto la fotografía, no solo la que puedo hacer yo, sino la fotografía de otros, antigua si es posible, porque recogen casi la totalidad real de aquellos pasados instantes, sonrisas que ya se perdieron, miradas que se posaron sobre otras miradas que quizás ya ni siquiera existen. Desde niño me ha impresionado contemplar entre mis manos una de esas fotografías antiguas, en las que podía ver, por ejemplo, a mi abuelo cuando tenía doce años, vestido junto al resto de su familia para la ocasión. Siempre me pregunté qué estaría pensando y sintiendo mi abuelo, con aquella edad, en aquel preciso momento en que mira al fotógrafo con la picardía y la inocencia de los doce años. ¿Imaginaría él todo lo que años más tarde le tocaría vivir? ¿Sería su vida después tan extraordinaria como soñaba en aquel momento?
Instantes.... míos o apropiados, inmensamente cotidianos y normales para quien los mira desde fuera, pero fecundos e inmensos para quien los guarda en su memoria. ¿Cuántos instantes de nuestras vidas han merecido una existencia entera? Quizás muchos nos acerquemos a la sensación que pudo tener el viejo califa cordobés que repasando su vida pasada, casi al borde la muerte, comprobó en su diario que sólo había apuntado catorce días como plenamente felices. Quizás parezcan poco, pero si realmente merecieron la pena...

Escrito por odyseo a las 8:16 PM | Comentarios (24)

17 de Abril 2007

Malversación

Me duele malversarme, malversarme de ser como si nada, perder, regalar minutos, segundos, horas, días y hasta semanas, a la nada, a una inconsciencia gratuita y dócil que nos engaña con su inocuidad aparente. Estoy, pero estoy como si nada, entre las cosas, a veces cómplice de la belleza que me atrae a su lecho y me adormece por siglos, a veces cómplice de la muerte que es el porvenir que me grita al oído que nada merece la pena.
Me desperdicio en el tiempo con mis interrogaciones, suntuosos pensamientos que ni siquiera me quitan el sueño. Regalo mi pulso a la vida sin que me de nada a cambio y creo vivir intensamente cuando apenas rozo el sentido de las cosas, la luz sin causa.
Solo soy dueño del tiempo y lo arrojo por la borda de un barco que se mece insatisfecho, que apenas se consuela en su vaivén.

Escrito por odyseo a las 6:59 PM | Comentarios (14)

30 de Marzo 2007

Mis oficios

... experto tocador de señoras... imaginador... donante de ideas.... pasante... gestor de utopías... especialista en seres extraños.. ingeniero de sueños imposibles.. experto en lencería femenina.... seguidor... tocador de huevos a tiempo parcial... enterrador de corazones rotos.. especialista en bajar montañas... simplificador de vidas ajenas... artista del sueño... entretenedor... paseador de señoras de la cuarentena... denominador de objetos extraños.. fotógrafo de interiores... imaginador.... cardiópata del amor... consejero con fines poco altruístas... exhibicionista emocional... retratista de almas....experto besador...paseante indisciplinado.... desayunista... especialista en actos furtivos durante festivales de canción religiosa....anarcodietista... sufragista del gremio de los osos hormigueros....amante compulsivo... silenciador... consejero delegado de empresas ruinosas..... mirador interiorista.....perito erótico ... comentarista de números circenses y de accidentes veniales... rigorista amoral.... propagador diletante.... descorseteador de senos abundantes... maleador de doncellas.... viajante de promesas incumplidas.... comercial de mentiras piadosas... cesante revolucionario.... director gerente de la sociedad contra el abandono de sueños imposibles.... restaurador de vírgenes... libertador de hormigas obreras... humidificador de jóvenes beatas.... escalador de pasiones.... abandonista de proyectos... rogador fiscal..... planeador... locutor de peleas conyugales.... administrador de bajos fondos... viceversador... clonador de billetes.. insultador de protones... encantador de mujeres casadas.... rompedor de secretos..... fumador de clases pasivas... topógrafo de lunares.... indocumentista.... espadachín.... aventurero... rupturador.... y consonentista.


P.D: pero ahora estoy de vacaciones

Escrito por odyseo a las 6:45 PM | Comentarios (16)

20 de Enero 2007

Extirpar ideas

He llegado a la infeliz conclusión de que resulta más fácil extirpar un riñón o la próstata, por poner por caso, que extirpar algunas ideas. Extirpar un órgano del cuerpo humano se está convirtiendo cada vez más, fruto de los avances en medicina, en una simple tarea de cambio de piezas y repuestos, similar a las que siempre en el peor momento tienes que hacerle a tu coche. Llegas al quirófano, te abren, cortan, suturan y listo. Una operación fácil y rápida que acaba con tu problema y a veces hasta con tu vida. Algunos, incluso, llegan a hacerse este tipo de operaciones de forma consciente y premeditada con objeto de venderle el riñón en cuestión a algún ricachón del primer mundo cansado de tanta diálisis que no le acaba de limpiar del todo su mala sangre.
Sin embargo, cuando se trata de extirpar alguna de esas ideas que nos duelen, nos hacen daño, nos provocan malestar y sentimientos negativos, la cosa cambia, porque entonces ni encuentras un cirujano que haga la operación por ti, ni encuentras suficiente anestesia que consiga paliar el dolor del proceso pre y post operatorio. Quizás, porque precisamente este tipo de operaciones de extirpación, al contrario que la otras, requiere retirar la anestesia previamente en vez de aplicarla.
Uno se aferra a sus órganos con normal cariño, pero a sus ideas, aunque sean dañinas o humillantes, negativas, perjudiciales o simplemente bastardas, uno se aferra como si la vida le fuera en ello. Prefieren algunos desprenderse de su corazón antes que de ese muñón neuronal instalado en el cerebro y que alimenta su envidia, su ira, su autodestrucción o la del vecino, el padre o la pareja. Dirán algunos que con lo que cuesta sentar la cabeza, como para que luego tengas que sanearla a base de aplicar el bisturí de la conciencia y la inteligencia a sus secreciones mentales. Pero, realmente, cuánto avanzaría la humanidad si tales extirpaciones se hiciesen de manera generalizada y con cargo a la Seguridad Social.

Escrito por odyseo a las 12:55 PM | Comentarios (22)

5 de Enero 2007

Hace falta valor

Hace falta mucho valor para dejarse amar en plenitud. A la mayoría nos da miedo acercarnos a una persona que nos ame plenamente, porque nos da miedo su entrega total, su sumisión a un plan generoso y gratuito para con nosotros. Huimos de esa experiencia de amor por vanidad y orgullo, por miedo y por cobardía. Si profundizamos un poco tras la capa de rencor, vanidad, soberbia y miedo que hay en el fondo de la mayoría de las desgracias y miserias humanas, encontraríamos a personas que no se han atrevido a aceptar el regalo del amor. Es mayor nuestro miedo al fracaso, el temor a que el otro descubra nuestros secretos. Pero nuestros secretos son siempre secretos a voces para quien sepa mirar: somos seres indefensos, débiles, dependientes, que necesitamos cualquier gesto de ternura para sobrevivir. No podemos vivir sin el amor desinteresado y gratuito, sin la caricia, el afecto, el abrazo, el cariño del otro.
Estamos así pillados entre dos fuegos: entre la necesidad de amor y el miedo al mismo. Porque amar significa entregar-se, y haciendo un gran esfuerzo podemos soltar y desprendernos de algunas de las que creíamos nuestras pertenencias, pero nos cuesta la vida misma desprendernos de nosotros mismos para regalarnos a los demás y a la vida. El miedo nos puede porque pensamos que no vamos a estar a la altura o que el otro no nos dará lo que necesitamos, pero eso implica ignorancia de lo que lo es realmente el amor, donde no hay trueques ni intercambios, ni comercio por justo que se quiera. El Amor es gratis total y en los tiempos que corren no hay nada de más valor que aquello que es gratis.

Escrito por odyseo a las 6:37 PM | Comentarios (21)

27 de Diciembre 2006

Una sola palabra

¿Con qué palabra te definirías?

 

Escrito por odyseo a las 12:54 PM | Comentarios (40)

2 de Diciembre 2006

Un simple guión

La vida es ese guión que aparece en la lápida, entre la fecha de nacimiento y la de la muerte. Al final las cuentas siempre cuadran y el balance positivo de nacimientos tiene que terminar cerrando a cero con el de los que han pasado a criar malvas. Por más que nos empeñemos en ocultarle a la señora de la guadaña las arrugas y otros signos que el tiempo va depositando en nuestro cuerpo con cada vez mayor ahínco, al final la lápida hay que cerrarla con todos los datos. El funcionario del cementerio no admite olvido ni corrección alguna. Podemos intentar ocultarnos a su vista, correr a los gimnasios, a las clínicas de adelgazamiento o a las de antiedad (como si se pudieran perder años como se pierden kilos), pero debemos convencernos de que además del dinero y el tiempo no perderemos ni un solo vagón del tren que se dirige hacia el final. En esto, las religiones son como los bancos: te conceden hipotecas a muy largo plazo y te prometen la vida eterna a un interés variable. Claro que las claúsulas son temibles, porque practicamente te impiden hacer todo lo poco que de placentero tiene la vida.
En fin, que quizás lo mejor sea tomarse la cosa cada vez menos en serio, empezando por uno mismo, aunque el guión te salga movido por la risa.

Escrito por odyseo a las 1:18 PM | Comentarios (13)

25 de Noviembre 2006

Ingenuos vanidosos

La Humanidad está poblada de ingenuos que pretendemos llegar a conocernos a nosotros mismos en algún instante impreciso y futuro. No es mal ideal ni se me ocurre mejor meta, pero desdichadamente estamos diseñados para no alcanzarlo, como nos advertía Goethe. Aun más, algunos pensamos que podemos llegar a comprender las obras del tiempo, cuando realmente él se limita a enterrar a sus muertos y guardar las llaves.
Nos penetra la vanidad hasta el punto de creer que la vida de los otros, nuestros vecinos y familiares, nuestros amigos y compañeros, son como pensamos que son. Pero lo cierto es que, tal y como nos llega la realidad de su existencia, contaminada por la nuestra, sus vidas no son películas de cine que pasan a veinticinco fotogramas por segundo en un argumento continuo y sin cortes delante de nuestra mirada. No, sus vidas, son trozos sueltos, fotografías en las que la acción no puede ser aprehendida, fragmentos de conversaciones rotas, músicas rotas, dispares, desconcertadas. Solo tenemos los instantes en que realmente estamos con el otro, ese cuya vida creemos conocer y al que exigimos que se comporte como desearíamos que fuera.
Nos podemos detener en contemplar esas fotografías, intentar imaginar los pensamientos y emociones de esos seres en ese preciso instante en que la máquina robó un aislado fotograma con apenas sentido. Podemos prestarle sonido y voz al silencio de la imagen capturada y jugar a ser detectives o directores de cine. Podemos crear mil finales diferentes, pero lo cierto es que ninguno se parecerá a lo que la vida les tenga preparado.

Escrito por odyseo a las 12:59 PM | Comentarios (9)

16 de Noviembre 2006

Vivir combatiéndose II

Continuando con la idea del post de hace unos días (Vivir combatiéndose I), otra opción es volver la mirada a la naturaleza, volver a nuestro origen y a nuestra esencia más animal, no como un ser embrutecido, sino con la mirada inteligente y emocionada que nos permita sentirla en toda su profundidad: sentir el leve sonido de las hojas que agita la brisa en una caída lenta de la tarde, apreciar el frescor del resencio a la caída de la noche y aspirar su aroma mezclado de flores y animales, de vida que se adormece y de vida que se despierta, y el sonido de ese grillo lejano que se recrea en su sinfonía monocorde y rompe el azul oscuro de la noche solo interrumpido por las estrellas...Aspirar el aire y entender su significado, mirar al cielo y conocer su gramática en movimiento, oler la tierra, saborear sus frutos, hundir las manos en ella y ungir el cuerpo con el agua que la humedece... Celebrar la naturaleza que nos rodea y que llevamos dentro porque somos parte de ella aunque se nos haya olvidado. Realizar el viaje de regreso a la gran casa materna, con la ceremoniosidad de un oferente religioso, sí religioso, aunque magníficamente pagano. Un paganismo inicial y sincero que nos retrotrae al utero planetario como especie y como individuos, despojados de lo artificial, de lo falso, de lo innecesario, como niños curiosos, despiertos, atentos a todo, admirados y sorprendidos, fascinados por un croar de la rana o por la fortaleza suave del junco. Volver, en definitiva a lo que los hombres y los dioses nos arrebataron. Recuperar nuestra esencia, la energía, las ganas y vivir, o morir, pero con la dignidad de un ser salvaje y auténtico.

Escrito por odyseo a las 8:55 PM | Comentarios (8)

11 de Noviembre 2006

Vivir combatiéndose

En algún momento de nuestra existencia, cuando nos miramos y ya no vemos la sonrisa pícara del adolescente que fuimos o la mirada arrogante del joven que quedó atrás, sentimos que el sutil hilo de la vida se nos está agotando, que queda poco para llegar al final del ovillo. Es entonces cuando uno se plantea miles de preguntas sobre el sentido de todo lo pasado, sin entretenerse mucho pues no es cuestión de perder el poco tiempo que te queda en disquisiciones sobre lo que fue y lo que no fue y pudo ser. Es entonces cuando debemos plantearnos qué hacer con el resto del hilo que lleva al final. Unos optan por acomodarse en un sueño plácido y autista que los aisle del peligro de reflexionar sobre su propia trascendencia. Otros, en cambio, parecen aprovechar esa especie de iluminación profética para hacer un último esfuerzo y correr aun más deprisa hacia la meta, aspirando a bocanadas frenéticas el aire que se mueve a su alrededor. Me recuerdan a los peces cuando se les saca del agua y saltan intentando salvarse de su lenta agonía.
Hay millones de opciones, pero hay una que a mí me tienta especialmente. Me la describía hace poco una amiga con muchos más años que yo: optar por la simplicidad, huir de todo lo artificial que nos rodea y que llevamos dentro como una enfermedad enquistada y oculta que solo se deja ver por sus síntomas (estres, angustia, prisa, ansiedad, vacío, depresión...).
Buscar la simplicidad para volvernos a sentir como en la infancia y reconciliarnos con nosotros mismos y la naturaleza, es decir, volver, de verdad, a la realidad, asumirla, disfrutarla y sentir la energía que se desprende de todo lo verdadero. Porque el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero, decía el viejo Oliveira. Buscar la simplicidad es un camino hacia la libertad y nos ayuda a desprendernos del artificio, del miedo y la desgana. Nos acerca a la verdad y la pasión, esa fuerza necesaria para vivir combatiéndose, la única manera en que la vida vale la pena, aunque duela.

Escrito por odyseo a las 11:39 AM | Comentarios (8)

14 de Agosto 2006

De sueños vive el hombre

Me voy de vacaciones. Me arriesgaré a coger un avión pese a que en el pasaje pueda viajar un perturbado (por la religión o cualquier otro alucinógeno de síntomas terroristas) y decida poner fin a mis viajes de forma radical. Me someteré a los dictados y manoseos de esos aprendices de torturadores que han colocado en los controles de los aeropuertos y, armado de infinita paciencia, no me acordaré de la familia de ninguno de ellos. Todo, porque creo que a mi vuelta, todo, y digo todo, habrá merecido la pena. Porque a mi regreso, allá en Septiembre, nuestros políticos habrán aprendido las lecciones necesarias para que el nuevo curso político no tengan que repetir asignatura. Posiblemente para ese entonces, el estatuto catalán ya habrá dejado de ser noticia y el implante neuronal de Acebes habrá surtido su efecto. Estoy seguro que los israelies ya habrán dejado en paz a los civiles libaneses, los de Hezbolla ya habrán agotado sus reservas de cohetes de feria, Bush seguirá dormido en su rancho tejano soñando con la muerte de Fidel y Bin Laden habrá comprendido que el mejor camino es el místico y se retirará al desierto a meditar sobre lo caduco de la vida.
A mi regreso habrán bajado los precios de la vivienda y del barril de petroleo, habrán desaparecido los incendios en Galicia y cualquier otro rincón de este país donde abunden los tarados dispuestos a prender la llama y salir corriendo mientras el culo se les hace cocacola. Volveré a abrir los periódicos y podré leer información veraz e independiente. Encenderé el televisor y disfrutaré de programas de elevado nivel cultural y buen gusto. Saldré a la calle y ya no veré a nadie más en chanclas en la cola del banco, qué digo colas, ya no habrá colas ni en los bancos!!!!

- Odyseo!! Odyseo!!!
- Qué? qué?
- Despierta, que te tienes que ir a trabajar y llegarás tarde!!!!!!!!!!

Escrito por odyseo a las 2:03 PM | Comentarios (15)

10 de Agosto 2006

Sea la luz

Dulce es aún la luz para los ojos
que se asoman a ver
si ha cambiado algo en el desierto,
donde el viento pasa y abandona
al viejo arbusto que aun resiste...

(A fuerza de ver todos los días la luz
hemos perdido la conciencia de su milagro,
la capacidad para distinguir sus tonalidades
diversas, múltiples, cambiantes;
la paciencia para admirarla tranquilamente,
para saborearla junto con el aire
y para recordarla junto a los otros
momentos de la memoria)

Escrito por odyseo a las 12:58 PM | Comentarios (9)

1 de Agosto 2006

Otra brújula y otro nombre

Hay que vivir combatiéndose, la única manera que vale la pena, aunque duela, porque el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero. Por varias razones: por ser dignos de nosotros mismos, como seres humanos dispuestos a dar lo mejor de sí; segundo porque somos seres creados para la búsqueda constante, no para dormir la siesta de la vida en el sillón de nuestra casa; tercero, porque por menos de eso la vida no merece ser vivida. Somos seres que buscan algo que siempre está desesperadamente lejano, algo que no se alcanza de cualquier modo, sino con armas fabulosas. No nos vale nuestro pensamiento descafeinado de occidente y sus potencias gastadas por su propia mentira. No nos vale la cultura adormecedora de los más altos sentidos, compasiva con todas nuestras debilidades. Eso son simples coartadas del animal hombre cuando entra por caminos irreversibles. Solo nos sirve el deseo de alcanzar la unidad-totalidad sin división, entre cuerpo y alma, cuyo fruto es el encuentro incesante con nuestras carencias, la nostalgia dolorosa de un territorio donde nos sintamos libres y naturales. Ese territorio se adquiere, se gana si somos valientes y nos adentramos en los caminos nuevos, sin explorar, con otras brújulas y con otros nombres.
De lo contrario, tarde o temprano nos daremos cuenta de que todo es inútil, que la verdadera condena es el olvido de lo que realmente somos, de lo que fuimos y hemos apartado a un rincón lejano de la memoria con nuestra conformidad vacuna, la alegría barata y sucia del deber cumplido y las vacaciones pagadas.
Hay que vivir combatiéndose, luchando contra el cancer de la desgana, del aburrimiento, de la autocomplacencia, contra el olvido y la desmemoria, contra la razón sin emoción, contra el miedo, contra la vergüenza, la irresponsabilidad, la dejadez, la pereza, el sueño que se convierte en pesadilla. Hay que vivir como si nuestro ser fuese la mejor utopía.

Escrito por odyseo a las 10:46 AM | Comentarios (8)

29 de Julio 2006

Dios no tiene memoria

Dios nunca se acuerda de llamarnos para contarnos algo, qué se yo, cualquier cosa, como hacen nuestros amigos cuando se sienten solos o aburridos o felices y exultantes. Dios nunca nos llama, ni siquiera cuando está borracho, allí arriba, en su maldita soledad, ahogado en sus propias lágrimas de desengaño por la imperfección evidente de su obra perfecta. Dios no nos avisa de sus planes ni nos consulta. Se reune consigo mismo y, de pronto, caprichosamente, elige devastar una región de África o quemar una parte del mundo. A veces, si está demasiado borracho o cansado, sin fuerzas para desastres mayores, solo hace un gesto con el dedo y nos manda un cáncer o un absurdo atropello, un accidente precoz e inesperado o una desgracia para la que nunca elige a los prevenidos. Dios no nos elige nunca sino para ponernos como ejemplo de su propia ruina.

Escrito por odyseo a las 7:06 PM | Comentarios (25)

16 de Julio 2006

Vidas mínimas

Estamos rodeados de falsos héroes. La publicidad, el cine, el deporte nos levantan cada día un par de pedestales donde ensalzar la figura de supuestas estrellas mediáticas cuya mayor heroicidad en esta vida ha consistido en protagonizar una película o marcar un gol, en casarse con otro famoso o en haberse acostado con él. Sin embargo, la mayor parte de las personas que hay a nuestro alrededor, en el trabajo, en la comunidad de vecinos, en el autobus o el metro, en la playa o la piscina, nos pasan completamente desapercibidos. Son personas que se esfuerzan simplemente en ser decentes, no hacer daño a nadie y actuar con sentido común. De todos ellos, la gran mayoría, además, se esfuerza por ser buenos padres, buenos profesionales, tener un aceptable círculo de amistades y mantener medianamente saneadas las relaciones con la familia. Los hay incluso que llegan a proponerse no engañar a su pareja, no mentir a nadie bajo ninguna circunstancia, pagar religiosamente los impuestos y cumplir cada cuatro años con sus obligaciones como votantes. Son personas que se abrochan el cinturón cuando van en el coche, que cumplen aceptablemente con el código de circulación y con el de educación, que se preocupan por sus amigos y vecinos, que no roban en los grandes almacenes y ceden su asiento a las embarazadas o personas mayores en el transporte público. Los hay que recogen las deposiciones de sus mascotas cuando pasean por las aceras, que saben esperar con paciencia a que les atienda la dependienta o el camarero, que guardan la cola y que procuran reciclar la mayor parte de sus desechos no orgánicos. Incluso los hay que no se dejan comprar por el partido o el sindicato, por el jefe o por la inmobiliaria, por el banco, el seguro o la compañía telefónica.
Son personas sencillas, mediocres incluso, según los modelos al uso. Tan sencillas que algunos tienen el valor de intentar poner todos los días un granito de arena y hacer de su pequeña parcela en este mundo un lugar más acogedor, más amable, más positivo. Les basta con un saludo afectuoso, una sonrisa, una cara amable, un gesto de acogida; se ayudan con palabras reales que reflejan su pensamiento real, con pequeños gestos que son el más puro reflejo de sus emociones verdaderas; no necesitan mucho más, les basta con la amabilidad y la sinceridad, como únicas armas con las que enfrentarse al enemigo y hacer este mundo un lugar algo menos inhóspito. No cantan, no meten goles, no se pasean en grandes coches ni con hermosos vestidos. No los verás en las fiestas de renombre ni en los más famosos "saraos". No salen en las revistas ni en la televisión. Son invisibles para una sociedad que busca a sus héroes en los estercoleros.

Escrito por odyseo a las 8:57 PM | Comentarios (19)

12 de Julio 2006

El dolor

La sociedad de la que formamos parte activa es una sociedad hedonista. No voy a repasar ahora todas las versiones del concepto que se han dado desde Aristipo de Cirene hasta Stuart Mill, pasando por Epicuro o Hobbes. Lo importante es que seamos conscientes de lo que somos. Una sociedad hedonista, en su versión más material y simple, es una sociedad que solo vive para el placer más material y simple. Con lo cual, su talla moral se sitúa casi a la altura de sus instintos. Una sociedad hedonista es aquella que rechaza el esfuerzo como fuente de consecución de las metas, y de paso, rechaza las metas que suponen o requieren algún esfuerzo. Pero sobre todo, una sociedad hedonista es la formada por personas que huyen continuamente de la realidad. Si algo les altera el ánimo, se toman alguna sustancia que les devuelva a la semiinconsciencia en la que viven; si algo les duele, se toman un analgésico; si algo necesitan lo buscan con ansiedad y lo acaparan. Es una sociedad donde no existen relaciones auténticas de amistad o amor, pues todo se rige por el interés.
Tan solo el dolor, ese dolor inesperado, sopresivo, que te golpea y te da un zarpazo cuando menos te lo esperas, nos sitúa en la realidad de nuevo, nos despierta del sueño hedonista y autotranquilizador, nos zarandea, nos ataca y nos hiere, nos produce daños casi insufribles y nos destroza por dentro. Si conseguimos recuperarnos, volvernos a levantar y respirar, comprendemos que la vida estaba ahí, pero nosotros nos habíamos salido de ella, nos habíamos querido ocultar, esconder, para no sentirla, para no verla ni vivirla. La vida nos da miedo y por eso emprendemos tantas veces esa inútil huida de los sentidos. Nos da pavor entender que la vida no nos va a tratar mejor que a los demás, que no va a tener mejor consideración con nosotros. Nos estremece saber que no somos nadie ante la vida, que nuestro apellido o nuestra cuenta bancaria o nuestros títulos o reconocimientos, no valen para nada.
El placer es lo único bueno que tiene la vida, pero no podemos buscarlo a costa de perder la vida misma. El placer es el sentido de la vida, pero si nos olvidamos del dolor, corremos el riesgo de alienarnos, de perder nuestra esencia humana y de desperdiciar la vida en el fragor de lo insustancial. Y sobre todo, no podemos olvidar que hay muchos tipos de placeres y mientras unos nos hacen mejores, otros simplemente nos adormecen y nos devuelven a la vieja condición animal.

Escrito por odyseo a las 8:57 PM | Comentarios (18)

28 de Junio 2006

Arte vital

Solemos considerar artista a toda una serie de personas dedicadas a la realización de obras de arte del tipo de un magnífico edificio, una hermosa escultura o una pintura que refleje la realidad con la fidelidad de una cámara fotográfica. Actualmente, el concepto de artista ha ampliado su significado y abarca también a todo un conjunto de personas que realizan una labor de tipo creativo: fotografos, diseñadores de moda, cocineros de diseño, modelos de pasarela, peluqueros, estilistas. No voy a entrar a discutir sobre esta cuestión. Lo que me parece importante en este momento es fijar la atención sobre la vida del propio artista.
La mayor parte de los grandes artistas de la historia han pasado a la gloria por su obra pero no por su vida. Suele ser un elemento bastante común encontrar biografías de artistas repletas de excentricidades, vagabundeos, zonas oscuras, traumas y toda clase de miserias humanas. A cualquiera que analizara estos elementos vitales desde una óptica meramente superficial le parecería que estas tristes biografías habían de ser una especie de conditio sine qua non para el objetivo de convertirse en un verdadero artista. Sin embargo, sin apartarnos ni un ápice del concepto de artista, podríamos encontrar a nuestro alrededor a muchas personas que sin tener la habilidad de pintar un cuadro o esculpir una pieza de mármol, son capaces de pasar por la vida con la elegancia más fina y la postura más correcta; unas personas que siempre en cualquier situación saben estar; personas que manejan con soltura y creatividad la capacidad para tratar a todos sin altivez, que saben entender lo que cada situación conlleva y saben acomodarse a estas circunstancias cambiantes, sin soberbia, con pasmosa sencillez y con alegría. Eso para mí también es arte, una suerte de arte vital que considero tan importante como ese otro que todos admiramos. Son personas discretas, que no llaman nunca la atención, que observan desde lejos, que se expresan con cercanía y afecto, que nunca se alteran, que tienen siempre la paciencia para esperar que todo se coloque en su sitio y que tienen suficiente fe en las personas como para esperar de todas lo mejor. Esos artistas no abundan, pero todos deberíamos tener la suerte de disfrutar de alguno de ellos. Para ello, solo necesitamos mirar a nuestro alrededor con el mismo arte.

Escrito por odyseo a las 5:40 PM | Comentarios (15)

14 de Junio 2006

Deja un pensamiento

Deja un pensamiento tuyo, personal, íntimo;
a todos los que pasais por aquí, de manera asidua u ocasionalmente,
dejad una frase, una idea, un sentimiento,
una ocurrencia, un deseo, una confesión.
Aunque utilicéis el anonimato,
dejad algo que os identifique
como humanos, como dioses o como aquello que seáis.
No os pido nombres, ni lecturas,
no busco nada más que vuestro regalo,
unas palabras, un simple detenerse y pensar,
escucharse a si mismo, sin otra finalidad,
ponerle voz... a vuestro instante,
a vuestro tiempo y lugar,
a vuestra eternidad o destino.

Gracias

P.D: estaré fuera varios días pero a mi regreso prometo responder a todos.

Escrito por odyseo a las 8:04 PM | Comentarios (42)

18 de Mayo 2006

Ahorrando energía

¿Qué pasaría si cogiéramos a todos los usuarios de ambos sexos que llenan los múltiples gimnasios del país, que corren como locos/as en cintas que no llevan a ninguna parte, que habrán levantado toneladas de peso al término de sus tediosas sesiones de pesas, que habrán recorrido varios tours sin levantar el culo del asiento de una bicicleta sin ruedas dentro de una habitación sin ventilación rodeados de sudor propio y ajeno? ¿Qué pasaría si cogiéramos a los miles y miles de sujetos que corren por aceras, parques, carreteras, calles, polideportivos o campo a través, a cualquier hora, todos los días, haciendo kilómetros de ida y vuelta, sin más sentido que el perder unos kilos o ganar una carrera contra su propio calendario? ¿Qué pasaría si todo ese esfuerzo inutil y vacuo, si toda esa fuerza y energía desperdiciada en el sin sentido de la sociedad actual que necesita quemar la grasa de su avaricia, de su codicia y de su ansiedad para creerse sana, la empleáramos en algo provechoso como mover alimentos hacia el Tercer Mundo, vaciar de pobreza o de Sida la inmensa habitación de África, eliminar la esclavitud o la prostitución infantiles?
Que me diríais que eso es demogógico y seguiríais quemando grasa en el gimnasio.
Qué lástima de energía desperdiciada!!!!

Escrito por odyseo a las 6:42 PM | Comentarios (21)

3 de Mayo 2006

Números

Con los números pasa como con casi todo en esta vida: están sujetos a los gustos y a las modas. Por ejemplo, conozco a algunas personas que odian a muerte a los números impares. Casi tantos (más uno) como los que conozco que sienten aversión por los números pares. Hay personas a los que les hace especial tilín el número cinco o cualquiera de sus múltiplos. El tres, por ejemplo, goza de gran predicamento entre el colectivo de conyuges cornudos así como entre los asistentes al decimoctavo congreso sobre el dogma de la Santísima Trinidad. El sesenta y nueve produce cosquilleos al menor descuido de la imaginación (sin que haga falta ser del signo de Piscis para recordarlo). El doce siempre ha gozado de gran estima entre los cristianos y los vendedores de huevos de aves de corral. El trece depende. Si eres italiano gozarás en su presencia, pero si eres de casi cualquier otra latitud será signo de mal fario.
Algunos son tan obsesivos que todo en su vida procuran que cuadre con su considerado número de la suerte: desde la fecha de su boda o el número de veces que se ha divorciado, el número de hijos, el número de la habitación del hotel o la terminación de la lotería de Navidad. Lástima que tal consideración suele ser totalmente gratuita si no el número de multimillonarios en este país sería inmenso. Los hay tan retorcidos que tienen que acudir a las enciclopedias para buscar su número preferido, no se contentan con cualquier número entero sino que tienen que recurrir al mundo de los números fraccionarios. Así, están los seguidores del número phi (al borde de la excomunión por parte del Opus Dei), los del número pi (por una hache éstos se libran de la excomunión), los de la media aritmética, eternos rivales de los de la media geométrica y un largo etcétera.
Yo, personalmente, en esto de los números suelo ser poco maniático: el cero me encanta si es de derechas; el uno me gusta para el número de mujeres que pueden soportarme durante una temporada más o menos larga (matrimonio) y a la vez; el dos me parece perfecto para el número de hijos que la vida me ha concedido (que yo sepa); el tres... ejem, ejem... para una noche no está nada mal... En fin, que a mí los únicos que no me gustan son los números primos, lo cual no requiere más explicación, y los números rojos con los que me maltrata mi banco cada 2x3.

Escrito por odyseo a las 8:03 PM | Comentarios (16)

19 de Abril 2006

Regreso

Cuando uno regresa, realmente imagina que regresa, pero nunca vuelve al mismo lugar de donde partió. El camino siempre es hacia delante, hasta cuando damos marcha atrás. Y en el camino a veces nos encontramos con vidas como las de los seres inconquistables que yo he concido en los últimos días. Son seres magníficos, grandes, reales y honestos, con nombres propios, con circunstancias difíciles y especiales, pero siempre con la alegría y la fuerza de la vida brotando por sus ojos y sus manos. Aman, imaginan, piensan, sienten, se entregan, se dan, se ofrecen y te ofrecen miles de oportunidades de contemplar su enorme grandeza en cada gesto, cada saludo, cada minúsculo acto cotidiano y diario que realizan con el cuidado del artista que está terminando una nueva obra. Ellos tambien son un espejo donde mirar nuestras propias grandezas y nuestras imperfecciones. Por eso, cuando pareces que eres tú el que das, realmente eres quien recibe. He pisado sus tierras, secas y rojas, con olores múltiples, diversos y profundos; he habitado sus casas no como un invitado sino como uno más de ellos; he comido con ellos y he dormido sus sueños; he reído; he sido feliz. Dicen que para aprender algo, antes hay que olvidarlo y volverlo a aprender siete veces. Ya me queda menos. Ahora sé donde mirar.

Escrito por odyseo a las 8:06 PM | Comentarios (19)

6 de Abril 2006

Levedad

"Con la serenidad con que no duele
la desaparición de cualquier rosa,
porque sabemos que otra rosa incólume,
una idéntica rosa sin pecado
la sustituye al acabar el día,
y porque el orgulloso pensamiento
mantiene preservada en una idea
la rosa perdurable que no muere,
con ese mismo aplomo deberíamos
resignarnos audaces al futuro..."

Del libro Metales pesados de Carlos Marzal


P.D: Estaré unos días fuera por un viaje. Os veo a la vuelta. Sed buenos... si podéis.

Escrito por odyseo a las 8:29 PM | Comentarios (9)

30 de Marzo 2006

Amistad

Muchas veces nos cruzamos en la vida con personas que nos ofrecen la oportunidad maravillosa de la amistad. Casi nunca somos conscientes de lo que está ocurriendo hasta que no ha pasado un cierto tiempo, a veces años, y de pronto descubrimos que estamos junto a una persona que nos ha regalado el maravilloso don de la amistad.
Ayer me he despedido de unos amigos a los que muy probablemente no volveré nunca más a ver. He recordado nuestro primer encuentro, cuando por razones de trabajo nos conocimos y mantuvimos una serie de reuniones. Tras cada uno de aquellos encuentros, separados a veces por meses, nuestra amistad se fue consolidando sin que apenas nos diéramos cuenta. Ayer, al despedirnos, de pronto supe cuánto pesaba esa amistad. Me pregunté cuántas ocasiones habré desperdiciado en el camino, por ceguera o insensibilidad, por ignorancia o por prisas, para sembrar la semilla de la amistad en tantos otros encuentros con otras muchas personas. Me pregunté por qué no nos atrevemos a entregar nuestros gestos de amistad desde el primer momento en que sentimos que las personas que tenemos en frente son especiales y por qué permitimos que pasen años hasta que descubrimos que esa persona merecía la pena.
Ahora estos amigos han regresado a sus ciudades y a sus vidas. Los recordaré con cierta frecuencia y sentiré esos lugares donde ellos viven, ríen, sufren y aman diariamente como lugares entrañables y cercanos aunque estén a miles de kilómetros.
Más que la pérdida, siento la oportunidad que me ofrece el haber descubierto que merece la pena arriesgarse sin necesidad de dejar pasar años hasta confirmar que alguien merece mi amistad. Al fin y al cabo, mis amigos son la única riqueza que poseo.

Escrito por odyseo a las 6:59 PM | Comentarios (24)

25 de Marzo 2006

Ligeras pertenencias

Mi vida es casi mi única real pertenencia. Nuestra vida es nuestra y de nadie más. Mientras somos jóvenes nos podemos permitir el lujo de ceder parte de ese patrimonio a otra persona, de permitir que alguien nos lo malgaste o mal-administre, pero cuando sentimos que el caudal empieza a declinar, debemos recuperar la propiedad exclusiva de nuestra vida, o de nuestro tiempo, que, al fin y al cabo, es lo mismo. Porque la vida es solo tiempo, tiempo que se extiende como un territorio sin vallas, un territorio inicialmente en barbecho y baldío pero que podemos sembrar y hacer fructificar varias veces. Cualquiera puede ser el terrateniente de ese espacio invisible, pero solo mediante un golpe de estado conseguimos el poder sobre el mismo. Si no lo logramos, no seremos nadie.
Un día, por un suceso trágico e intenso o porque el dedo de un ángel nos ha rozado la frente, descubrimos el valor incalculable del tiempo que nos resta antes de disolvernos en el espacio. Habremos sido unos hijos o padres ejemplares, unos ciudadanos honestos y unos empleados esforzados, pero si no hemos sido dueños de nosotros mismos, no habremos sido libres ni habremos vivido nada. A partir de cierta edad las metas ya no deben ser lanzarse en un paracaídas o correr la maratón salvo que nos pongan un ataud en la línea de llegada; a partir de esa edad, de esa revelación, las metas son más difíciles ý trascendentes. El tiempo es algo abstracto, pero no las horas. Hacernos dueños del tiempo es hacernos dueños de las horas, vencer a esas pequeñas soldados y gobernarlas, para hacer con ellas lo que realmente nos apetezca: compartirlas o regalarlas, pero siempre para crecer por dentro. El tiempo también es silencio, por eso a veces lo mejor es callar... nunca obedecer.

Escrito por odyseo a las 8:25 PM | Comentarios (19)

8 de Marzo 2006

Disoluciones

La vida cotidiana es el mayor y mejor disolvente que existe. Pongan una cantidad suficiente de dolor o de pasión, o de cualquier emoción intensa, y añádanle una buena dosis de vida cotidiana, de día a día, y comprobarán que la mezcla explosiva y casi inaguantable o insufrible del principio, se convierte como por arte de magia en una plácida sensación de comodidad adormecedora.
Imaginad a Romeo paseando y susurrando los más intensos versos a su amada Julieta al cabo de varios años de matrimonio y comprobaríais que la respuesta de ella podría ser muy bien algo como "querido, ponte la bufanda no vayas a coger un nuevo catarro".
Imaginad al viejo Dante, tras haber sorteado toda suerte de infortunios en los círculos del infierno hasta dar con su hermosa Beatrice, escuchando de los labios de su amada palabras como estas: "Mi amor, ¿te lavaste ya los dientes? Pues apaga la luz y vamos a dormir".
No es que hayan cambiado, es que la vida ha transcurrido entre medio de sus inspirados versos, de sus pasiones, cubriendolo todo con el barniz de lo cotidiano. No es que no se quieran o no se profesen amor, es que ahora ese amor se descubre, no escalando una torre o descolgándose por un balcón, sino viendo caminar a uno al lado del otro, casi tambaleantes por sus débiles piernas llenas de varices o de artritis, cuidándose mútuamente.
Sus besos ya no son frescos ni huelen igual, por eso ellos solo existen en el paraíso de los libros. ¿Habría salido Romeo corriendo tras de una Julieta que coloca todas las noches su dentadura en un vaso de agua sobre la mesilla? ¿Habría buscado Dante en el submundo a una Beatrice que le pega todas las noches en el costado con el codo para que deje de roncar?
Pues eso, la vida.

Escrito por odyseo a las 6:52 PM | Comentarios (15)

18 de Febrero 2006

Pecho dulce

Pecho dulce,
desnudo de telas y leyes.
Para verlo como yo quería
cerré los ojos.

(Pasó y dejó su aroma,
a lluvia y tierra,
como de humedad en verano).

Hoy ya no existes
sino en el recuerdo
de la mano que no te encontró.

Escrito por odyseo a las 11:49 AM | Comentarios (16)

15 de Febrero 2006

Leyes

Me gusta violar leyes. No leyes cualquiera, simples, cotidianas, de código civil o de circulación. Esas no tienen mérito alguno y sí una considerable peligrosidad para los demás. No, prefiero irme a las grandes normas y saltármelas una por una. Por ejemplo, yo siento un goce especial cada vez que violo la ley de la oferta y la demanda; me gusta elegir aquello que nadie quiere, aquello que el mercado no valora o no demanda. Porque el mercado se confunde muchas veces y deja en el fondo de su canasta a personas y cosas de gran valor, aunque el embalaje esté algo dañado, o sucio, o ni siquiera venga envuelto. Y sobre todo, es que me gusta todo aquello que no se puede comprar, que no se vende, que no está en el mercado, sino en la Vida.
Me gusta violar la ley del más fuerte, más que nada porque para ello solo hay que tener una pizca de inteligencia y poco más. Con la mía, me alcanza, justito, pero me alcanza.
La variante de esta norma que son los artículos de “porque yo lo digo”, “usted no sabe quien soy yo”, me producen especial placer, pues cuando me los paso por el forro de mi santa voluntad, me entra una risa de difícil control.
De todas formas, la ley que más me gusta saltarme es la ley de la Gravedad y levantarme en el aire, sobre el suelo y sus miserias, sobre lo cotidiano y sus rutinas, y soñar libremente, sin las ataduras del buen orden.
Ahora me entreno para saltarme las leyes del tiempo, las del espacio físico, y saltar sobre las nubes, volar hasta las ciudades donde habitan mis amigos, abrazarles sin prisa y regresar a casa para dormir mecido en un dulce sueño de niño.

Escrito por odyseo a las 7:35 PM | Comentarios (23)

3 de Febrero 2006

Maneras de ver

El viejo Horacio se complacía en demostrar que con sólo mirar la forma de andar de una persona (se le daban mejor las mujeres, pero administraba su especial habilidad con todo lo que se movía) sabía perfectamente cómo era esta persona en aspectos tan íntimos y ocultos como sus relaciones sexuales o la sensibilidad estética hacia una obra de arte.
Siempre decía que la forma de la cara, su redondez o longitud, su grado de elasticidad, el color y las arrugas, permitían saber si una persona era capaz de admirar un Guirlandaio o no podía pasar de la pintada en la puerta de un retrete publico.
Algunos, entonces, le hacíamos ver la extrema distancia que mediaba entre un caso y el otro y le recriminábamos que así no arriesgaba mucho. Pero él no se apeaba e insistía en que la cara, el rostro, la mirada, la voz, las manos, los pies, los tobillos y, sobre todo, la forma de andar, delataban al portador en aspectos tan peregrinos como su capacidad de disfrute de un buen polvo hasta su sensibilidad ante una obra de Dostoievski.
Un día, animado por nuestra curiosidad e incredulidad, se atrevió incluso a parar a una señora en la calle -señora a la que había observado detenidamente instantes antes- para preguntarle si era cierto que llevaba varios meses sin tocar a su marido ni catar los placeres del sexo. La señora en cuestión le soltó una sonora bofetada.
Cuando Horacio regresó a nuestro lado, lejos de amilanarse, se sintió claramente respaldado en sus hipótesis pues dijo que tanta energía aplicada a su curtido rostro, no podía provenir de otro sitio que de la acumulación libidonosa contenida durante varios meses en el enjuto cuerpo de la susodicha.
Sin embargo, a partir de aquel día, el juego en cuestión se limitó al campo de la teoría, cediendo gustosamente el honor de la comprobación a científicos con más vocación que la suya.

Escrito por odyseo a las 5:39 PM | Comentarios (17)

29 de Enero 2006

Pasos

He sido un ramo de preguntas
en lo que dura un suspiro
con paso de mensajero.

De amor a amor
se amontonaron los abrazos
en el vértigo de la distancia.

Ahora vuelo escondido,
con lentitud solemne,
en las alas de una gaviota.

Escrito por odyseo a las 6:50 PM | Comentarios (19)

25 de Enero 2006

Palabras.... solo palabras

¿Qué hay detrás de las palabras? Detrás de las miles y miles de palabras que pronunciamos a diario, detrás de las miles de palabras que se encierran en el diccionario, detrás de los millones de palabras que podemos escuchar en cientos de idiomas, detrás de todas ellas ¿qué hay realmente? ¿Muestran las palabras sus verdaderos significados o tras cada una de sus letras y sonidos se oculta otra realidad esencialmente distinta? ¿Detrás de á-r-b-o-l hay realmente un árbol, con sus ramas, su tronco y sus raíces? ¿Dónde queda el tronco, a la altura de la letra "b"? ¿entonces la "a" son sus raíces y la "l" sus ramas? ¿Y los árboles ingleses tienen por tronco la "r" de tree? ¿Y los troncos de los "árvores" portugueses son más pequeños al ser una "v"? ¿Son distintos los árboles en cada idioma?
¿Las palabras descubren u ocultan? ¿Son sinceras cuando mienten las personas, o son falsas hasta cuando decimos la verdad? ¿Qué hay detrás de la palabra a-m-o-r? ¿amor? ¿vale igual esa palabra cuando la pronuncia un individuo u otro? ¿da igual quién la escuche? ¿o cada uno le otorga una impronta que la somete a la voluntad del pronunciante hasta cambiarle su esencia verdadera? ¿Es verdad la palabra v-e-r-d-a-d? ¿y la palabra m-e-n-t-i-r-a entonces qué es?
Las palabras duras ¿suenan siempre igual? ¿y las palabras tiernas? ¿Y qué me hace elegir una u otra sino el corazón? Entonces, ¿quién habla y elige mis palabras? ¿....o son ellas quienes me eligen a mí?

Escrito por odyseo a las 7:50 PM | Comentarios (20)

18 de Enero 2006

Hola y Adios

Entre las muchas tareas a que nos obliga la existencia, una de las más difíciles es la de aprender a decir Hola y la de aprender a decir Adios. Casi nadie sabe hacerlo de forma plena y profunda, sino que lo más a que llegan algunos es a hacerlo de manera superficial. El problema es que cuando llevamos andado la mitad del camino, el equipaje se hace tan pesado que ya no sólo no nos permite continuar salvo que hagamos un gran esfuerzo, sino que además nos impide recibir lo nuevo que nos espera detrás de cada curva, porque no hay sitio para ello.
Aprender a despedirse del pasado, de lo que fue y ya no es, de lo que existió en algún momento y nos fue dado, pero que desapareció o se fue poco después; despedirse significa desprenderse, dar el paso del desapego, sea un determinado sentimiento, una idea, una experiencia, una persona o una cosa. Algunos sienten miedo ante la despedida y hacen como que se van rápidamente para no prolongarla, pero realmente no se despiden porque su mente o su corazón sigue prendado del ser que desaparece. Otros, parecen decir adios con la mano, pero su ánimo se angustia por la pérdida y se encadenan al sentimiento que la ausencia dejará en ellos. En otras ocasiones son partes de nosotros, viejas formas de ser, antiguas formas de pensar o actuar, las que nos negamos a abandonar definitivamente por temor al cambio. Se nos olvida que no podemos decir Hola si antes no hemos pronunciado el Adios, es decir, se nos olvida que no podemos recibir nada nuevo si no hemos abandonado lo viejo y nos hemos comprometido con el cambio.
La segunda parte, implica dar la bienvenida, acoger, asumir, adaptarse a lo nuevo. Tras abandonar los viejos caminos, tras la elección en una encrucijada, toca reordenar el equipaje y hacer sitio a lo nuevo que trae el cambio. Supone estar abiertos a lo que el destino pueda traernos, pero también significa mantener una posición de búsqueda activa, continua e intensa de todo lo que realmente nos ayude a ser felices, a completarnos como personas y a ser mejores seres humanos. También aquí es el miedo el principal impedimento, que se alza como un muro infranqueable entre la seguridad malsana de las rutinas y hábitos, y la inseguridad de los pasos sobre terreno virgen e inexplorado.
En definitiva, un equipaje que permanezca inalterable en todo un viaje solo es admisible para los viajes cortos o para los cruceros de lujo. Para el resto, recomiendo ir cambiando de vez en cuando, todo.... menos la maleta.

Escrito por odyseo a las 6:04 PM | Comentarios (28)

30 de Diciembre 2005

Distancia

La música es la distancia más hermosa entre tú y yo. Puede haber kilómetros de separación física; tu belleza puede ser invisible en la lejanía, tan solo permanecer en mi recuerdo o en mi imaginación. Pero la música, esa que suena en mi interior cuando te siento, cuando te percibo, cuando te huelo o cuando te sueño, esos sonidos de extraña y dulce melodía, nos atan al uno junto al otro, nos unen mediante un hilo invisible y mágico. Sólo la música nos permite el vuelo inmediato hasta los confines del otro, hasta su cercanía y su presente. La música es el camino y el viaje, es la distancia y el paso, es la voz del alma que añora tu presencia y es la voz divina con la que hablamos.

¿Qué música suena en tu corazón?

Feliz Año Nuevo!!!!!!!!!!!!!!

Escrito por odyseo a las 2:00 PM | Comentarios (12)

22 de Diciembre 2005

Atrapados

Estamos atrapados en Diciembre, el mes del consumo voraz. Rodeados de jóvenes y hermosas papanoeles vestidas de verde, amarillo o rojo, según convenga a la empresa comercial que las patrocina, paseamos estresados por calles atestadas de espíritu navideño. Condenados a entendernos con la familia, aunque solo sea por unas horas, un par de días, todo nos impulsa a reir sin ganas, a festejar sin ánimo y a cumplir con una cadena cada vez más pesada de compromisos.
Navidad como condena, asumida y cumplida hasta las últimas consecuencias. Encadenados a los convencionalismos, a las tradiciones de hace tres días, a los debería de toda la vida, nos sentimos imposibilitados e incapaces de romper el terrible círculo vicioso. Nadie recuerda por qué todo esto ni falta que hace. Si lo dice el Corte Inglés, basta.
Bastaría con que le dedicáramos un minúsculo momento de atención. Un instante en el que consiguiéramos evadirnos de la condena y pensáramos qué queremos ver nacer en nuestra vida en el próximo año, que deseamos profundamente hacer de nuevo con nuestra vida y plantearnos en serio llevarlo a cabo. Bastaría con eso para que, depronto, todo cobrara algún sentido, la celebración, los regalos, la fiesta y la alegría. Bastaría, entonces, con eso, para que ya no fuera necesario tanto gasto de tiempo, de energías, de ganas y de fuerzas, de dinero y de paciencia. Bastaría, quizás, con la mirada, el abrazo, la mano tendida, algún mensaje sorpresa, una sonrisa, una conversación...

Feliz Navidad

Escrito por odyseo a las 8:59 AM | Comentarios (23)

1 de Diciembre 2005

Dios y el sexo

A Dios le debió importar mucho eso del sexo (al menos en eso nos parecemos). Como diseñador, cuidadoso de hasta el último detalle, celoso del acabado final, cuando hizo al hombre y a la mujer, nos hizo absolutamente iguales en todo excepto en esos detalles físicos que nos otorgan el maravilloso don de la sexualidad. Lo hiciera de un golpe (como opinan los antievolucionistas) o en fases sucesivas (como la ciencia y Darwin han demostrado), el resultado no deja espacio para la duda: estamos hechos para el sexo, aunque no solo para ello.
El único problema, y de eso no debe tener la culpa Él, es la Iglesia, empeñada desde sus orígenes en ir contra la obra de Dios. Y si lo del Gran Diseñador fue amor al arte y al puro disfrute por la obra bien hecha, lo de la Iglesia no es otra cosa que una tremenda obsesión por ese "error" del Jefe. Por menos motivos, en una empresa seria hubieran despachado a ese tipo; el caso es que aquí no pueden hacerlo pues hace ya mucho tiempo que lo despidieron.

Escrito por odyseo a las 7:30 PM | Comentarios (27)

22 de Noviembre 2005

Breve catálogo de palabras burocráticas

Funcionario, categoría, gestor,
matrimonio, iglesia, deber,
hábito, sindicato, costumbre,
enfermedad, futuro, muerte,
enseñanza, consejo, indiferencia,
castigo, trabajo, archivero,
estatus, democracia, carrera,
turista, sacramento, justicia,
propiedad, reforma, medida,
museo, jerarquía, obligación,
programación, respetabilidad, plan,
invierno, descanso, terapia,
tratamiento, religión, analgésico,
lección, enero, sacristía,
delegación, congreso, amabilidad,
notaría, consulta, testamento,
trayectoria, estrategia, alternancia,
mediación, endocrino, coordinadora,
asociación, restauración, cortesía,
gris, siguiente, naftalina,
telaraña, psicoanalista y olvido.

Escrito por odyseo a las 5:55 PM | Comentarios (14)

8 de Noviembre 2005

Querido enemigo

Algunos no debemos mirar muy lejos para encontrar a nuestro mayor enemigo. No se encuentra entre nuestros vecinos, nuestras amistades, nuestros compañeros, nuestra pareja, nuestros hijos o nuestros padres. No se trata del jefe ni de la cajera que nos atiende en el supermercado. Ni siquiera es la sociedad o sus instituciones, ni las leyes ni los mandamientos. De hecho, muchos nos podríamos cambiar de trabajo o de residencia, irnos a otra ciudad u otro país y seguiríamos teniendo los mismos problemas que en este momento. Y es que nuestro mayor enemigo viaja con nosotros y nos acompaña a todas partes.
Solo tenemos que pararnos, detener la huida no se sabe hacia donde, y mirar dentro. Fijaos cómo enseguida atraviesa ese paisaje interior un mal pensamiento cargado de deberías (deberías estar trabajando más o estudiando, o ayudando a tu madre o ...). Intentad detenerlo y veréis cómo enseguida acuden en su ayuda mil justificaciones, racionalizaciones aprendidas desde tiempo inmemorial, repetidas hasta la saciedad. Aún así, si alguno todavía persiste en su intento, ved cómo enseguida se agolpa la culpa en la garganta y nos grita e insulta, nos ridiculiza y nos humilla, para que agachemos una vez más la cabeza y asumamos "nuestro deber".
También existe la versión descuidada del enemigo propio: la que nos impulsa a comportarnos de forma peligrosa, arriesgada sin necesidad, la irresponsable y vana, que nos emborracha con su perfume y nos lanza en la primera curva contra el muro de la autodestrucción. Incluso estamos los que combinamos ambas estrategias: primero nos machacamos y luego, para soportar la tristeza, la angustia y el dolor, nos embriagamos y hundimos en un lodazal mundano que distraiga a nuestra conciencia durante un rato.
Sin embargo, qué felices seríamos si simplemente nos dedicáramos a hacer las cosas lo mejor posible sin preocuparnos de sus efectos; si solo nos responsabilizáramos de nuestra felicidad y dejáramos a los demás ser felices a su manera; si en vez de actuar desde tanto debería, actuáramos más desde el me gustaría o querría, impulsados por un sano juicio de adulto responsable y moderado, que se quiere a si mismo y sabe exigirse lo justo en cada momento. Fijaos, que solo se trata de quererse a uno mismo, de dejar de hacerse daño, de no maltratarse, de firmar la paz con nuestro corazón.
¿Quiere alguien probar a firmar una tregua con uno sólo de los pensamientos que le maltratan?

Escrito por odyseo a las 6:59 PM | Comentarios (23)

3 de Noviembre 2005

El miedo

El miedo es un misterio. Las personas tenemos infinidad de miedos, algunos sin catalogar aún. Algunos no habían sentido miedo a estar en una cárcel secreta de la CIA hasta hoy que se han enterado que existen. Es decir, no podemos tener miedo a lo que desconocemos que existe o a lo que no sabemos que nos vaya a hacer daño. Por eso, algunos se pasan la vida teniendose miedo a sí mismos, porque se conocen y saben lo mal que lo pueden hacer con los otros y con ellos mismos. Otros, aparentemente más normales, nos bloqueamos por el miedo a la imperfección, por el miedo al que dirán, por el miedo a no estar a la altura, por el miedo al ridículo, por el miedo a hacer daño, por el miedo a romper algo, por el miedo a la intimidad, por el miedo a abrirnos a las otras personas, por el miedo a la oscuridad, por el miedo a morir, por el miedo a la enfermedad, por el miedo a no complacer absolutamente a todo el mundo...
Y todavía hay quien se pregunta cómo podemos sobrevivir en esa jaula, cómo es posible siquiera respirar cuando todo permanece anudado, encadenado, sometido al imperio del miedo.
Los que lo conocen y dominan saben que el miedo es un arma de enorme poder, pues inutiliza todas las capacidades del otro hasta dejarlo roto y sin voluntad. Al contrario que la envidia, que está casi tan extendida como el miedo, aquella te impulsa a hacer cosas y luchar por conseguirlas aunque los métodos y los fines no sean los adecuados, mientras éste te paraliza y bloquea, te impide levantar la cabeza y moverte, te deja reducido a la condición de mero vegetal. Lo paradójico es que los envidiosos también tienen miedo de no ser tanto como los otros, así que no disfrutan de ninguna ventaja.
Si unimos el miedo y la culpa nos encontramos con un coctel altamente peligroso, pues a la potencia del primero se une el enorme peso de la otra, y juntos nos aplastan sin compasión sobre nuestra propia biografía. Gran parte de la responsabilidad de que viajemos con semejante equipaje se debe a nuestros queridos maestros, padres y todos aquellos adultos que nos acompañaron a lo largo de la infancia. El jefe, la pareja, el vecino y el telediario se han encargado del resto. Y no olvidemos que nosotros solitos solemos ser alumnos muy aventajados en eso de hacernos la puñeta en versión solitaria y oculta.
La única receta que conozco para evitar todos ellos es una simple pregunta y una respuesta aún más simple. La pregunta es ¿y qué pasa si ocurriera esto? refiriéndose al miedo de cada uno o de cada momento. La respuesta es que no pasaría absolutamente nada. Curiosamente, lo único que hace falta es creerselo.

Escrito por odyseo a las 6:18 PM | Comentarios (24)

26 de Octubre 2005

Individuos

Somos individuos y lo hemos olvidado. Nos creemos imbuidos del don de la individualidad extrema gracias a las gafas de sol de diseño que hemos comprado o a los pantalones vaqueros estratégicamente rotos que llevamos puestos, pero, en el fondo, nos comportamos como miembros de la grey, socios de la comunidad de vecinos que llamamos nación o patria o pueblo, pasajeros de la misma nave cuyo rumbo decide el partido o el equipo, o el club social del que pagamos religiosamente las cuotas. Somos personas concretas pero respiramos dentro de asociaciones de caridad, instituciones de socialización colectiva. Aparentemente ayudamos a las minorías oprimidas, a los niños hambrientos y a los animales en extinción, pero no sabemos ayudar a nadie en concreto y cercano, a ese vecino que está solo o a esa compañera que está deprimida. Actuamos por una supuesta moral vendida a plazos por sabios administradores de lo divino y de lo humano, sumos sacerdotes de lo gregario. Marchamos juntos contra las corridas de toros, contra la guerra, contra la discriminación de género, defendiendo a las minorías sexuales, atacando a los fumadores y bebedores, rechazando el boxeo y la caza de la foca, cumpliendo órdenes del jefe político o religioso, pero sin asumir ninguna de sus consecuencias ni tan siquiera pensar por qué lo hacemos.
Somos individuos y lo hemos olvidado, y nos negamos esa tendencia que deberíamos tener todos a ir por libre, a rechazar cualquier argolla o cadena nacionalista, religiosa, política o deportiva. Tenemos demasiada vergüenza y miedo como para actuar como si solo fuéramos responsables de nuestros actos ante la muerte. Nos aterroriza asumir nuestra naturaleza individual y solitaria, nuestro misterio propio y único, que nadie, ni político, ni sacerdote, ni lider, nos desvelará. Seguirá siendo nuestro futuro una quimera de la que seguirán viviendo las iglesias y la banca, y nos seguiremos negando el derecho (y el deber) de ser nosotros mismos, escondiendo bajo la alfombra cualquier rescoldo que aún sobreviva de nuestra individualidad. Todo sea por no parecer unos monstruos amorales e insolidarios, incorrectos, autónomos y libres.

Escrito por odyseo a las 9:12 PM | Comentarios (20)

19 de Octubre 2005

Mi patria

Mi patria es de agua.
A veces se sitúa en un paisaje lejano,
como la infancia,
entre las rocas y una playa,
donde las olas baten con fuerza y se retiran
dejando su rastro de espuma y de sal.
A veces es su cuerpo tendido junto al mío,
húmedo,
cálido,
nutrido de caricias y besos
que se derraman en cascadas
sobre la superficie de nuestras soledades...

Escrito por odyseo a las 8:54 PM | Comentarios (24)

6 de Octubre 2005

Cuentos para ciegos I

Existía una mansión blanca al otro lado del mar, rodeada por un amplio jardín que servía a los habitantes de la masión como zona de recreo, sobre todo en el verano. Al principio, el jardín estaba rodeado por una simple valla de madera a la que podíamos asomarnos para contemplar cómo se divertían sus dueños. Aquello era divertido y extraño: las mujeres andaban medio desnudas y los hombres medio borrachos, daba igual la edad. En nuestra imaginación, aquello se hizo sinónimo del lujo y del buen vivir. Tenían grandes barrigas, como nuestros hijos, pero no parecía que fuera por el hambre. Todos los días, como por arte de magia, salía despedido un saco con la basura de la mansión. Lo que ellos despreciaban se parecía mucho a lo poco que nosotros podíamos conseguir en el mercado, así que competíamos por ser los más rápidos en recoger sus miserias para poder alimentar y vestir a nuestras familias. Así vivieron nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos, resignados a su triste existencia.
Pero los más jóvenes no estábamos dispuestos a resignarnos. De vez en cuando se abría la verja principal de entrada a la mansión y salía un desfile de coches carísimos que paseaban a gran velocidad entre nuestras chabolas. Nos arrojaban latas vacías de bebidas y cajetillas vacías de tabaco mientras nos miraban desde sus autos con obscena indiferencia. Hacían carreras entre ellos aunque alguno de nosotros resultara atropellado. Aquello era un insulto lleno de desprecio, pero algún día se lo devolveríamos con creces. Los más atrevidos se lanzaron a saltar la valla y, aunque eran devueltos al poco tiempo, algunos lograban quedarse empleados en el servicio de la gran mansión. Cuando los de la mansión decidieron que ya no neccesitaban más empleados, buscaron la manera de impedir que siguiéramos saltando la valla. La elevaron, la llenaron de alambres y perros, la hicieron doble y hasta triple. Pero nosotros ya habíamos aprendido el camino y habíamos comprendido que nada de dentro era peor que quedarse fuera.
Finalmente, un día fue tal la avalancha de nosotros que cruzó la valla, que todo se vino abajo. Entramos en tropel en la mansión, recorriendo sus habitaciones y despensas. Los más violentos decidieron saquear la casa y cargar con todo lo que pudieron. Algunos habitantes de la casa murieron intentando defender lo que hasta entonces creían suyo. Otros huyeron y se construyeron otra mansión en otro lugar. Ni nosotros ni ellos habíamos comprendido nada. Los unos adormecidos por un cómodo bienestar creyeron poder mantener su refugio libre de todo peligro; los otros pensaron que la gran casa tenía cabida para todos y que allí se acabarían sus problemas. Pero vinieron otros, más fuertes y poderosos, y nos lanzaron sus perros de presa hasta arrojarnos de nuevo al mar. Fuimos tantos los muertos, que desde hace muchos años ya nadie ha vuelto a intentar el salto... además, la mansión está en ruinas y ya nadie se ocupa de su jardín.

Escrito por odyseo a las 6:53 PM | Comentarios (16)

4 de Octubre 2005

Carestías

La vida, a veces, es una comodidad demasiado cara para muchas personas, una comodidad que no se pueden permitir. Para ellos resulta más sencillo morirse, pero resulta que la muerte tambien se muestra huraña con ellos y les deja sufrir todo lo posible antes de aceptarles en su tan poco selecto club.
Mientras nuestra vecina anda preocupada por los 3000 euros que le va a costar recarchutarse las tetas, con ese dinero podrían salvarse de varias enfermedades endémicas varios miles de niños en África. Cuando ella escucha la palabra África, se acuerda de su abrigo de piel de leopardo, del hachish de Marruecos que se fuma con otras parejas en sus divertidas cenas de sociedad, y de su criada sin contrato ni seguridad social.
Cuesta pensarlo, mucho más aceptarlo. La realidad es a veces tan dura que no podemos ni mirarla y la sacamos de nuestras vidas, a base de endurecernos y aislarnos de ella. Perdemos nuestra humanidad, pero así logramos mantener el pulso día tras día. Raras veces nos acordamos de ellos, pero si por casualidad lo hacemos, nuestro cerebro rápidamente cubre con un velo toda luz sobre el asunto. Pensamos que ya hemos visto lo más terrible de la vida y que mañana será distinto y mejor, pero luego resulta que sale todo al revés y se nos queda el corazón todo perdido.
Cuesta aceptar la realidad, aunque ni siquiera la miremos, aunque solo sea teóricamente. Es más agradable mirar el escote de la vecina siliconada que observar a un buitre comerse los ojos secos de un niño en el desierto. Es lo que tiene haber pagado un billete de primera en el viaje de la vida... de primera y con vistas a...

Escrito por odyseo a las 9:06 PM | Comentarios (23)

2 de Octubre 2005

Agradecimiento

Muchas veces la gente a mi alrededor, cuando sabe de las horas que puedo pasar delante del ordenador al cabo del día, se sorprende de que al mismo tiempo siga manteniendo una cierta actitud tecnófoba en general y de un cierto recelo hacia la informática en particular. Y es que siempre he considerado que tanto la tecnología como la informática y todos sus derivados deben ser humanizados, puestos al servicio del hombre y no al contrario. Para mí, un bellísimo ejemplo de lo que estoy diciendo es la siguiente historia.
Llevo casi dos años en la blogosfera y sigo sin saber muy bien por qué estoy y por qué sigo. En tiempos leí en la casa de Luis que un blog podía ser o bien un escaparate de uno mismo, diseñado para mayor gloria y lucimiento del autor, o bien un escondite, un disfraz diseñado para ocultar la verdadera naturaleza o identidad de su dueño. En el fondo, si lo pensamos, las dos opciones son la misma cosa, lo único que cambia es la perspectiva desde la que se mira.
En mi caso, creo que se debe a otros intereses, aunque no tenga claro exactamente cuáles son. No es eso lo que os quería contar. La magia y el misterio de este invento reside en la capacidad de poner en contacto a personas físicamente lejanas, desconocidas, de muy diferentes culturas, ideologías, formación, edad, y cualquier consideración social que funciona en el mundo real (por contraposición a virtual). Así, se puede dar el caso (y de hecho se ha dado) de que uno reciba el mismo día dos correos de dos personas habituales en los comentarios de mis blogs, preocupadas por una intuición que habían tenido acerca de mí. Así, resulta que cada una de estas personas por separado, decidieron enviarme unas palabras por correo electrónico, con el fin de darme ánimos y de interesarse por mí. Es decir, que por mucho que pretendamos mantener cierto anonimato, por más que una persona pretenda mostrar otra historia distinta de la suya, por más que uno quiera utilizar el escaparate para mostrar exageradamente positivas sus, a lo mejor, escasas dotes, la verdad o la realidad (¿no son lo mismo?) termina por hacerse ver, al menos para quien tiene ojos. Y resulta, que este invento, cuando lo humanizamos, permite que las bondades de cualquier relación amistosa se muestren sin que la distancia, la separación, la falta de un contacto visual o físico, sin la enorme cantidad de información que da la presencia física y que aquí no existe, sean obstáculos para permitir que aflore lo mejor del ser humano. Quizás sea por eso por lo que me decidí a abrir los blogs y por lo que aún sigo. Pero quizás también sea por eso por lo que a uno le vuelven las ganas cuando le da el bajón. La vida es continua y no hace saltos, se desarrolla tanto delante de un ordenador como en el trabajo, en el hogar o en la calle.
Gracias Brisa. Gracias Unda. Sois mágicas

Escrito por odyseo a las 12:24 PM | Comentarios (20)

25 de Septiembre 2005

Vida súbita

Antes la vida era un largo proceso que respondía a un plan, a un programa diseñado con cuidado y primor si se quería conseguir una vida cabal. Sin embargo, hoy la vida riñe con los planes y los diseños preestablecidos. No hay una historia encadenada, con un hilo conductor, sino una batería inconsistente y azarosa de sucesos, muchos de ellos desatinados o furiosos, como pelotas lanzadas contra un muro. Se reemplaza así la vida como proceso organizado por el instante. Los cambios vitales son hoy en día tan rápidos que apenas nos permiten adaptarnos al primero cuando ya tenemos encima el siguiente. Y eso es así porque no ocurren sobre la dificultad de un largo proceso vital trabajado con el esfuerzo y el tesón de la voluntad, sino que ocurren más por el efecto azaroso del francotirador asombro, sin antes detectar el más mínimo indicio ni después dejar huella o excusa de su presencia.
Ya no vale labrarse un futuro, porque el futuro es cada vez más incierto y menos prometedor. La vida se reinaugura todos los días, como la lotería, buscando sortear los meteoritos que caen a nuestro paso y alrededor, imposibilitando de facto la expectativa de seguir un determinado modo de vida. A cierta altura de la biografía, sin que importe demasiado la edad y sí las adversidades, decir el año que viene suena a broma fácil. Un día es toda la vida y cada hora puede transformarme en un ser distinto. Visto así, sólo el plazo de un mes ya resulta ingobernable y poco práctico. Cuando desaparece la perspectiva de un amplio horizonte, lo que deviene es la absoluta ceguera. Porque tener todo delante y de inmediato, más que aclarar, lo que hace es impedirnos la visión certera. Si todo es instantáneo tras el muro de nuestro corto plazo, lo que nos espera siempre nos sorprenderá y nos cojerá sin preparación alguna: una ruptura amorosa, un problema de salud, una falta de conciencia, una decisión crítica. Viviremos sin miedo, porque no tendremos temporalidad, pero viviremos sin más historia que lo que dura un telediario. Quizás por eso, aunque solo sea por eso, la historia, la de cada uno, bien puede merecer la pena.

Escrito por odyseo a las 8:49 PM | Comentarios (23)

22 de Septiembre 2005

¿Por qué nos sentimos como nos sentimos cuando nos sentimos de alguna manera?

Cuántas veces no nos hemos preguntado por qué nos sentimos como nos sentimos en un momento dado y no hemos sabido dar una respuesta a esa pregunta. El mundo emcional es un mundo casi extraterrestre para muchos: inhóspito, secreto, misterioso pero lleno de una fuerza casi incontrolable. Los sentimientos nos dan miedo. Los más racionalistas creen que su razón actúa de vacuna contra los males "sentimentales" pero en el fondo saben que eso es una mentira piadosa que apenas les sirve para tranquilizar a su impotente cerebro, que se ve constante y completamente sobrepasado por el ritmo del corazón.
Cuando les preguntas sobre sus sentimientos, algunos dicen que no sienten nada, mientras que otros se escudan en una supuesta ignorancia y dicen no saber qué es lo que sienten.
Sin embargo, en el fondo, todos sabemos que no es posible no sentir; sabemos que siempre sentimos, en todo momento y lugar; y sabemos que, moralmente, no somos responsables de lo que sentimos. Yo no puedo dejar de sentir lo que siento cuando me enfado con alguien o cuando me enamoro, o cuando siento celos, o envidia, o miedo, o rabia, o tristeza o atracción. Puedo expresarlo o no, puedo expresarlo de una manera funcional o disfuncional, puedo elegir incluso el momento de hacerlo, pero no puedo evitar sentir lo que siento. Más a largo plazo, puedo intentar cambiar mi "programación" mental, para en un futuro sentirme de otra manera ante las mismas circunstancias, pero a día de hoy, sólo puedo sentir lo que siento, porque mi corazón no sabe hacerlo de otro modo. Aceptar los propios sentimientos y analizar su origen hasta el fondo es una gran tarea que cuando se culmina con éxito conduce a un bienestar y madurez muy deseables. Para ello, sólo necesitamos un empujón de valentía, una maleta llena de altas dosis de sinceridad con uno mismo y una tarjeta que nos dé mucha paciencia aunque sea a crédito. Merece la pena.

Escrito por odyseo a las 5:56 PM | Comentarios (22)

18 de Septiembre 2005

El tiempo y las ausencias

"El tiempo es una cosa extraña. Pesa más sobre quienes menos lo tienen..." y no hay nada más leve que ser joven. Esa levedad del ser no es exactamente la que describía Kundera, más preocupado por nuestra insignificancia; es la levedad de quien tiene la sensación de que todo, absolutamente todo, es posible para él en este mundo. Uno, cuando es joven siente que ha venido a este mundo para hacer algo grande y nunca piensa en la posibilidad de convertirse en un gris funcionario de la vida, así como también niega la posibilidad de morir algún día. La muerte es algo que ocurre a su alrededor, a veces a una distancia preocupante por cercana, pero que nunca osará rozarle ni un cabello. Con los años, el cuerpo va ganando consistencia terrena para hacernos abandonar, de golpe, el espacio de los ángeles apolíneos y arrastrarnos sin remisión al prosaico terreno de la enfermedad y la decadencia física. Pero todo ello no es nada más que un simple signo, un síntoma que, acumulado a otros signos parecidos, nos recuerdan que la fecha de caducidad cada día está más cerca. Y entonces es cuando sentimos esa terrible ráfaga de dolor que nos derrumba, que nos hunde en una visión del mundo en el que hemos pasado la vida (el barrio, la tienda donde compramos el pan, nuestro pueblo, nuestra familia, nuestros amigos, hijos, amantes, compañeros...) y donde nosotros ya no estamos en él. Y entonces piensas desolado cómo será ese mundo sin tí, quién hará las preguntas que dejaremos sin hacer, qué pasará con las respuestas que no daré ya. Y el tiempo se vuelve entonces irrespirable y pesado como la losa que nos cubrirá....

Escrito por odyseo a las 8:09 PM | Comentarios (28)

11 de Septiembre 2005

¿Qué es el amor?

Conforme pasan los años voy acumulando preguntas y desprendiéndome de certezas. Si eso es así con el común de las cosas, cuánto más cuando se trata de los asuntos del corazón. Hay una pregunta recurrente que me hago cada tres o cuatro días desde hace años (sí, ya sé, soy un poco torpe además de cabezota). Es como mi particular purgatorio pero aún no sé de qué culpas me expía. La pregunta en cuestión versa sobre el amor. No sobre un amor en particular y concreto (cuya respuesta tampoco es que sea fácil), sino sobre el AMOR con mayúsculas, ideal y abstracto (si es que eso existe). ¿Qué es el amor?
La respuesta... las respuestas, mejor dicho, han ido cambiando a lo largo del tiempo. A veces solo necesito que pasen unas horas para tener una nueva experiencia que me hace modificar mi idea sobre el amor: el gesto de una pareja de ancianos en la cola del hipermercado, un padre ayudando a montar en bicicleta a su hija pequeña. Sigo sin saber muy bien qué es el amor... esa clase de amor de la que hablo. Sé algunas cosas que no es y sé dónde no he de buscarlo porque es muy raro que allí habite. Tengo demasiadas experiencias propias sobre su ausencia o su escasez, aunque cuando las estaba viviendo realmente pensaba que aquello no era otra cosa sino amor. Se me disfrazaba de necesidad y se maquillaba con el deseo; otros días se vestía de atracción y se perfumaba de pasión; siempre buscaba mi lado débil, incompleto y disfuncional para tratar de encajar en su hueco y dar la apariencia de algo terminado y perfecto. ¡Cuántas veces me lo creí! ¡Cuántas veces caí en su trampa sintiendo que había llegado al paraíso! En mi egoísmo pensaba que aquello era el amor.
Sigo sin saber mucho más. Pero estoy convencido de que el amor es algo grande... mucho más grande que lo que puede albergar mi estrecho corazón o lo que puede entender mi mente más racional. El amor no pregunta, no pide, no reclama, no alardea ni se muestra remiso. El amor no se oculta ni se esconde, sino que está ahí, delante de nuestros ojos, incapaces de ver tras los numerosos velos que nos ponemos a nosotros mismos con nuestros miedos, con nuestros deseos y nuestras desconfianzas. Lo tenemos delante de nuestras narices y ni siquiera nos damos cuenta. A veces lo rozamos apenas y nos creemos en el cielo, sentimos una felicidad tan abierta que nos descoloca y sorprende. ¿Cuánto más sería si decidiéramos un día entregarnos a él con todas nuestras fuerzas?

Escrito por odyseo a las 9:10 PM | Comentarios (24)

29 de Agosto 2005

Katrina y el valor de los muertos

Las televisiones y periódicos solo tienen oídos al huracán que en estos momentos atraviesa varios estados de USA. Todo estaba anunciado y ahora solo falta saber el resultado para que la noticia obtenga todo su jugo mediático. A ser posible, sería necesario que Katrina pusiera de su parte y nos regalara con algunos muertos y heridos además de con espectaculares imágenes de techos volando y árboles arrancados. Siempre serán un pequeño tributo comparado con el valor de las audiencias.
Pero eso sí, no esperemos más, porque los huracanes en países ricos se muestran más civilizados que en los países pobres. Cuestión de educación y de dinero. Si Katrina, en vez de pasearse por tierras yanquis hubiera decidido castigar al régimen de Fidel Castro o cualquier otro país ribereño del Caribe, hubiera ofrecido un panorama mucho más devastador. Tres muertos ricos por diez mil muertos indigentes, así está la cotización en los mercados internacionales. Da igual que sea un huracán, un terremoto o una bala perdida, los vivos y los muertos no son iguales, según de donde vengan o donde vivan.
Claro que ni en la misma Nueva Orleans, todos tienen un valor similar: los hay con coche y dinero para huir del problema (casi todos blancos) y los hay que tienen que arriesgar sus vidas dentro de un estadio que, como improvisado refugio, solo alcanza para que las autoridades digan que todos recen porque no saben si el refugio aguantará. Curiosamente, todos eran negros.

Escrito por odyseo a las 8:02 PM | Comentarios (22)

24 de Agosto 2005

¿Dónde reside el engaño?

Siempre me he preguntado sobre la verdadera naturaleza del engaño, sobre todo entre dos amantes. Aunque a la mayoría le parezcan naturales, como parte del mismo paisaje, los celos, el engaño, las mentiras, los juegos psicológicos con el otro/a para provocarle determinados sentimientos o reacciones, a mí me parecen ingredientes no solo innecesarios, sino altamente destructivos de una relación.
Aun así, sigo sin saber muy bien dónde reside el engaño entre los amantes, cómo se engañan. Porque no creo que el engaño se oculte en unos centímetros de piel a la altura del vientre o del pecho o de la boca. Tampoco debe estar en la composición química, caliente humedad, de los fluidos intercambiados. A los amantes, como a los muertos, se les lleva en el corazón, dice Coetzee. Y por esa razón, sólo por esa razón, debe ser cierto que solo en el corazón se puede engañar al amante. Y si no se les lleva en el corazón, entonces, ni siquiera se les puede engañar.


"Muchas veces la cabeza sabe conducir mejor que el corazón, aunque no circule por parajes tan hermosos"

Escrito por odyseo a las 1:21 PM | Comentarios (17)

13 de Agosto 2005

Pluridimensionales

Los personajes de los comic solo tienen dos dimensiones, pero aún así son capaces de las más grandes proezas. Nuestros enemigos se empeñan en vernos desde una única perspectiva, quizás para no caer en la complejidad que supone mirar de frente y mirar de perfil a alguien. La policía, que no es tonta, siempre fotografía a los fichados desde esas dos perspectivas, como si se tratara de dos delincuentes distintos, porque sabe que siempre nos podríamos ocultar detrás de una de ellas. Sin embargo, todos sabemos (nos sabemos) que somos mucho más complejos que todo eso. Mi compañero de clase, el de mi izquierda, siempre me vió de perfil y por eso nunca supo cómo era yo. Luego me empeñé en mirar a la vida siempre de frente, pensando que así no ocultaba nada de mí, pero resultó que así tampoco lograba que me conocieran los demás. Leí muchos libros, libros que hablaban de revoluciones y protestas, de teorías para salvar a la Humanidad, de utopías, hasta que conseguí tener un perfil de marxista convencido. Pero de frente, seguía siendo un pequeño burgués. Y así me he quedado, creo yo. Compuesto y sin novia, porque aquella compañera de mesa a la que siempre la miraba de perfil (¡y qué perfil!) resultó tener un fondo nada complaciente y mucho menos profundo, así que opté por la triste soledad antes que por la mala compañía.
Somos seres complejos, llenos de infinitos puntos de vista, de perspectivas diferentes y complementarias (también, a veces, contradictorias) que no pueden quedar reducidas a una simple mirada. Tenemos muchas dimensiones, unas más desarrolladas y expertas, otras más atrasadas u ocultas. Somos todo eso y más, porque de la unión de entre algunas de ellas se obtienen nuevas dimensiones que son las que a veces no llevan a elegir un nuevo camino o a abandonar un viejo proyecto.
Quizás por esta razón soy tan opuesto a las etiquetas, esas marcas que nos ponen (y nos ponemos) los demás para intentar clasificarnos y así conocernos: católico o judío, de derechas o de izquierdas, psicólogo o albañil, padre o madre, casado o soltero, del Barça o del Betis, sevillano o camerunés, hombre o mujer, hetero u homo... ¿Alquien realmente piensa que así conoce a alguien?

Escrito por odyseo a las 6:41 PM | Comentarios (11)

24 de Julio 2005

El vencejo vuela a 200 km por hora

Esta tarde, mientras descansaba tomando el sol en la hamaca, bajo las sombras de la higuera vieja, pasó un vencejo tan veloz como el viento y me hizo recordar una tarde de hace muchos años, en la escuela, cuando el maestro explicaba características de diferentes especies de pájaros y aves diversas. Mi cara se volvía aburrida hacia la ventana. Era una fría y gris tarde de invierno. Recuerdo hasta el olor de aquel instante, cuando aún faltaban quince minutos para salir, y el pensamiento que siempre tenía presente: ¿estaría mi padre en la puerta esperándome? Recuerdo aquella sensación de aburrimiento y obligación mezcladas que me producía la escuela. Recuerdo al compañero que me dio un tirón del hombro para pedirme la goma. El profesor recogía la ficha de los pájaros. Aquellas enseñanzas me sirvieron de poco por no decir de nada. ¿Para qué me iba a servir a mí saber que el vencejo volaba a 200 km por hora? Me puse el abrigo y salí con la angustia viajando en mi estómago hasta que vi a mi padre en el mismo sitio donde siempre, cada tarde, me esperaba. Hacía frío y la tarde era gris, pero la vida, entonces, brillaba alegre porque creía que aquello no se iba a acabar nunca.
Me veo con el billete de ida en la mano (a la vida solo se trae billete de ida) y embarcándome, mientras el vencejo que pasa a 200 km por hora por encima de la higuera vieja me recuerda que esa es la velocidad de nuestro viaje. Acaso para esto sirvió aquella fría y gris tarde de invierno en la escuela.

P.D: según los estudios más recientes, la velocidad de vuelo del vencejo hay que corregirla a la baja, a unos 160 Km por hora, pero eso ya no me consuela. No sé si mi maestro era dado a la exageración o la ciencia entonces no estaba tan avanzada como ahora. Me da igual. Mi memoria nunca falla, pero mi vida vuela ya como un halcón peregrino cuando se lanza en picado hacia su presa a 300 km por hora.

Escrito por odyseo a las 9:16 PM | Comentarios (12)

18 de Julio 2005

Sobre los malos tiempos

"... el interés ha sustituido a la justicia, como la hipocresía a la dignidad... Pensar con honradez es una mala nota a la hora de pretender un trabajo porque la picaresca de traje y corbata alcanza lo que ya no alcanza la vieja virtud. El oro le ha sacado diez cuerpos de ventaja al amor, la ambición es la iglesia con más feligreses y los ídolos ya no están en los templos sino en los bancos... La ambición y la venganza siempre tienen hambre..."

(Vestida de novia, de Antonio Hernández)

Escrito por odyseo a las 1:13 PM | Comentarios (19)

15 de Julio 2005

El nombre de las cosas

Las palabras marcan con su significado a las cosas o a las personas que las portan. Los nombres no son indiferentes al ser de cada cual. Las guarderías y jardines de infancia se llaman Bambi, Pasitos o los Ositos Amorosos, pero a nadie se le ocurriría ponerle el nombre de Selene, Venus o Picardía; así, en cambio, un local de alterne, no podría llamarse Dumbo ( a más de uno le sugeriría una enorme trompa) o Blancanieves (salvo que hiciera alguna asociación mental extraña tras un profundo psicoanálisis), se tienen que llamar Rachel, Bagdad (que estaba lleno de un exotismo oriental muy apropiado hasta que la guerra del Golfo -el golfo de Bush- puso todo patas arriba) o Eros (aquí no es que hayan echado mucha imaginación).
Un despacho de abogados requiere la seriedad de unos apellidos contundentes como Fernández y Fernández. A ningún letrado se le ocurriría poner una placa en la puerta de su despacho que pusiera Kevin Jesús García. Eso le delataría. Lo cual demuestra que ningún Kevin, Jonathan Jesús o Vanessa Isabel llegará jamás (al menos en este país) a hacer carrera (por lo menos de abogado o médico).
Para ser jefe se requiere un nombre sonoro, que provoque no tanto admiración como respeto, y que denote contundencia al pronunciarse: Ramón, Ricardo o Alfredo, podrían servir, pero nunca Agapito, Sebastián (siempre reservado para personal de servicio doméstico) o Gumersindo.
Hablando de personal de servicios domésticos, así como funcionarios de medio pelo, cajeras de supermercado, auxiliares de banca o personal militar hasta el grado de brigada, el nombre no importa, porque siempre se les llama por el apellido con un señor o señorita delante. En ese caso se requiere que los apellidos no sean ilustres y largos, como De la Serna i Margall, sino más bien un simple Sánchez, Romerales o González.
Caso aparte es el del gremio de artistas, que necesitan un nombre entre exótico y sonoro, que sirva como antesala de su creatividad plástica o musical. Aquí hay que cuidar mucho la combinación entre nombre y apellido, tanto a nivel fonético como semántico. Un Juan Rodríguez, no vendería un cuadro en su vida, pero un Gonzalo del Valle los vendería como rosquillas. Si lo tuyo es la música pop no te aconsejo el nombre de David, por gastado y manido. Mejor Javier o Carlos, seguido de un apellido poco frecuente que indique un lugar o una procedencia o el nombre de una mujer que bien podría ser tu madre: De María, Francés, Sevilla o del Pino.
Una excepción es el caso de los políticos, que llevan nombres de lo más normalito, sobre todo en los partidos del ala izquierda (la derecha aun conserva reminiscencias de otros siglos como Aznar, Cabanillas, de la Cierva, etc.). Así lo mismo te encuentras a un Zapatero, que a un Guerra, un González o un Fernández. La democracia tiene estas cosas.
Así, en conclusión, está claro que dependiendo de los padres que uno tenga y de la carga nominal que le impusieran en el registro civil, cada cual verá cuál es el negocio, profesión u ocupación a la que debe dirigir sus pasos. El que avisa no es traidor ;-)))

Escrito por odyseo a las 11:49 AM | Comentarios (28)

13 de Julio 2005

De líneas paralelas

Un hombre y una mujer cualesquiera toman una cerveza, cómodamente sentados en la terraza de un bar cualquiera,en un lugar cualquiera. Él está leyendo el periódico distraídamente, mientras ella, oculta tras sus gafas de sol, contempla a los viandantes que a esa hora del mediodía se encaminan hacia sus casas, unos con la compra y otros como final de un paseo.
Una bomba ha cosechado 24 niños en Irak. Dos mujeres han muerto en Israel en un atentado suicida en un centro comercial. Los terroristas del 7-J eran jóvenes británicos de origen pakistaní alentados por algún imán chiflado.
¿Les apetecen una ceitunas con la cerveza? pregunta el camarero. Sí, por favor, contesta la mujer sin desviar la mirada de un grupito de turistas japoneses que siguen fielmente a una guía que porta un colorido paraguas en la mano.
Entre 200 y 300 muertos en un choque de trenes en Pakistán. Incendio en un Hotel de Costa Rica en el que mueren unas 20 personas. Una joven de nacionalidad rumana intenta vender a su bebé por 500 euros.
Oiga!, ¿qué tiene para picar? Pues hay calamares, revuelto de la casa, montaditos de lomo, jamón ibérico, tabla de quesos.... Ella le mira enamorada por encima del tubo de cerveza. Él levanta por un instante la mirada del periódico y sonríe. Se aman con los ojos.
La policía informa de un nuevo tipo de delito por internet que se aprovecha de las personas que buscan trabajo. Microsoft advierte de fallos de programación en Word y Windows. Varias comunidades en alerta por los posibles efectos de la ola de calor.
Pasa un loco transeunte por la calle. No pide limosna ni molesta a los viandantes. Sólo grita: "Como dice el profeta Isaías, ¿quién de vosotros podrá vivir bajo una lluvia de fuego?... a la voz del angel huyeron los pueblos, quedaron disipadas las naciones y al recoger los despojos de los muertos el Señor de los Ejércitos fue ensalzado".
Nos pone otras dos cervezas y una ración de calamares, por favor.
Terminaron con un café con hielo y unas palabras dulces. El mundo parecía haberse detenido en torno a ellos y aquella tarde que pronto empezaría a deshacerse.

Escrito por odyseo a las 7:16 PM | Comentarios (16)

28 de Junio 2005

Morir de éxito

Mucha gente se descubre a sí misma y ante los demás gracias al éxito. Pero el éxito puede ser el detonante que saque lo peor que llevamos dentro. Nuestras vidas anodinas no son buenos escaparates para mostrar la pasta de la que realmente estamos hechos. Mientras la vida no nos pise el acelerador y nos siga permitiendo respirar dentro de esa burbuja de mediocridad sin altibajos en que nos desenvolvemos día a día, nadie sospechará de nosotros. Seguirán creyendo que somos esos pobres infelices (o felices, que para el caso lo mismo da) que pagamos la hipoteca, que estudiamos unas oposiciones, que sacamos el perro a pasear o que hacemos footing por las mañanas.
Pero, de pronto, un día los dioses se acuerdan de que existimos y nos tocan con su mano; de pronto sentimos el leve roce de la fortuna o de la fama y algo cambia dentro de nosotros. Es como si hubieran descorrido las cortinas y, por fin, nos permitieran ver lo que hay tras la ventana. Pero, realmente, es al contrario: al correr la cortina permitimos a los demás observar nuestro interior más oculto.
De repente, nos encontramos metidos en un mundo novedoso, rodeado de nuevas y fantásticas amistades, que nos consienten todo, hasta las más absurdas extravagancias; que se ríen de todas nuestras gracias mientras sigamos pagando los platos rotos de la fiesta. Abandonamos pareja e hijos, empleos y amigos, abandonamos la vida entera porque nos vamos a comer el mundo y el mundo está a nuestros pies, aplaudiendo, riendo, dándonos golpecitos en la espalda. Entonces aparece nuestro yo oculto, ese viejo lobo astuto que siempre eligió la sombra para pasar desapercibido, y aparece en toda su crudeza y, quizás, vileza. Ya no tiene miedo porque las luces de la gran fiesta le nublan la visión, se atraganta y casi no puede respirar, pero está satisfecho. Ha alcanzado el éxito. Quizás dure solo quince minutos, o quince días, o quince años, quién sabe. Dure lo que dure, nos diremos contemplando los restos del naufragio, triunfamos.

Escrito por odyseo a las 6:48 PM | Comentarios (22)

22 de Junio 2005

Sacudidas

A veces vemos las cosas como las vemos no porque sean verdad, sino porque necesitamos verlas así. La política y el periodismo, lamentablemente, llevan esta práctica a su máxima expresión. Nosotros mismos preferimos en muchas ocasiones ver las cosas como queremos verlas, a verlas de verdad, porque la realidad nos resulta demasiado amenazante.
Sobre la palabra construimos castillos, de apariencia más o menos sólida, pero con unos cimientos altamente frágiles. Y así vamos pasando el tiempo, como queriendo mantener un equilibrio a todas luces imposible.
Solo de vez en cuando se produce una sacudida, una pequeña fisura en el muro de nuestras falsedades, y vemos algo de la luz a la que nos negamos a mirar. El detonante suele ser algo que nos saca de la rutina placentera de nuestra dormida existencia, como una enfermedad, la pérdida de un ser querido, la ruptura de una relación o un cambio en nuestra situación laboral o personal.
Nos asombramos entonces de lo ajenos que estábamos ante la realidad circundante, de lo sometidos que andábamos bajo el velo de las apariencias. Y es cuando viene el momento de le elección: o seguir ocultos y razonablemente tranquilos e insatisfechos, o salir a la palestra para defender nuestro proyecto de vida con uñas y dientes. Lo primero, sin duda, cuenta con la ventaja de la experiencia adquirida. Lo segundo nos augura un futuro a corto plazo duro y estremecedor. Pero el resultado a la larga no es comparable: seguir durmiendo o crecer como personas. ¿Tú qué eliges?

Escrito por odyseo a las 11:29 AM | Comentarios (22)

19 de Junio 2005

Estar vivo

Estar vivo requiere un esfuerzo mucho mayor que el que se requiere simplemente para respirar. Estar vivo requiere esforzarse en salir de la soledad, porque la soledad solo es llevadera si la eliges y durante un rato. En el silencio, la soledad puede ser un rumor insoportable, decía Juan Cruz, y entonces buscas refugio en el hueco del ruido.
Vivir es algo más que comer y dormir todos los días. Es algo más que estar en compañía o tener un trabajo. Vivir requiere palabras, más de una, como las que escribía Pablo Neruda: "Muere lentamente quien se transforma en esclavo de los hábitos, quien no se arriesga, quien evita una pasión, quien no arriesga lo cierto por lo incierto, quien abandona antes de empezar, quien se queja de su mala suerte, quien no viaja, ni lee, quien no sueña ni persigue sueños, quien no confía, quien no lo intenta, quien no ama (.... )". Vivir es conversar con uno mismo y con el otro, "llenar las almohadas del silencio" decía Cortazar.
Vivir es lo más urgente que tenemos entre manos pero a menudo se nos olvida entre tantas otras ocupaciones superfluas. Y entonces, decía Bukowsky, sentiremos la vergüenza de una vida deliberadamente desperdiciada entre tantas vidas deliberadamente desperdiciadas.

Escrito por odyseo a las 8:43 PM | Comentarios (26)

28 de Mayo 2005

Enfermedad

El mundo está enfermo de tontería general, una enfermedad crónica para la que la ciencia, pese a sus indudables y vertiginosos progresos, aún no ha encontrado cura.

Escrito por odyseo a las 7:16 PM | Comentarios (16)

12 de Mayo 2005

Por encargo de una amiga

Por invitación de mi amiga, la artista Leda Cruz, que me ha enviado un cuestionario de preguntas sobre mis preferencias literarias, hoy voy a darle un tono más personal al post y voy a compartir con vosotros mis respuestas:

Comencé a leer muy pronto, principalmente comics y novelas de aventuras y ciencia ficción: Julio Verne, Emilio Salgari, Enyd Blyton, el Hombre enmascarado, Flash Gordon... Luego me pasé a la novela de misterio, policíaca, a la novela negra: Sherlock Holmes, Hercules Poirot... Hasta que un buen día aterricé en la Literatura con mayúsculas: Libro del Buen Amor, La Celestina, el Lazarillo, el Quijote, y una larga lista de clásicos universales: La Odisea, la Ilíada, Hamlet, Rey Lear, Otelo, la Divina Comedia. Cuando llegué a la Universidad mi ritmo de lecturas iba a dos libros por semana y desde entonces no ha variado mucho.

- Me resulta dificil elegir qué libro me hubiera gustado ser (sería tantos). En algunos me quedo con los personajes y en otros con las historias. Posiblemente (algunos ya lo anticipais) sería la Odisea, como hermosa metáfora de la vida: la vida como un viaje interminable que nos lleva de ítaca en ítaca y nos invita a cambiar continuamente, a no estancarnos, a no tener destino cierto ni siquiera paso seguro, pero con algunas certezas en el equipaje que nos permiten ser nosotros mismos siempre.

- A la hora de identificarme con un personaje de ficción, el primero que me viene a la mente es el Max Estrella de Luces de Bohemia, esperpento de sí mismo, bohemio, noctámbulo y poeta. Pero detrás aparecen otros, como Guillermo de Canterbury en El Nombre de la Rosa, con su curiosidad y capacidad de observación; Robinson Crusoe, que necesitó despojarse de su carga de civilización para poder sobrevivir en la naturaleza; Sidharta de Herman Hesse, en su periplo de vuieltas y contravueltas para descubrir la esencia de la vida; el Médico cordobés de Mary Renault, el Adriano de Yourcenar, el fotógrafo Robert Kincaid en Los Puentes de Madison County, el guardian entre el centeno de Salinger, Pantaleón y sus visitadoras, Aureliano Buendía, Port Moresby, Denys Finch, un Barón rampante o cualquiera de los personajes de los cuentos de Borges.....

- El último libro que compré fue La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón, junto con otro, editado hace unos años, Los Juegos de la edad tardía, de Luis Landero, para regalarlos.

- El último libro (de literatura) que he leído ha sido El Amante albanés, de Susana Fortes, una bonita historia en la que se entremezclan amores prohibidos con historias viejas de Albania, antes de que desapareciera el régimen comunista. En cualquier caso, de cabecera y en mi mesa de trabajo, siempre hay varios libros de poesía. Ahora mismo hay una antología poética de Fernando Pessoa, así como Libertad bajo palabra de Octavio Paz, una recopilación de poemas de la Generación del 27 y una antología de reciente publicación de Haiku japonés.

- Ahora mismo estoy leyendo Reconstrucción, de Antonio Orejudo, una novela de tema histórico ambientada en las luchas religiosas entre católicos y protestantes en la Edad Moderna... y tengo una enorme lista de espera con autores como Bolaños, Eco, Asensi, García Marquez...

- A una isla desierta me llevaría cualquiera de los libros que he citado hasta ahora, pero si tuviera que elegir, me quedaría con Rayuela de Julio Cortazar, por todas las posibilidades abiertas que ofrece, con sus personajes singulares, terriblemente humanos, que podemos leer en varias perspectivas y distintas direcciones, porque nunca se sabe si estamos de ida o de vuelta. Además me llevaría la antología de Pessoa y un cuaderno en blanco para escribir yo.

- Ahora paso este encargo a:
Oscar Huerta, por cu capacidad para la creatividad transgresora.
Magda, por su enorme cultura literaria.
Brisa, por mi curiosidad por saber qué lecturas le han conducido a ser tan especial.

Escrito por odyseo a las 10:16 AM | Comentarios (24)

3 de Mayo 2005

Realidad o fantasía

La realidad es el duro campo de batalla en el que hemos de sobrevivir día a día. La realidad es eso, realidad, y no admite cambio ni devolución. La fantasía, en cambio, te la pruebas y si te queda bien te la llevas puesta, como un nuevo traje hecho a medida. La realidad es un banquero malversando los fondos del banco y huyendo con sus cuentas secretas a las islas más exóticas y lejanas; la realidad es un fanático estallando en mil pedazos dentro de un autobus urbano. La fantasía puede ser eso mismo o todo lo contario.
Yo, sin dudarlo, prefiero la fantasía. Prefiero que un alumno piense en lo bien que estaría que entrase un asesino en clase y matase al profesor de matemáticas mientras éste explica las derivadas; prefiero que un loco nacionalista imagine el paraíso de su independencia en el salón de su casa; prefiero que un imán rece todos los días imaginando que con sus rogativas y sermones conseguirá el deseado paraíso para él y los suyos; que un dictador sueñe con la perpetuación en el poder; que un ladrón imagine el interior de la cámara acorazada del Banco de España; que un pirómano se masturbe mientras en su mente crecen las llamas. Prefiero la imaginación, por retorcida que sea. Lo que realmente produce miedo, cuando no vergüenza, es la realidad. Porque la enorme diferencia que existe entre imaginar algo y vivirlo realmente es la que nos permite sobrevivir en este mundo sin volvernos locos. Sin embargo, enseñamos a los niños, a nuestros hijos, a nuestros alumnos, a nuestros jóvenes, que en la vida hay que dejarse de imaginaciones y centrarse en la realidad. Que lo que importa es la realidad y que hay que dejarse de fantasías. Y eso sí que nos debería producir miedo.

Escrito por odyseo a las 9:05 AM | Comentarios (27)

27 de Abril 2005

Ahora me dedico....

Ahora me dedico a fotografiar estatuas, una vez que me he cansado de
intentar retratar personas que nunca se estaban quietas. Las miro
desde todos los ángulos, como intentando descifrar sus secretos tras
la piedra. La gente solo las mira desde un punto de vista, normalmente
de frente o de lado. Nunca por detrás, como si la espalda, las nalgas,
la nuca no formaran parte de su esencia. Es curioso como cada punto de
vista te ofrece una perspectiva diferente, un caracter nuevo y
variable de aquello de por si inmutable y destinado a la eternidad. Su
cara cambia según la mire desde abajo o desde arriba. Sus pies a la
altura de mis ojos son como más presentes y llenos de fuerza que
cuando son solamente unos pies a los pies de una estatua cualquiera.
Antes fui jardinero, encantado de cuidar seres que estaban vivos y
eran simples, nada como la complejidad de la que alardeaban los seres
humanos. Pero me cansé del color verde que nunca me trajo esperanza.
Prefiero el misterio del marmol, con sus vetas como venas de mala
circulación, con sus transparencias de contraluz y sus limpias y duras
sinuosidades de color y forma variables. Casi nunca me atrevo a
tocarlas, como si temiera que con mi leve roce les fuera a insuflar
vida y despertar de su viejo letargo de siglos. Me limito a
acariciarlas con los ojos, inbcluso allí donde todo sabe a prohibido.
Admiro sus posturas, a veces tan afectadas, a veces tan artificiales.
Procuro obviar las manchas que el tiempo ha ido depositando en sus
pliegues y recovecos. No me muestran nada sobre su verddera
naturaleza. Las miro, una y mil veces, hasta agotar a la luz y,
entonces, con sumo cuidado, les robo una foto y otra, para encerrar
su misterio y guardarlo como si ya fuera mío.

Escrito por odyseo a las 8:41 AM | Comentarios (21)

30 de Marzo 2005

Foto de estudio

Uno de los grandes miedos del hombre es el miedo a los cambios. Es tal el horror que le produce, que cualquier pequeña alteración de su sistema vital o de su entorno puede provocarle una crisis tanto más honda cuanto más alteraciones produzca. Queremos que nuestra realidad se quede quieta y permanezca inalterada durante el mayor tiempo posible. Pero es que la realidad nunca es como una foto de estudio, en la que el fotógrafo coloca a cada miembro del grupo bajo una luz perfecta, en la postura exacta, esa que resalta todas sus cualidades, la mejor de las sonrisas. En la realidad siempre hay alguien que se mueve en el último momento, y quien llora, y quien hace gestos inapropiados. La realidad se mueve continuamente, y pretender pasarse la vida haciendo y coleccionando fotos de estudio, momentos de sublime perfección, es perder el tiempo. Y ganar en dolor.
Cuanto antes nos pongamos a la tarea de adaptarnos a la realidad cambiante, de aceptar que nada es eterno, antes podremos asumir nuestras crisis como oportunidades para cambiar aquello que nos molesta o nos causa daño dentro de nosotros mismos. Lo demás es agotarse mientras nadamos contra la corriente.

Escrito por odyseo a las 9:34 AM | Comentarios (24)

8 de Marzo 2005

Excusa

Durante unos días no voy a poder atender el blog. Hasta entonces, un saludo.

Escrito por odyseo a las 8:58 AM | Comentarios (9)

4 de Marzo 2005

Deseo y nada

Noche exacta,
silencio en costras,
el deseo es un
lobo solitario.
Nada hay detrás.

Escrito por odyseo a las 6:45 PM | Comentarios (20)

27 de Febrero 2005

No entiendo nada

¿Cual es la clave de la misteriosa economía espiritual de un Dios que decide ahora matar a 300.000 personas mediante el natural truco de un tsunami, o que todos los días, selecciona a miles de hombres, mujeres y niños, de cualquier edad y condición para mandarles alguna enfermedad o la misma muerte? ¿A quién se le ocurrió crear un mundo cuya salvación requiere el sacrificio de los santos inocentes?
¿Qué clase de creación hizo este ser perfecto que necesita aliarse con el mal para provocar desgracias a diestro y siniestro?
Los designios de ese dios son inescrutables, dicen. y ante semejante idea, solo nos caben dos opciones: la irritación más que teológica o la resignación más o menos cristiana.
A mí, personalmente, ya solo me queda rabia. Ni siquiera me molesto en rebelarme contra esa nada, con la debilidad y el miedo de un Hombre, pero con la altanería y orgullo de un dios, que decía Séneca.
No entiendo las razones, no entiendo ya casi nada. Quizás, tenía razón el filósofo Rubert de Ventós: es "Dios, entre otros inconvenientes".

Escrito por odyseo a las 7:52 PM | Comentarios (26)

23 de Febrero 2005

Haciendo memoria

Resulta que suele ser costumbre celebrar los aniversarios de los blogs personales. Este blog se inauguró hace 374 días, a una hora parecida a esta en que publico casi siempre, un 14 de Febrero. Comprenderán que por no hacerle sombra a San Valentín, haya postpuesto mi celebración del cumpleaños para pasados unos días.
Durante este tiempo le puedo haber dedicado como mínimo una hora diaria al tema en cuestión, lo que equivale a casi 16 días completos que he pasado entre vosotros. Eso es más de lo que he pasado con la mayoría de las personas con las que me relaciono. Pero además, ha sido un tiempo bastante bien aprovechado, en donde hemos leído cosas que no le habríamos contado ni a nuestros más cercanos y nos hemos hecho comentarios muy personales y enriquecedores. Solo por eso ya ha merecido la pena con creces todo el trabajo y esfuerzo dedicado.
Aprovecho, pues, para dar gracias por haberos puesto en mi camino, a sabiendas de que todo es temporal y que cada uno sigue su propia trayectoria. Nuestras coincidencias, momentáneas, son y serán bien aprovechadas mientras duren. El camino es largo y no sabemos dónde exactamente nos llevará tras cada curva, tras cada cruce. Hoy es este y eso me vale. Carpe diem.

Escrito por odyseo a las 8:20 PM | Comentarios (21)

20 de Febrero 2005

Sonrisa


La vi y me quedé varado en su sonrisa...


...la perdí y me di cuenta
de que ya no quedan islas donde naufragar.

Escrito por odyseo a las 8:01 PM | Comentarios (16)

24 de Enero 2005

Ahora me toca a mí....

Después de leer todas vuestras aportaciones y respuestas a la pregunta de abajo, creo que me toca contestar a mí. Ya sé, yo juego con ventaja tras haber leído todos vuestros comentarios, pero para algo este blog es mío ;-)))

Fundamentalmente, coincido con quienes habéis dicho que el amor no se explica, sino que se siente. El amor es un sentimiento y como tal, lo más importante es sentirlo y experimentarlo. Aquellos que solo tienen del amor la teoría se van a la tumba con dolor y tristeza.
El amor no sirve para llenar necesidades y carencias, ni para suplirlas. Sí sirve para cambiarlas. No podemos confundir el "te necesito" por el "te amo", porque tiene unas consecuencias nefastas para la relación de amor y para las personas implicadas.
Cuando yo amo, me entrego, pero sin perder mi ser yo. Me descentro pero no me pierdo ni me sustituyo. Caminaremos juntos mientras nuestros caminos coincidan, pero no dejaré de quererte cuando nuestros caminos se separen.
Como señalan Pep y Peke en sus comentarios, amar significa amar al OTRO, no sólo lo que me gusta del otro. Descubrir, entonces, que Yo y el OTRO podemos ser distintos (de hecho siempre lo somos), que tenemos derecho a ser distintos, a ser como cada uno es, es importante como síntoma de que estamos en el buen camino. Descubrir al OTRO significa darse cuenta de que el otro no eres tú, y que el otro es como es no como quisiéramos que fuera. Cuando descubrimos todo eso y aún así amamos al otro, es que lo amamos de verdad, sin engaños.
Porque una forma de engañar a la persona que se ama es quererla porque pretendemos que se acabe convirtiendo en nuestra calca, que cambie "sus defectos" para acabar teniendo los nuestros.
Porque el amor es gratuito. Cuando amamos, nos entregamos en cuerpo y alma, en todo momento y circunstancia, como señala Mi Rival, pero lo hacemos sin esperar nada a cambio, ni siquiera la misma moneda. El amor te despierta ese entusiasmo por la vida del que hablais varios de vosotros, porque el amor es vida: Ya puedes tener, alcanzar...... que si no hay amor, de nada te vale, decía Pablo.
El amor es mucho más amplio que el simple amor de pareja, que la amistad o el enamoramiento. Ni siquiera se reduce al afecto entre familiares o amigos.
Y como nos recuerda Juanito, citando a Fromm, a amar se empieza amándose a uno mismo. No podemos dar a nadie lo que no tenemos, y si no nos tenemos amor, a nadie podremos darlo. A amar tambien se aprende, recibiéndolo. Por eso, quien no ha recibido nunca amor, no ha aprendido nada más que resentimiento, dolor, odio y rabia.
Pero el amor que se da, como la siembra, te devuelve también amor como cosecha. No necesitamos grandes cosas ni grandes hazañas: el mejor amor está en el día a día, en esos sencillos y simples gestos de amor de cada día, en forma de sencilla sonrisa, de palabra amable, de dar la mano, de prestar una ayuda, de entregar parte de tu tiempo, de tener paciencia, de tolerar las pequeñas dificultades, de olvidar los pequeños defectos, de esperar, de dialogar, de mantener la calma...
El amor se da sin medida ni condiciones, como dice Zirbeth, porque cuanto más damos, más tenemos. En el amor nos entregamos enteros y crecemos en él como personas.

Escrito por odyseo a las 5:45 PM | Comentarios (22)

12 de Enero 2005

Las ruinas de una vida

ruinas.jpg

Son las ruinas de su vida, no sólo los escombros de su casa. No se nota pero es domingo, un domingo por la tarde con las horas hechas cascotes y sus minutos, polvo.
Desde ese momento hasta la noche, y durante varios días, padre e hija andarán sobre los escombros, mirando que el pie no se les meta entre los huecos de su destruida vida.
Si se miran hacia dentro, todo el paisaje está cubierto de escombros y desechos emocionales, repletos de miedo, de un miedo que se pega como azufre a la garganta y te quema y no te deja respirar. Lo han perdido todo, menos las manos y los brazos con que se aferran el uno al otro, como dos edificios adosados, resistentes a enormes cantidades de desamparo.
Necesitarán muchas vidas para olvidar este desastre. Sus ilusiones yacen desperdigadas junto a sus muñecos, sus cepillos de dientes y el que fue su sillón favorito.
En las escuelas de arquitectura estudiarán la resistencia de los materiales, pero no hay escuela donde estudien la resistencia humana de esos dos seres, abrazados y llorando, desesperados y rotos, sin entender qué mal pueden haber hecho salvo el de ser palestinos.
Mañana serán otros brazos y otros seres los que vean cómo entran las máquinas y los soldados a derribar sus muros, sus casas y sus vidas. Y se preguntarán qué han hecho ellos, por qué nadie detiene ese horror, por qué ya nadie se conmueve ante su tragedia.

(Fotografía publicada en El País hace unos meses. Desconozco el autor)

Escrito por odyseo a las 9:02 PM | Comentarios (10)

9 de Enero 2005

¿Qué es la vida?

La vida es un estado de búsqueda continua. Desde que nacemos hasta el mismo instante de nuestra muerte, habremos estando buscando: buscando preguntas, buscando respuestas, buscando afectos, buscando cómo curar las heridas provocadas por las rupturas, buscando sentido, buscando palabras, buscando razones....
Casi nunca encontramos lo que buscamos, pero de camino encontramos otras cosas: unas vienen bien y otras mal, todas son inesperadas. Algunas, yo diría que la mayoría si lo vemos con suficiente perspectiva, son superfluas y podríamos haber prescindido de ellas, pero entonces las aferramos como si fueran nuestra salvación.
Ese es el camino. Lo importante no es conseguir cosas, ni siquiera cosas espirituales, como la iluminación. Lo importante es vivir y comprender la Vida. Buscar la iluminación, como única meta, solo conduce a la ilusión. La vida está en otra parte y, de esta manera, la perderíamos. Tampoco la vida está del lado contrario, la vía hedonista y sensible, pues resulta tan ilusoria como la anterior. Ambas son estupendas vías de escape de la realidad, que nos alejan, en sus excesos, de nuestros semejantes y de sus necesidades. Pero, sobre todo, nos alejan de nosotros mismos, envolviéndonos en una nube de fascinación.
La vida real se mide en pasos muy normales y, casi siempre, nada heroicos: cuidar de un padre enfermo, mirar varias veces por la noche si al hijo le ha subido la fiebre, atender a tu pareja, procurar hacer bien tu trabajo, procurarte una dieta equilibrada de alimento intelectual, ayudar a tu anciana vecina a subir las bolsas de la compra, cuidar de los amigos, procurar ser un buen ciudadano...
Pocas veces hay respuestas a lo largo de ese camino, pero merece la pena.

Escrito por odyseo a las 6:26 PM | Comentarios (21)

6 de Enero 2005

Paisajes del alma

El viejo Horacio siempre me recordó que en sus muchos viajes (realmente sólo hizo un único viaje que duró el trascurso de toda su vida) nunca había encontrado los carteles y letreros indicadores de muchos paisajes del alma que poblaron ineludiblemente el mapa de su corazón. No había carreteras trazadas ni caminos para llegar hasta ellos, pero existían y eran reales.
Nunca me desveló sus secretos ni vías de acceso, pero me describió aquellos paisajes de tal modo que aún puedo verlos retratados en la memoria: allí habitaban, como extraños, los seres olvidados, en casas de ladrillos de adios y sin compañía; sus calles estaban empedradas con trozos irregulares de sinsabores y sus ventanas, traslúcidas, aprovechaban los cristales de lágrimas derramadas por causas justas para resguardarse del viento de los besos no dados. El sol era del color de los amores perdidos. Para sus desplazamientos utilizaban un largo tren compuesto de mil vagones de ilusiones frustradas cuyo combustible eran las palabras falsas, previamente tratadas en una planta de significación ambigua. La basura la recogían en grandes camiones de corazones rotos.... A Horacio no le gustaba sacar fotos de los lugares que visitaba, pero aún guardaba un trocito de inocencia truncada como recuerdo. Decía que le servía como amuleto contra el sueño de la razón.
No sé por qué, pero hoy me acuerdo mucho de tí, viejo.

Escrito por odyseo a las 8:06 PM | Comentarios (22)

4 de Enero 2005

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Este año no voy a pedir que me traigáis nada. No es que no tenga cosas que pediros, es que en vez de traer, prefiero que os llevéis. Así aprovecháis el viaje, que debe ser muy largo.
Para empezar, quiero que os llevéis a Aznar, Acebes y Zaplana, y si os queda sitio, metéis en el mismo saco a su portavoz, un tal Vicente (un señor bajito, calvo y con bigote, que tiene una gracia!!!!). Los podéis dejar en casa de Pinocho, para que le hagan compañía.
También quiero que os llevéis a la Conferencia Episcopal al pleno, con Rouco a la cabeza. A estos los podéis dejar en un hospital de seropositivos en cualquier país africano, por que sepan lo que es realmente el infierno.
Y quiero que os llevéis a los galácticos, a los entrenadores xenófobos, a los tertulianos del corazón, a todos los participantes del Gran Hermano, a Mercedes Milá, a Sanchez Dragó, a los políticos periféricos ultramontanos, a los imanes talibanes, a los bancos que cobran comisiones en las cuentas para donativos, a los que circulan en sentido contrario, a José Luis Moreno y sus presentadoras descerebradas, a las top model anoréxicas, a los periodistas mentirosos, a los hinchas violentos, a los acosadores, a los maltratadores, a los mafiosos de las pateras, a los corruptos del negocio inmobiliario, a los dentistas abusones, a las que cuentan en la tele cómo las violó su peluquero mientras su cuñada estaba en el secador, a los niñas que prefieren estar antes muertas que ser sencillas, a San Judas Tadeo, a los enfermos imaginarios, a los donjuanes de pacotilla, a los pijos perfumados, a Ana y los siete, a Butiglione y a Bush que son de la misma letra.....
Bueno, no me quiero extender. Además, comprendo que habrá que atender otras peticiones y que esa noche (la única que trabajáis, por cierto) esteréis muy ocupados. Pero pensad que de esto no sólo me beneficiaría yo.

Mil gracias de todo corazón, queridos Reyes.

P.D: un último favor: ¿os cabría en alguna parte Carod Rovira?

Escrito por odyseo a las 5:53 PM | Comentarios (31)

1 de Enero 2005

Año nuevo

Por más que uno no para de cumplir años no acaba de abandonar el paisaje mágico de la infancia para enfrentarse al duro desierto de la edad adulta. Aún hoy sigo pensando que, después de la mágica noche con la que despedimos el año, el nuevo día viene limpio de carga y lastre, nuevo, como recién estrenado, y con él, el año que le sigue.
Ingenuamente uno piensa que todo lo malo del año terminado quedará atrás con él y que con el nuevo año estrenaremos todo un mundo mejor, sin guerras, sin catástrofes, sin suicidas en las carreteras, sin políticos molestos e ineptos, sin curas sermoneando al personal, sin maltratadores, sin Bush y sin Aznar.
Ingenuamente uno mira la luz de la mañana y las calles vacías y respira esa paz creyendo que eso es el comienzo de algo nuevo y más puro. Es verdad que si uno no anda atento pisará enseguida un vómito o cualquier excrecencia perruna que le devolverá prosaicamente a la cruda realidad, pero a poco que tenga suerte, ese sentimiento le puede durar aún unas horas, sobre todo si no sale más de casa y no enciende el televisor.
La montaña de buenos propósitos se nos hace posible y nos seduce retándonos.
Se podría decir que somos hasta felices. Nos sentimos fuertes, capaces de arrojar lejos las ruedas de molinos con pinchos con las que hemos tenido que comulgar hasta hace poco. Mañana la tregua se prolongará por ser domingo y haber desaparecido la resaca.
Pero tarde o temprano llegará el vecino, el compañero, la madre, el periódico o el telediario y nos quitará como de una bofetada la niebla de los ojos, la magia del corazón y la ingenuidad de la cabeza: el año no es nuevo, sino de segunda mano, y viene con los hedores de las viejas miserias. No estamos ni más adelante ni más atrás. Estamos exactamente donde lo dejamos. ¡Señoras y señores, amigos todos, bienvenidos a la realidad!!!

Escrito por odyseo a las 9:07 PM | Comentarios (16)

30 de Diciembre 2004

Repasando

Estas fechas suelen invitarme a hacer un repaso sobre lo que ha sido mi vida en el último año (tranquilas/os que no os voy a aburrir con semejante historia). Dentro de este tiempo, un punto importante y novedoso ha sido el blog. Me ha permitido expresarme por un canal hasta ahora desconocido por mí, y, sobre todo, me ha permitido interactuar con un asombroso montón de gente de diferentes partes del mundo.
A lo largo de este año he visto desfilar a muchos de vosotros, comentar mis escritos casi diarios, mis imágenes sin palabras; os he leído y comentado en vuestros blogs. Unos habéis permanecido, otros habéis cambiado de estilo varias veces, otros habéis desaparecido simplemente. Para todos tengo un recuerdo especial. Todos y cada uno de los comentarios que me habéis hecho me han ayudado a ver las cosas desde una nueva perspectiva o me han confirmado en la que ya tenía completando el algún detalle la idea inicial. Me habéis invitado a pensar y me he sentido, en cierta medida, obligado por vosotros para no caer en la dejadez en algunas ocasiones y seguir escribiendo.
Me he emocionado con el maravilloso regalo de vuestras palabras de aliento o con vuestra sincera queja, con vuestro humor y vuestra frescura. Os he seguido casi día a día, con vuestras historias, reales y ficiticias, crónicas de la vida diaria o invenciones imaginativas de vuestra vocación literaria. En todas partes he percibido lo más importante de vosotros mismos: los sentimientos que anidaban en cada momento en vuestro corazón... y vuestros sueños.
Hemos hablado en varios idiomas, hemos funcionado cada uno a su manera y nos hemos respetado en nuestras diferencias. Creo que de alguna manera formamos una comunidad donde el respeto y la libertad se han convertido en una realidad palpable, no virtual. Ese es mérito de todos y cada uno de nosotros. Al menos aquí, podemos ir dando pasos hacia el ideal de tantas y tantas cosas de las que hemos hablado a lo largo de estos meses.
Pero pese a tanta diversidad, creo, por encima de todo, que nos unía un elemento común: la sinceridad de nuestros sentimientos expresados.
Ojalá que el año que ahora iniciamos nos permita cumplir con nuestro ideal de vida y con nuestros sueños, porque son los bienes más preciados que tenemos y porque ellos nos hacen distintos.

Gracias.

Escrito por odyseo a las 11:01 AM | Comentarios (18)

23 de Diciembre 2004

Rarezas

Nos movemos en el día a día de forma que apenas somos conscientes de todo lo que rodea y acompaña a nuestra existencia. Si la realidad funcionara como mi cabeza, el sol saldría un día sí y dos no. Pero la realidad está guiada por extraños mecanismos que hacen que milagrosamente todo funcione sin más dificultad.
Salgo por la mañana y los semáforos funcionan, y hay personas que se han preocupado de hacer pan o repartir periódicos. Me siento a tomar café y la máquina funciona, así como mi hígado (que debe ser mucho más complejo) y el teléfono móvil. Mientras me como la tostada compruebo, no solo que mi dentadura aún recuerda cómo se mastica la comida, sino que la numeración de las páginas del periódico es correcta y que todas las señoritas de la oficina de enfrente han ocupado sin problemas sus respectivos puestos de trabajo. Fuera suenan las ambulancias y pasan los autobuses, el humo escapa por las chimeneas y los niños arrastran pesarosos sus voluminosas mochilas hacia la escuela. ¡Todo funciona! Y sin el esfuerzo que a mí me lleva desde el acto de levantarme hasta el de arrastrar mis pies hasta el bar. El simple hecho de tomarme el desayuno implica que funcionen correctamente los distribuidores y transportistas de la materia prima, además del código lingüístico, el molinillo y la cafetera, el camarero y su despertador. Saco dinero para pagar y, curiosamente, el sistema monetario sigue funcionando sin descanso y me aceptan los euros sin problema. Todo aguanta día tras día sin que se estropee, como dirigido por una inteligencia superior que lo gobierna todo y lo administra sabiamente. Todo, menos mi vida. Qué raro.

Escrito por odyseo a las 8:10 PM | Comentarios (19)

22 de Diciembre 2004

Polvo somos

Caen las Torres Gemelas y el mundo se acaba. Olemos el humo cálido y especial de una pipa y el mundo se recompone a nuestro alrededor. Vemos impotentes las imágenes de la última masacre con coche bomba en las calles de Bagdad y todo parece destinado a perecer. Escuchamos el balanceo del columpio en el parque lleno de niños y todo vuelve a su sitio. La voz de un predicador furioso nos estremece con sus invectivas cargadas de un profundo desamor, tintadas por el color de la sin piedad, y regresamos a la oscuridad de los viejos tiempos. Vemos a un joven anciano teclear en el ordenador y las desgracias anunciadas huyen hacia el precipicio. En el autobus, una adolescente relee por penúltima vez la carta de su imberbe pretendiente y se me olvida la última pifia de los políticos. Compro el periódico en el kiosco y nada más ver la portada noto como el fin del mundo se acerca. Envuelvo con el priódico la barra de pan recién hecho y el mundo empieza a oler a tahona. En la calle veo a un grupo de gamberros aporrear una papelera y darle patadas a una lata mientras gritan su ignorancia a los cuatro vientos. Pero aún queda una rosa tardía en el jardín y la poesía regresa a mis pensamientos. En el bar la televisión bombardea con imágenes de la última mujer asesinada a manos de su marido. En el tunel del metro un flautista anónimo toca un tema de Charlie Parker y me dejo llevar por la melodía...
El mundo se crea y se destruye continuamente, de forma casi simultánea, bajo nuestros débiles pies. El mundo es de arena, frágil e inseguro, mudable y cambiante, fugaz y extraño: se inicia y se acaba todos los días.

Escrito por odyseo a las 8:50 PM | Comentarios (23)

21 de Diciembre 2004

Para el próximo año

¿a qué te quieres

arriesgar?

Escrito por odyseo a las 10:07 PM | Comentarios (23)

20 de Diciembre 2004

Gilipollas as as as assssss

Haberlos los hay por todas partes, pero en nuestro país abundan con especial pertinacia. Unos llevan corbata rosa y otros no llevan corbata, a unos les van las gaviotas desplumadas y a otros las alcachofas mustias; los hay de la periferia y los hay del corazón nacional; algunos solo son maestros en el innoble arte del desplante mientras trasladan sus perfumados traseros en coche oficial o se sientan en un escaño; unos siempre muestran bandera de conveniencia y su mayor patriotismo es siempre hacia la caja registradora de su tienda de ultramarinos; los hay episcopales, cardenalicios y arzobispales, casposos, incapaces de retener a su propia clientela; los hay con moto de agua y ropa intrépida; los hay con coche de muchos aros y sin nada en la cabeza; los hay contumaces, empeñados, emperrados y empedernidos, con escapulario y sobredosis de gomina; los hay podridos de dinero y con prostituta matrimonial en el asiento de al lado; los hay analfabetos con cátedra en cualquier tertulia. Algunos saben articular sujeto, verbo y predicado y hasta han aprendido a falsificar la historia; otros solo saben correr en calzoncillos para darle pataditas a un balón; los hay que son padres de niñas que cantan o hacen alguna gracia; los hay que se creen graciosos ellos mismos. Están en todas partes, en las empresas, los comercios, el transporte público y hasta en el ascensor.........
...Y luego estamos los de andar por casa que perdemos el tiempo contemplando tales vacuidades y prestándoles atención.

Escrito por odyseo a las 8:20 PM | Comentarios (18)

19 de Diciembre 2004

Ser

Los animales se entregan en todo lo que hacen. Pero los hombres, por extrañas razones, nos dejamos llevar por la pereza y la desidia, hasta el punto de parecer que todo lo hacemos sin ganas, hasta el amor.
Personalmente creo que eso no es vivir. Que la vida, aunque no tenga sentido, hay que vivirla con ganas, de todo corazón. Hay que luchar, luchar por causas que realmente merezcan la pena y vivir con la fuerza del amor y de la razón.
Lo demás son tonterías.

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"Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que hagas.
Así la luna entera en cada lago
brilla, porque alta vive."

(Fernando Pessoa)

Escrito por odyseo a las 6:40 PM | Comentarios (14)

14 de Diciembre 2004

La realidad en el WC

Sesión de la Comisión Parlamentaria por los sucesos del 11-M (media mañana):

- Zapatero: "El gobierno en esos días mintió de forma masiva"... ".. borraron todos los archivos y documentos en Presidencia"......"la única vía de investigación clara era la islamista..." ... "... y no hay ningún indicio de vinculación con ETA...", etc...
- Sres. Zaplana y/o Pujalte: " y ustedes ganaron las elecciones gracias al atentado"... "y ustedes iniciaron la campaña del pásalo".... "y todo el mundo sabe que ETA está involucrada en este asunto"... " y la SER y El País mintieron"..., etc.

Descanso para retomar fuerzas, fumarse un cigarrillo aunque está prohibido y hacer un pis.
(Conversación escuchada por un infiltrado en el servicio de caballeros):

- Zapatero: ¿qué, cómo va la cosa?
- Zaplana y /o Pujalte: bien, con esfuerzo, pero se hace lo que se puede.
- Zapatero: si es que la próstata termina por pasar factura.
- Zaplana y /o Pujalte: sí... ufff, ahhhh.... ya sale..... ¿y tú cómo la tienes?
- Zapatero: bien, lo mío son las hemorroides... con tanta sentada..
- Zaplana y/o Pujalte: oye, qué bueno eso de que los terroristas estaban en Lavapiés, Carabanchel y Morata de Tajuña, y no en montañas y desiertos...
- Zapatero: ¿a que sí? se le ocurrió esta mañana a mi mujer mientras me estaba afeitando para venir a la comisión.
- Zaplana y /o Pujalte: oye, qué corbata más guapa...
- Zapatero: sí.. ¿te gusta? puedo enviarte las señas de la tienda... se lo preguntaré a mi directora de imagen....

(Suena el timbre llamando a sus señorías y avisando del final del recreo)

- Zapatero: "El gobierno en esos días mintió de forma masiva"... ".. borraron todos los archivos y documentos en Presidencia"......"la única vía de investigación clara era la islamista..." ... "... y no hay ningún indicio de vinculación con ETA...", etc...
- Sres. Zaplana y/o Pujalte: " y ustedes ganaron las elecciones gracias al atentado"... "y ustedes iniciaron la campaña del pásalo".... "y todo el mundo sabe que ETA está involucrada en este asunto"... " y la SER y El País mintieron"..., etc.


Nota aclaratoria: este suceso es ficticio. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Todos los personajes son ficticios, incluído el infiltrado y el dueño de la tienda de corbatas. Cada cual saque sus conclusiones.

Escrito por odyseo a las 10:25 PM | Comentarios (21)

8 de Diciembre 2004

Viajeros y turistas

Viajar es uno de los mayores placeres de la vida. No es un placer primario, como el vino, que te lo bebes, tal cual, y lo paladeas, disfrutas y gozas directamente. Es un placer complejo en varios grados, que puede conllevar otros placeres añadidos y que requiere de la intervención de muchas capacidades, habilidades y acciones personales.
Viajar no es ir a una agencia de viajes, contratar un paquete que incluya alojamiento, traslados, excursiones y comida. Eso ni siquiera llega a la categoría de turismo. Viajar no es consumir lugares. Mientras el viajero mira, el turista hace tres fotografías y graba un vídeo; mientras el viajero habla con las personas que va encontrando y aprende de ellas, el turista pretende ordenar a los demás cómo tienen que hablarle y cómo tienen que atenderle. El mayor placer del viajero se produce a lo largo del viaje. El mayor placer del turista se produce a su regreso, cuando muestra orgulloso los frutos de su "aventura": diez carretes de foto y un vídeo de aficionado que maltrata a los sentidos y a la inteligencia.
El viajero prepara con antelación sus viajes, leyendo, informándose de la historia y del presente del lugar y sus habitantes, buscando algo que en la literatura se refiera a esa región o esos paisajes. Durante el viaje, huye de los sitios demasiado concurridos, busca el alma de sus habitantes, busca la esencia de sus paisajes y se mete hasta las raíces en sus costumbres, su gastronomía, su forma de ser y estar. No molesta.
El turista viaja con prisas y sin tiempo. No ve la realidad porque solo mira a través de una pantalla o de un visor. No habla con nadie y solo escucha al guía cuando habla de algo barato que se pueda comprar. Va en manadas, ahuyentando el buen gusto a su alrededor, con sus gritos, su vestimenta y sus modales de nuevo rico.
Da igual que uno viaje por vacaciones, por placer, por trabajo; da igual que sean escapadas de fin de semana o puente, o largas estancias. Viajar no es solo trasladarse de lugar, sino que supone una invitación a ampliar nuestra mirada, nuestro conocimiento y nuestras emociones. Viajar supone derribar fronteras, dentro de nuestro ser y fuera de nuestro territorio. Si sabes hacerlo, te convertirás en un ser rico. Si no lo sabes (ni quieres aprenderlo), perderás la mejor oportunidad para sentir la vida a tope. Entonces solo serás un turista, también en la vida.

Escrito por odyseo a las 8:48 PM | Comentarios (22)

1 de Diciembre 2004

Carta a mis desconocidos extraterrestres

Queridos y desconocidos extraterrestres:

No sé si nos estaréis viendo desde el espacio, ahí asomados a las ventanillas de vuestra nave. Si véis muchas luces en mi planeta es que el Corte Inglés ha puesto las luces de Navidad. ¿Que qué es eso de la Navidad? Pues una época del año que parece que no le gusta a nadie, en la que todo el mundo se pone a comprar cosas como locos y se enfada con la familia. Sería muy largo de contar.
El asunto que me lleva a escribiros es otro. Resulta que en este planeta hay un señor muy malo que acaba de ganar unas elecciones (lo de las elecciones es más dificil de explicar que lo de las navidades) y con su pandilla de amiguitos se dedica a matar personas, preferiblemente con turbante, en varios lugares del mundo.
El planeta, espero sepáis perdonarnos, lo tenemos un poquito sucio y desordenado. Unos pocos países ricos se dedican a llenar todo de humos y suciedad. Aunque los otros países han firmado un acuerdo para poner orden en este asunto, el señor malo del que os hablaba antes se niega a aceptar ese acuerdo.
Los trabajadores (unos señores que se dejan explotar para pagar la hipoteca del banco) andan tristes porque cada vez los empresarios (los dueños de los bancos) les explotan más y mejor. Y si protestan pues los mandan a su casa con una mano detrás y otra delante.
Las mujeres en muchos sitios son maltratadas, incluso por sus propios maridos . Algunos dicen que eso es una cuestión cultural que no se puede evitar. La mayoría pensamos que son unos asesinos que solo merecen estar en la carcel pero resulta muy dificil que otros señores, llamados jueces, les hagan algo antes de que maten a su señora esposa.
Muchos niños (sí, nuestras criaturas) trabajan desde los siete años durante doce horas para hacer zapatillas para unos señores que ganan millones por darle patadas a un balón. Las niñas son explotadas sexualmente por unos señores que vienen de muy lejos para que nadie les conozca.
Y mientras todas estas cosas ocurren (y muchas más que ahora por falta de tiempo y por no querer cansaros no os cuento), en mi querido país nos entretenemos discutiendo sobre si los de mi pueblo pueden tener una selección deportiva propia (nosotros somos los mejores en eso de la petanca), que si la bandera de mi pueblo tiene que estar más arriba o más abajo; que si los del pueblo de al lado hablan la misma lengua que nosotros o lo suyo es un simple dialecto; que si nuestros futbolistas llevan publicidad de nuestro pueblo en sus camisetas; que si tú has dicho, que si yo no dije; que si te has reunido con no sé quién; que si te quieres casar y no puedes, que si te quieres divorciar y no tienes espera, que.... En fin, ya veis de qué cosas nos preocupamos en mi pueblo.
Oye, que os lo penséis mejor, que venir aquí para nada, pues que no hace falta que os toméis tanta molestia, que al fin y al cabo nos falta mucho para estar al nivel de los seres inteligentes.

Un cordial saludo

Odyseo

Escrito por odyseo a las 7:59 PM | Comentarios (19)

24 de Noviembre 2004

Ausencias y supervivencias

Nuestro paso por la vida es efímero aunque no nos guste reconocerlo y nos cueste mucho aceptarlo. De jóvenes pensamos que la muerte es algo que siempre le ocurre a los demás. Nos sentimos inmortales, como si nada nos pudiera afectar. Cuando se cumplen los años de la "edad media", la crisis consecuente nos devuelve, como por sorpresa, a un mundo finito y una vida con fecha de caducidad. De pronto caemos del pedestal de la inmortalidad y nos sentimos frágiles y desvalidos. Nos encontramos de cara con el tiempo, "siempre desertor de un pasado, siempre codicioso de un porvenir" como decía Borges.
El viaje, entonces, parece entrar en una desenfrenada carrera cuesta abajo. Todo envejece a nuestro alrededor: la casa donde habitamos ya no es acojedora y agradable, sino un depósito de polvo y cacharros inútiles; los vecinos ya no son aquellos con los que bromeábamos al subir las escaleras a grandes zancadas, sino unos seres desvalidos que buscan en ti el consuelo que no encuentran en su propia familia; tu trabajo ya es agua pasada y nadie te recuerda en la oficina ni en el banco. Pasas a ser invisible, como todo aquello que no gusta, ni atrae, ni entretiene, ni emociona. Entonces sientes la mayor desgracia que una persona puede sentir al final de una vida: el olvido

"No te preocupes, muy pronto nadie se acordará de ti y tú de nada te acordarás" Marco Aurelio

Escrito por odyseo a las 8:36 PM | Comentarios (23)

17 de Noviembre 2004

Héroes

Vivimos tiempos raros y poco dados a mostrar la calidad de las personas. Cada época tiene sus lideres y héroes. En la nuestra, realmente, no sé quiénes son esos héroes.... seràn posiblemente anònimos..... o han desaparecido todos...
Se buscan héroes de verdad, no simplemente famosos.

Cuàles son vuestros héroes?

Escrito por odyseo a las 9:30 AM | Comentarios (24)

12 de Noviembre 2004

Adios a Arafat

Independientemente de la forma de pensar de cada uno, casi todos reconocen hoy que la muerte de Arafat deja un vacío en la política internacional. Líder de la OLP, guerrillero, terrorista, político, superviviente nato, idealista y luchador, fiel a sí mismo y a su ideario, querido por los suyos, odiado por sus enemigos...
Yasir Arafat pertenecía a la iconografía de los años 70. Todos le identifican por su kefya y sus ojos saltones. Yo le recordaré como aquel pequeño hombre de gruesas gafas de pasta que se subió un día a la tribuna de las Naciones Unidas para decir que en una mano llevaba una rama de olivo y en la otra una pistola, y para pedir que no permitieran que dejara caer la rama de olivo. Aquella rama, desde entonces, ha caído muchas veces al suelo y ha sido pisoteada por unos y por otros. La paz no interesa.
Su vida ha sido un continuo superar obstáculos, traiciones, derrotas, de las que siempre supo sacar provecho. Huyó de Egipto, de Jordania, de Túnez, de Israel, de Palestina, de Siria, según sus viejos amigos iban cayendo en la trampa del enemigo con sus dólares y dejaban de hospedarle. Para mí, con sus sombras y sus luces, fue un hombre honesto y un gran luchador. No estoy de acuerdo con todo lo que hizo, pero sí con su causa, a la que entregó su vida hasta que lo han matado Descanse en paz.

Escrito por odyseo a las 9:21 PM | Comentarios (10)

11 de Noviembre 2004

Atrévete a pensar...

Es la frase con que una famosa editorial española ,que celebra ahora sus cincuenta años de vida, se presenta al público en general.
Hace cincuenta años esa frase tenía el sentido de invitar a lo prohibido. Eran otros tiempos, en que la falta de libertades y la censura, lastraban el pensamiento e impedían a la intelectualidad no domesticada por el régimen ejercer su función iluminadora de la sociedad en que vivían.
Ahora que gozamos de un aceptable régimen democrático, de unos derechos y libertades amplios, ahora se trata de que cada uno se aplique a sí mismo el objetivo de atreverse a pensar, atreverse a desafiar al pensamiento único y unidireccional impuesto por los medios, los partidos, las instituciones; se trata de que nos atrevamos a traspasar las fronteras impuestas, a ver otras realidades, a ver otros mundos y enterarnos de lo ajeno, a posar nuestra mirada sobre otros motivos y revisar lo que ya vemos, lo que vimos, nuestro pasado como sociedad, y romper con los esquemas establecidos, los lugares comunes, las perspectivas manidas; es atreverse a leer entre líneas, a dar otros enfoques, a analizar desde todos los puntos de vista, a contemplar la complejidad del mundo y rechazar las explicaciones simplistas, las consignas repetitivas y machaconas; atreverse, en definitiva, a limpiar de irracionalidad nuestra casa, hacer un poquito de limpieza, tirar algunos muebles, restaurar los que aún sirvan y construir nuevas ventanas que se abran a la verdad.
¿Quién se atreve?

Escrito por odyseo a las 8:35 PM | Comentarios (20)

7 de Noviembre 2004

¿Son sólo palabras?

Cada época tiene su propio lenguaje. El valor y significado de las palabras no es inmutable, sino que cambia de la misma forma en que lo hacen las personas, las costumbres, los usos y costumbres, la manera de vestir o los gustos culinarios. El lenguaje de los más jóvenes siempre ha buscado diferenciarse del de sus mayores, buscando los rincones ocultos del diccionario, o sacando punta a la letra pequeña de la gramática, cuando no transgrediéndola enteramente, como signo inequívoco de rebeldía.
La tecnología disponible es un catalizador, muchas veces, de esos cambios. Escribir mensajes de forma rápida en el teclado minúsculo de un teléfono móvil exige, no sólo destreza manual, sino economía lingüística. La rapidez y fluidez de la conversación en un chat precisa igualmente de estrategias de simplificación gráfica de las palabras.
Continuamente están apareciendo nuevas palabras y desapareciendo, o quedando arrinconados en el trastero, viejos significados. Es lo que hace que una lengua esté viva, y es lo que permite que un rapero sevillano se entienda perfectamente con otro colega en Chicago cuando hablan de Hip-Hop. Sin embargo, a un adulto le costará entender que un local esté especializado en electroclash y sobreviva gracias a la magnífica actuación de su Dj residente y la fidelidad de una clientela indie, pop y fashion.
Verbos como tunear o grafitear son ya clásicos entre las jergas más juveniles, pero nuestro vecino el profesor puede pensar que estamos con la tuna universitaria o pintando en una cueva como el hombre paleolítico. En el mercado bursátil de las palabras: pinchar (un disco), tostar (un disco también), cotizan al alza, mientras que copiar o poner están cayendo hasta índices muy bajos.
La publicidad, la moda, la televisión, los cambios culturales, las nuevas escalas de valores provocan importantes movimientos bursátiles: joven, juvenil, fuerte, potencia, velocidad, tecnología, son valores muy seguros, mientras que viejo, débil, artesanal, lento, son claramente valores perdedores por los que ningún agente de bolsa apostaría nada.
Músculo cotiza más que neurona, imagen más que palabra, apariencia más que esencia, atractivo más que bello, superficie más que hondura, cambio más que permanencia, éxito más que meta, fama más que prestigiosueño más que realidad. Así como la economía tiene continuos altibajos y a una época de bonanza le sigue otra de estancamiento o caída, así, en el mercado de las palabras no podemos quedarnos colgados de una apuesta o en un depósito fijo, sino que tenemos que ir moviendo nuestros fondos hacia el interés variable y los depósitos de mayor riesgo, si queremos estar a la última.
En cualquier caso, la palabra definitiva que nunca cambia de valor ni de significado es la palabra dinero. Será por eso que el lenguaje cada vez más es pura economía.

Escrito por odyseo a las 9:36 PM | Comentarios (22)

29 de Octubre 2004

La danza de la realidad

"No sé dónde voy, pero sé con quién voy.
No sé dónde estoy, pero sé que estoy en mí.
No sé qué es Dios, pero Dios sabe lo que soy.
No sé lo que es el mundo, pero sé que es mío.
No sé lo que valgo, pero sé no compararme.
No sé lo que es el amor, pero sé que gozo tu existencia.
No puedo evitar los golpes, pero sé como resistirlos.
No puedo negar la violencia, pero puedo negar la crueldad.
No puedo cambiar el mundo, pero puedo cambiarme a mí mismo.
No sé lo que hago, pero sé que lo que hago me hace.
No sé quién soy, pero sé que no soy el que no sabe".

ALEJANDRO JODOROWSKY. "La danza de la realidad".

Escrito por odyseo a las 8:45 PM | Comentarios (13)

20 de Octubre 2004

Segunda mitad

Llega un momento en la vida en que te das cuenta que ya no estás subiendo hacia la cima sino bajando la pendiente. Y lo malo es que muchos nos damos cuenta de esta circunstancia cuando ni siquiera habíamos apreciado haber llegado a la cima de ninguna parte.
Es entonces cuando, de pronto, la vida empieza a adquirir una pesada consistencia, cuando la bolsa del pasado empieza a pesar como un enorme lastre o como una nostálgica fotografía de lo que fue y ya no es. Pasamos de tener todo por delante a tener casi todo por detrás. Y entonces, olvidas los malos momentos, los tragos amargos que sin duda hubo a lo largo del camino, y te quedas con ese sabor agridulce que tiene generalmente la vida, y es también entonces cuando todo el miedo se te viene encima, como si te hubiera estado acechando tras una esquina hasta encontrar el momento de debilidad adecuado. Miedo a desaparecer, sin dejar rastro, sin que nada suene a tu nombre ni se mueva a tu paso; miedo a desperdiciar lo que te queda de vida; miedo a morir....
Es entonces cuando miras a tu padre y ya no ves en él el apoyo firme, sino la debilidad senil y maltrecha que precisa de tu ayuda para sostenerse; y es también cuando miras a los hijos y los ves aún huérfanos para caminar por la vida y te preguntas por qué carajo tuvieron que venir a este mundo sin tener un seguro de vida que les reconfortara en los momentos duros que inevitablemente van a vivir y sufrir.
Y entonces es cuando tú mismo te preguntas qué has hecho, qué has sido y qué vas a ser el tiempo restante. Entonces, y solo entonces, ves en el espejo la cara del viejo que llevamos dentro y le dedicas un guiño cómplice antes de regresar al ruedo de la vida, o bien te sientas hundido en el sillón dispuesto a no volver a ver el sol ni calentar tu soledad al fuego de otras soledades...

Escrito por odyseo a las 8:30 PM | Comentarios (18)

5 de Octubre 2004

Los ordenadores no tienen cicatrices

La gran superioridad de los ordenadores respecto a las personas no radica tanto en su capacidad de procesar una enorme cantidad de información a gran velocidad o en la capacidad de realizar muchos cálculos y operaciones al mismo tiempo y de forma muy precisa, sino en su capacidad de autoregenerarse.
Los seres humanos, para nuestra desgracia, no nacemos con una cosa, muy simple pero muy importante, como es la tecla de Reiniciar.
Cuando un ordenador se queda bloqueado, o se le introduce una información en su sistema operativo que modifica de forma importante su futuro comportamiento, el ordenador se reinicia y se reconstruye hasta volver a una operatividad máxima y renovada. En el ordenador, para superar un defecto o una adversidad basta con empezar de nuevo: volver a re-iniciar.
Cuando los humanos cometemos una gran equivocación; una de esas en que nos gustaría no haber nacido, nos encontramos totalmente indefensos ante el pasado. No hay posibilidad de rectificar, de volver atrás y actuar de otro modo, de regresar al inicio y no cometer tal o cual error. La experiencia de nuestro pasado nos muestra constantemente nuestros límites. La vida hasta ahora ha sido así y no hay posibilidad alguna de recomponerla de otra manera. Nuestro pasado está saldado, cerrado, sin perdón, y nuestro presente y futuro están de por vida hipotecados en función de dicho pasado. No hay rescate posible para nuestros naufragios.
A lo sumo, nos reconstituimos por dentro, nos adaptamos a las nuevas circunstancias, pero seguimos con la misma carga heredada desde nuestro pasado. Por eso los ordenadores no tienen cicatrices.

Escrito por odyseo a las 8:31 PM | Comentarios (21)

3 de Octubre 2004

Comunicación I

Estamos supuestamente en la Sociedad de la Comunicación y, sin embargo, cada día hay más personas a las que les cuesta comunicarse con sus semejantes, con sus parejas, con sus hijos, con sus padres, con sus amigos, con sus compañeros de trabajo, con sus vecinos. Algunos confunden hablar mucho con comunicarse bien; otros creen que cuando no hablan, no comunican, cuando resulta que, a lo mejor, es en ese momento cuando más están comunicando de sí mismos.
Lo cierto es que no podemos no comunicarnos. Podemos hacerlo bien o podemos hacerlo mal, nuestra comunicación puede ser funcional o disfuncional, pero siempre estamos comunicando. No comunica el que habla de los otros, el que habla mucho pero de sus vecinos y conocidos, o habla de las prácticas de apareamiento de los periquitos. Comunica el que habla de sí mismo, no de sus racionalizaciones (justificaciones, al fin y al cabo, de su estado anímico y de sus actos), no de lo que hace (la conducta es sólo el reflejo exterior de nuestras vivencias, necesidades y deseos interiores), sino, sobre todo, de lo que siente.
Podemos camuflar, ocultar, alterar, esconder, nuestros pensamientos, pero no podemos cambiar nuestros sentimientos. Nos han enseñado a comunicar pensamientos, mal que bien, pero no nos han enseñado a comunicar sentimientos. Creemos que expresamos rabia cuando damos un puñetazo en la mesa al hablar y lo único que expresamos es miedo, pero no lo sabemos o no lo aceptamos. Podemos engañar a los demás, podemos engañar a nuestra propia mente, pero no podemos engañar al corazón.
Hasta los mejores actores se verían en serias dificultades para ocultar sus auténticos sentimientos o para comunicar durante mucho tiempo y de forma prolongada sentimientos que no son los genuinamente suyos propios. Por eso es en los sentimientos donde mejor nos podemos reconocer y dónde más de nosotros mismos aportamos.
El primer paso para aprender a comunicarnos sería, pues, reconocer nuestros propios sentimientos, los auténticos, los que están bajo las apariencias y la superficie. Después hay que encontrar las palabras adecuadas, pero eso es arena de otro costal.

Escrito por odyseo a las 8:17 PM | Comentarios (29)

29 de Septiembre 2004

Tareas 1

Si aceptamos el principio de que la principal misión de cada uno en esta vida es hacer un poquito mejor y más agradable el pequeño mundo que llamamos nuestro entorno, pregunto:

¿Qué has hecho tú para mejorar, aunque sea levemente, tu entorno y para hacer más agradable la vida a tus compañeros de viaje?

Escrito por odyseo a las 8:56 PM | Comentarios (32)

25 de Septiembre 2004

Gymnopedie

Sólo la música sabe lo que yo siento. Sólo ella suena dentro de mí desde aquella tarde en Saint Germain, en el Café del viejo Antoine, cuando te levantaste, cogiste tu bolso y tus libros, y te fuiste caminando hacia el silencio.
Cinco años antes me habías regalado aquel bonsai que tanto me gustaba. Te prometí que lo cuidaría como a nuestro amor.
Aquella tarde descubrí al llegar al estudio que el árbol se había secado. Al pie encontré tu nota: "Otro es mi sueño".

(Música: "Gymnopedie" de Erik Satie)

Escrito por odyseo a las 7:23 PM | Comentarios (19)

24 de Septiembre 2004

Sentimientos III

¿Cómo te sientes

en este momento

de tu vida?

Escrito por odyseo a las 7:23 PM | Comentarios (18)

18 de Septiembre 2004

Fin de semana, noche de sábado

Dentro de unas horas muchos jóvenes y "jóvenas" de este planeta (sobre todo del submundo acomodado y rico) saldrán a la calle dispuestos a dar la batalla a través de las trincheras de la noche y, de paso, someterse a una nueva sesión de eutanasia mental, aderezada en el mejor de los casos con una suerte de desahogos venéreos que concluirán en el inevitable limbo de la amnesia mental y sentimental.
Recurrirán a viejos y nuevos combinados: velocidad, drogas y alcohol, modernos delirios químicos manoseados por mil intermediarios y adulterados en los viejos polígonos industriales donde para la felicidad se han quedado hace tiempo sin existencias. El caso es perder pronto la conciencia de uno mismo, salir de esa cárcel personal que es nuestro propio ser y convertirnos en masa informe, sin conciencia y, por tanto, sin problemas, sin normas, sin objetivos ni metas.
Las sociedades occidentales han alcanzado, tras muchas luchas y penalidades, un nivel de bienestar único en la historia, para que sus jóvenes lo malgasten en mil nimiedades sin sentido. Beber hasta perder el sentido, probarlo todo, hacer cada día una locura mayor, tener experiencias "fuertes" (y artificiales, porque la vida real ya está llena de experiencias fuertes, sólo que ellos no viven en la realidad), tirarse por un puente, ir en sentido contrario por la autopista, lanzarse a las vías del Metro o hacer el caballito con la moto, todo vale para creerse un héroe cuando sólo se es un cobarde. Conducen coches pero no saben conducir sus vidas, hacen el amor pero desconocen el valor de esa palabra porque nunca lo han sentido, odian a sus mayores casi tanto como se odian a sí mismos, y lo llaman diversión, cuando lo único que están haciendo es cavar a grandes paletadas su propia tumba. Sus vidas no son intensas sino que están repletas de un desbordado síndrome de abstinencia.
Viva la muerte!

Escrito por odyseo a las 6:30 PM | Comentarios (11)

17 de Septiembre 2004

Dentistas y otras alimañas

Me fascina la idea de ver a un dentista abocado a la mendicidad, con una gorrilla en la boca del Metro, junto a otros colegas suyos, desdentados y con aliento pútrido. Es su profesión de esas que producen grima sólo con oírlas. Nadie en su sano juicio puede tener vocación de dentista y sentir placer por hurgar todo el santo día en la boca de cientos de pacientes con los dientes podridos. Nadie se pasa cinco o seis años estudiando para eso. Salvo que su vocación sea la de ganar dinero a espuertas abusando de su saber y sin declarar a hacienda.
Para eso sí que tienen vocación algunos. Y no sólo dentistas, sino cirujanos plásticos (toda una vida dedicada a meter silicona en descerebradas), notarios (media hora de duro trabajo al día cuando pasan la firma), empresarios del sector seguros (¿seguros?, ja!), banqueros (ladrones), abogados de lo civil (cuervos), ingenieros de finanzas (buitres) y un largo etc.
Al menos, los fontaneros, electricistas, albañiles, carpinteros, te engañan pero no te saquean de la misma manera y con toda esa impunidad. Estos profesionales, con relativamente poco tiempo de formación obtienen unos ingresos cuantiosos, aunque no gocen del mismo prestigio que los primeros. Cuestión de clases.
¿Qué quieren? Será una obsesión personal.

(Por cierto es la tercera vez que escribo este post y lo publico y misteriosamente desaparece y lo pierdo. Así que si alguno ha leído las versiones anteriores, tiene por delante todo un ejercicio de crítica comparativa)

Escrito por odyseo a las 8:53 PM | Comentarios (15)

13 de Septiembre 2004

Ser rey de ti mismo

No tengas nada en las manos
ni una memoria en el alma,

que cuando un día en tus manos
pongan el óbolo último,

cuando las manos te abran
nada se te caiga de ellas.

¿Qué trono te quieren dar
que Átropos no te lo quite?

¿Qué laurel que no se mustie
en los arbitrios de Minos?

¿Qué horas que no se conviertan
en la estatura de sombra

que será cuando, de noche,
estés al fin del camino?

Coge las flores, mas déjalas
caer, apenas miradas.

Al sol siéntate. Y abdica
para ser rey de ti mismo.

Fernando Pessoa (para Lau y Pródigo)

Escrito por odyseo a las 2:04 PM | Comentarios (6)

6 de Septiembre 2004

Fronteras II

Hay muchos tipos de fronteras, casi todas peligrosas, casi siempre nada acogedoras. Las marcan con distintos materiales: algunas están hechas con la edad o con el sexo, otras con dinero y con poder. Algunas precisan de alambradas y tanques, otras de tarjeta de crédito o libro sagrado, que para el caso es lo mismo.
Hay fronteras territoriales, similares a las que señalan los animales con sus defecaciones. Siempre huelen a exclusión o encarcelamiento. No permiten que corra el aire de la libertad. Algunos se sienten seguros dentro de ellas, desconociendo el peligro que entrañan. Sólo hay que ver sus banderas, allá en la puerta, junto a las garitas, y comprobar que dichos trapos multicolores están hechos con pedazos de vendas, tiritas y gasas de los caídos en miles de guerras ancestrales. Aún así, algunos todavía son capaces de cometer las mayores atrocidades por defenderlas, por crearlas nuevas o por cambiarlas.
De todos modos, las más peligrosas (aún más que las anteriores), son las fronteras mentales, las que nos impiden ver y pensar desde la luz y la razón. Son las fronteras hechas con miedos, con culpas, con duelos, con frustraciones y prejucios, con lágrimas y dolor. Sus alambradas son apenas perceptibles a los ojos pero el daño que provocan al intentar atraversarlas disuade al más valiente de intentarlo de nuevo.
Esas fronteras son las peores, las que nos impiden ser nosotros mismos, sentirnos libres con nuestra vida y nadar a favor nuestro. Por eso, antes que cualquier otra, la primera revolución ha de declararse en nuestro corazón.
Pedid la independencia!!!! Pero no para aislaros, sino para mezclaros; no para fijar nuevos límites, sino para romper todas las barreras; no para dividir sino para unirnos en fraternal humanidad.

Escrito por odyseo a las 8:25 PM | Comentarios (11)

4 de Septiembre 2004

Fronteras

¿Qué fronteras debemos respetar?

Escrito por odyseo a las 8:13 PM | Comentarios (14)

31 de Agosto 2004

Nuevo Ministerio I

Acabo de recibir una señal ("I have a dream..."):
Querido Presidente ZP, en los próximos presupuestos le ruego que establezca y considere una partida para la creación de un nuevo ministerio dentro del organigrama del Gobierno que usted preside con esa sonrisa de Jocker y ese talante bucólico-pastoril. A saber, un Ministerio de las Vacaciones.
Basta ver cómo están las calles e hipermerados de las ciudades hoy, día 31 de Agosto, y compararlo con el estado en que se encontraban las mismas ciudades hace unos días, para comprender la necesidad de tal Ministerio. Se trataría de evitar, por un lado que el país se paralice en un mes del año, que las zonas turísticas se congestionen en dicho mes, y que se produzcan las temidas operaciones retorno, entre otros males.
Para lo cual, propongo las siguientes medidas:
1- Todos los ciudadanos tomarán por estricto orden alfabético un mes de vacaciones a partir de ya. Los apellidos que empiezen por la letra A y B, el mes de Septiembre, los de la C y D, el mes de Octubre, y así hasta el final del alfabeto y calendario. Cada año se rotará para que no coincidan los mismos en los mismos meses. (Con suerte, dentro de doce años me toca el mes de Agosto).
2- Las parejas tienen derecho preferente para permutar sus turnos con otras parejas y hacer coincidir los periodos vacacionales de ámbos, siempre que lo deseen (para que la Iglesia no nos vaya a acusar de atentar contra la institución familiar. Los hijos mayores de 16 años, pueden elegir turno parental o por libre. Habrá becas para adolescentes con acné.
3- La Direción General de Destinos asignará un cupo máximo a las playas y los que no quepan, tendrán que ir al campo, la montaña y el turismo rural. Mediante un sistema de puntuación acumulable a lo largo del año (por ejemplo: por no tirar la basura al contenedor antes de las horas permitidas, 2 puntos; por respetar los semáforos y llevar el casco puesto, hasta 5 puntos; por llegar puntual al trabajo, tres puntos; por pagar a Hacienda y pedir el IVA en la consulta del destista, 10 puntos; por pedir que le den la medalla al trabajo a Sabina y que se retire de los escenarios, 50 puntos, etc...).
4- La Subsecretaría de Turismo de riesgo y aventura, determinará la cantidad de fianza que cada ciudadano que se acoja a esta modalidad turística deberá desembolsar antes de tirarse por un puente o por un barranco, para así poder cubrir los gastos del sepelio o de la asistencia sanitaria que precisen. Caso de no ser necesaria, se le reembolsará en forma de Bonos del Tesoro y Entradas al Forum de Barcelona.
5- El Gobierno se reserva la posibilidad de establecer una serie de Parques Naturales Turísticos, a modo de reserva, para hooligans ingleses, cerveceros alemanes y mafiosos del Este de Europa, con el sistema de "todo pagado" desde la entrada en la reserva hasta su salida esposados el último día de estancia.
6- El nuevo y nutrido grupo social de los impares (divorciados, separados, viudos, solteros, y demás gente con miedo a comprometerse y alergia a la compañía continua) servirán como grupos de apoyo para cuadrar números en los cupos de adjudicación tanto mensual como de destino (que para eso están los impares). Tanto en restaurantes y cafeterías, como en hoteles, moteles y prostíbulos, los huecos en mesas, camas y demás jodiendas serán cubiertos por los susodichos, para aprender la solidaridad social de la que están tan faltos el resto del año.

Esperando que sean de su buen parecer y agrado, se despide el abajo firmante.

Un cordial saludo, compañero Presidente.

Odyseo, a su colega Hallofon, cuyo sentido del humor es inimitable.

Escrito por odyseo a las 9:12 PM | Comentarios (12)

29 de Agosto 2004

Perder y ganar

Vivir es perder. Cada día, cada hora, cada minuto perdemos algo. Al cabo del tiempo, te das cuenta, de pronto, que has perdido la infancia, que se te fue la niñez, que también has perdido la adolescencia y casi la juventud. Un día descubres que has perdido el pelo y al siguiente has perdido las fuerzas y casi el aliento.
Otro día miras a tu alrededor y confirmas que se han ido yendo tus amigos, tus seres queridos, tus rincones favoritos, tus lugares. Y ya nadie te resulta familiar y hasta tus costumbres cotidianas te parecen anormales.....
Pero vivir, también es ganar. Ganar experiencias, ganar tranquilidad, ganar amigos (y enemigos), ganar kilos y ganar distancia, sabia mirada que casi sin mirar todo lo ve bajo la aparente capa de su superficie. Es ganar, también, lugares, reconquistar sitios y abrir ventanas, es ganar aire hasta ganarte un hueco en la tierra. Y volver.

Escrito por odyseo a las 8:10 PM | Comentarios (10)

26 de Agosto 2004

Zona catastrófica

La playa en verano es un sitio cruel y despiadado, donde la verdad se pasea oliendo a protector solar y a sardina asada de chiringuito. No suelo frecuentarlas salvo en casos de extrema necesidad, como ha sido el caso recientemente.
Lo primero, nada más mirarme, fue declarar mi cuerpo como zona catastrófica y pedir a las autoridades una subvención (no estaba asegurado) para intentar pagar el tratamiento que elimine de mi ser toda una serie de elementos adiposos en forma de michelines, blanduras, callosidades, durezas, arrugas, varices, que de forma inexplicable se han apoderado de todo el espacio habitable de mi persona.
En segundo lugar, me he dado cuenta de que soy el eslabón perdido entre el homo sapiens sapiens y el neandertal, dada la escasez de vello corporal que he apreciado entre los que creía mis congéneres, en contraste con las abundantes y selváticas fragosidades que se extienden por mis piernas, brazos y abdomen. La metrosexualidad se me pone muy cuesta arriba.
Por último, y en vista de todo lo anterior, me voy a buscar un buen psiquiatra, tipo Frasier, que me responda a la cuestión final: por qué yo iba tan feliz por la playa paseando mi nutrida y velluda existencia, mientras los demás llevaban esas caras de angustias esculpidas en sus bellos cuerpos imberbes.
¿Será la cera? O ¿será el hambre?

Escrito por odyseo a las 6:19 PM | Comentarios (12)

25 de Agosto 2004

Deseos IV

¿Qué deseas?

Escrito por odyseo a las 6:05 PM | Comentarios (19)

24 de Agosto 2004

Ilusión

(…) E de novo acredito que nada do que é importante se perde verdadeiramente. Apenas nos iludimos, julgando ser donos das coisas, dos instantes e dos outros. Comigo caminham todos os mortos que amei, todos os amigos que se afastaram, todos os dias felizes que se apagaram. Não perdi nada, apenas a ilusão de que tudo podia ser meu para sempre.

(..) Y de nuevo creo que nada de lo que es importante se pierde verdaderamente. Apenas nos eludimos, juzgando ser dueños de las cosas, de los instantes y de los otros. Conmigo caminan todos los muertos que amé, todos los amigos que se alejaron, todos los días felices que se apagaron. No perdí nada, apenas la ilusión de que todo podía ser mío para siempre.

Miguel Sousa Tavares, Eternamente

Escrito por odyseo a las 7:00 PM | Comentarios (16)

16 de Agosto 2004

Breve paréntesis

vacaciones.jpg


Hasta la semana que viene!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Escrito por odyseo a las 8:23 PM | Comentarios (11)

15 de Agosto 2004

Deseos del prójimo

"En la ciudad irlandesa de Belfast, un sacerdote católico, un pastor protestante y un rabino judío se enzarzaron en una acalorada discusión teológica. De pronto se apareció un ángel en medio de ellos y les dijo: "Dios os envía sus bendiciones. Formulad cada uno un deseo de paz y será satisfecho por el Todopoderoso".
Y el pastor dijo: "Que desaparezcan todos los católicos de nuestra hermosa isla y reinará la paz".
Luego dijo el sacerdote: "Que no quede un solo protestante en nuestro sagrado suelo irlandés y vendrá la paz a nuestra isla"
"¿Y tú qué dices, rabino?" le preguntó el ángel. ¿"No tienes ningún deseo?".
"No" respondió el rabino. "Me conformo con que se cumplan los deseos de estos dos señores".

A. de Mello

Escrito por odyseo a las 9:35 PM | Comentarios (6)

7 de Agosto 2004

La eternidad son dos horas

La eternidad son dos horas entre dos vacíos donde se ahogan los fracasos y los sueños, las inquietudes y esperanzas, las ilusiones y los deseos. Ultimamente siento que todo el pasado se reduce a la hora inmediata que acabo de vivir y que todo el futuro se concentra en la hora siguiente que voy a gozar todavía.
Una hora atrás y una hora hacia delante, dejando en medio, como en suspenso, el instante presente, fugaz y luminoso como un destello. Es como una especie de rito de supervivencia, para no ausentarme entre los hilos más densos de la historia o entre los inconmesurables destinos del porvenir. Sólo dos horas y, en medio, ese instante en el que me siento vivo y libre.

A mi amiga Brisa, que sopla en algunos de esos instantes con su olor fresco de mar.

Escrito por odyseo a las 1:00 PM | Comentarios (6)

5 de Agosto 2004

Deseos

"Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar,
no guardes rencores.
Te deseo también que tengas amigos, y que,
incluso malos e inconsecuentes,
sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno
en quien puedas confiar sin dudar porque la vida es así,
Te deseo también que tengas enemigos,
ni muchos ni pocos, y en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas.
que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además, que seas útil, mas no insustituible.
Y que en los momentos malos, cuando no quede mas nada,
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante;
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho
e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena,
que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras, con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,

que existen, y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un
jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera,
te sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla,
por mas minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas esta hecho un árbol.
Te deseo también que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno,
Puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer,
y que siendo mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar."

"Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo mas nada que desearte"

Victor Hugo

Escrito por odyseo a las 12:35 PM | Comentarios (10)

26 de Julio 2004

Lecturas recomendadas

Hoy me vais a permitir que haga algo que no suelo hacer. Se trata de algunas recomendaciones sobre posibles lecturas para este verano.
Naomi Klein hizo un buen trabajo sobre la política de las grandes multinacionales, que venden marcas más que productos, y analizó posibles actuaciones que permitirían a los consumidores luchar y enfrentarse a la voracidad de dichas empresas. Su libro tiene un título sugerente: No Logo. El poder de las marcas.
Otro libro interesante es el del suizo Jean Ziegler, profesor de la Sorbona, sobre la situación económica actual y el problema del hambre. Para él (opinión que comparto enteramente) quien muere de hambre, muere víctima de un asesinato. Su título es Los nuevos amos del mundo y aquellos que se les resisten.
Luís de Sebastián vuelve con un nuevo análisis de la trayectoria de los Estados Unidos en los últimos años, desde un punto de vista no exclusivamente económico. Sus conclusiones indican que el gusano de la corrupción ataca al gigante americano hasta convertirlo en un gigante con los pies de barro. Precisamente ese es el título: Pies de barro. La decadencia de EEUU de América.
Por último, de Kenizé Mourad, El perfume de nuestra tierra. Voces de Palestina e Israel, donde da la palabra a múltiples y variadas voces tanto de un pueblo como del otro. El material informativo que aporta es muy interesante.

Espero que os aprovechen.

Escrito por odyseo a las 10:50 AM | Comentarios (9)

17 de Julio 2004

Delitos I

La capacidad del hombre para el delito es casi tan grande como su capacidad para la bondad. Todo depende de las circunstancias y momentos. Hay delitos condenables y delitos perdonables. La diferencia a veces no es fácil salvo que se consulte al corazón. Hay delitos de sangre, violentos, premeditados o fruto de un arranque cegador. Hay delitos sexuales, delitos domésticos, delitos infantiles, delitos penales y civiles, fiscales, nacionales e internacionales; delitos contra la propiedad, delitos contra la libertad, delitos de falsedad, delitos por seducción, delitos por omisión...
De estos últimos quería yo hablar. Del delito de lucidez, por el que se debería castigar al que no lo cometa más que al pobre que sufre por él. La lucidez es una maravillosa luz en lo alto del faro de nuestro pensamiento que rasga la negrura ignorante para esclarecer la mente ante la realidad; pero también es una pesada carga que te hace participar de todas las desgracias ocultas. La lucidez hoy es un delito, que se persigue y castiga, porque a nadie le interesa tener al lado a un sujeto que te devuelve, como bofetadas, la verdadera realidad de las cosas. Ser lúcido es ser “persona”, porque de la otra manera tendríamos nuestras capacidades disminuidas o adormecidas. Pero ser lúcido supone, a veces, enfrentarnos a nuestros miedos y a nuestras ignorancias consentidas, a nuestras defensas, para derribarlas. Pero ahí no acaba la guerra, porque detrás de la muralla está la fortaleza de nuestro pasado, de nuestros complejos, de nuestros temores más ocultos.
En una sociedad y en unos tiempos donde se busca huir de todo lo que se parezca, aunque solo sea mínimamente, al dolor, a la muerte, a la vejez, a la enfermedad, a las injusticias, a las desgracias... ser lúcido es un privilegio, pero también un fardo pesado en el corazón de los hombres. Aún así, cada uno debería luchar por su fardo.

Escrito por odyseo a las 12:16 PM | Comentarios (17)

14 de Julio 2004

Aprendiendo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
...Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende.
Y aprende... y con cada día aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar lo hace cualquiera, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...

(De mi amiga Carly, que siempre tiende una mano sabia, aunque sea por e-mail)

Escrito por odyseo a las 11:10 AM | Comentarios (18)

24 de Junio 2004

Comprometerse con la verdad

Hace unos días escuché a José Saramago hacer un planteamiento en favor de la verdad muy de su estilo y de su filosofía personal. Decía que los ciudadanos tenemos un enorme poder en nuestras manos si sabemos utilizarlo:
cuando cojemos el mando a distancia del televisor y elegimos ver un programa u otro, o elegimos apagarlo; cuando compramos este o aquel producto, de esta marca o esta otra, o elegimos no comprarlo; cuando votamos a este u otro partido, o elegimos no votar, o votar en blanco.
Pero sobre todo tenemos un enorme poder cuando elegimos comprometernos con la verdad bajo toda circunstancia y situación. Hay que decir la verdad. Hay que decir la verdad siempre, y denunciar lo falso, la mentira, en la política, en la economía, en la religión, en la sociedad, en la cultura, en el arte, en las relaciones personales, en las relaciones profesionales y sociales.
Hay que decir la verdad, aunque vivamos en un mundo donde se valoran más las apariencias y la verdad desnuda está en desuso y resulta poco práctica, por dificil y por costosa. El camino de la mentira, de lo falso, de lo aparente, de lo superficial, es más fácil y sencillo, al menos a corto plazo.
En un mundo donde nadie es responsable de nada, donde la responsabilidad es una carga de la que se huye como del diablo, la mentira se impone como instrumento de justificación de cualquier acto, como excusa de cualquier compromiso o como disfraz de cualquier obligación. En un mundo donde los políticos, los periodistas, los profesores, el gobierno, la iglesia, ... mienten, nosotros podemos elegir el camino más dificil pero único para alcanzar la dignidad y la libertad.
Yo pienso que hay que elegir la verdad y decirla siempre.

Escrito por odyseo a las 6:38 PM | Comentarios (22)

19 de Junio 2004

Si Freud levantara la cabeza

Si Freud levantara la cabeza se encontraría con que su vieja teoría del Yo, el Ello y el Super-Yo, se ha quedado obsoleta. Ahora a todo eso como mínimo hay que añadir los Nicks o alias que cada uno/a utiliza como tarjeta de presentación de sus realidades virtuales.
¿Quién sabe qué se oculta bajo la Higuera de Timón?; ¿es realmente Ubu lo mejor de cada casa?; ¿la Chica de la falda roja lleva falda o pantalón?; ¿Lua no será Moonsa?; ¿Dolores realmente tiene treinta y pico?, ¿Hallofon no será realmente el alter ego de Aute?, ¿existe un Reino Sumergido?, ¿Beatrice no vivirá en un convento de clausura y sólo sale al exterior a través del ordenador?, ¿Brisa no será un estudiante de Wisconsin haciendo un master sobre sistemas de cubiertas y ventanas?, ¿Será Jaio realmente una espía de su majestad o la propia reina de Inglaterra?
¿Quiénes son realmente Oscar, Maite, Chloe y David, Juwe, Sofrega, Jujan, Memoria, y tantos otros/as?. ¿Somos quiénes aparentamos ser o utilizamos nuestros alter egos para mejorarnos, empequeñecernos, agrandarnos, estilizarnos, enmascararnos...? ¿Es más real nuestro alias o nuestro yo? ¿Quién trabaja más y mejor, quién se porta mejor en la cama, quién se divierte más, quién sufre, quién se enamora y desenamora? ¿quién es el que expresa esos sentimientos o el que piensa esas ideas?
¿Hombre o mujer, viejo o joven, casado o soltero, dulce o ácido, Odyseo u Horacio o G.? ¿Quién soy yo?¿Yo, yo mismo o mi alias, o el alias de mi alias?

¿Quién soy más yo?
¿Y a quién le importa?

Escrito por odyseo a las 7:37 PM | Comentarios (26)

6 de Junio 2004

Ojos

No todos los que tienen los ojos cerrados están dormidos,
ni todos los que tienen los ojos abiertos pueden ver...
¿De qué sirve tener ojos
si el corazón está ciego?

A. de Mello

Escrito por odyseo a las 9:28 PM | Comentarios (21)

5 de Junio 2004

Luchemos

Luchemos, contra todo aquello que nos esclaviza.. luchemos, .. contra todo lo que nos tiranice.. a nosostros los seres humanos... luchemos.
Luchemos con ganas, como cuando hacemos el amor.. y con la verdad por delante.. porque ese es el único camino de la liberación.
****** ****** ******
"...la lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido". (Milán Kundera)

Escrito por odyseo a las 8:25 PM | Comentarios (4)

4 de Junio 2004

Libres

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Adbusters.org

Escrito por odyseo a las 8:36 PM | Comentarios (10)

23 de Mayo 2004

Te doy una canción

Como gasto papeles recordándote,
como me haces hablar en el silencio,
como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me vea nunca contigo...

... y cómo pasa el tiempo,
que de pronto son años
sin pasar tú por mí, detenida...

Te doy una canción si abro una puerta
y de las sombras sales tú,
te doy una canción de madrugada
cuando más quiero tu luz...

Silvio Rodríguez

Escrito por odyseo a las 8:50 PM | Comentarios (18)

22 de Mayo 2004

Confesiones I

Horacio, viejo amigo, estoy cansado. He fracasado en todo. Me apeé de la vida por la ventana trasera y solo encontré gente igual que la otra. Los proyectos ya son estiércol de conquistas futuras...
He soñado, más de lo que lo hizo César, pero el mundo no es para quien sueña conquistarlo, aunque tenga razón. Mis pensamientos me llevaron lejos mientras el tiempo se me escapaba entre los dedos y cuanto más apretaba, más rápido se echaba a la fuga. Todo lo tiro al suelo como he tirado la vida y me quedo, solo, con la amargura de lo que nunca seré.
Me lanzo sobre la cama como se arroja la ropa sucia al cesto y busco el consuelo de los viejos dioses olvidados. Mi corazón está vacío...
Horacio...no existen los paraísos perdidos. Los busqué inútilmente hasta agotarme. A ellos sacrifiqué hacienda y familia recorriendo el mundo de acá para allá.
Morirás tú y moriré yo con la sola seguridad de los infiernos encontrados.

Escrito por odyseo a las 8:01 PM | Comentarios (11)

13 de Mayo 2004

Olvidos

A diario llega a nuestros oídos un cúmulo de palabras que a fuerza de repetirse han perdido su mucho o poco sentido. Palabras como odio, violencia, tortura, guerra, crisis, paliza, abusos, desencuentro, esclavitud, injusticia, desastre, cruento, asesinato, muertos, cadáveres, hambre, diferencias,desigualdades, enfermedad, miedo, terrorismo, humillación... se repiten y se repiten, con o sin soporte de imagen y sonido.
El mundo de nuestro alrededor se construye con nuestros actos y se define a través de las palabras. Es el lenguaje el que sirve como herramienta básica de construcción de los actos. Desde que pensamos lo que vamos a hacer hasta que lo hacemos, cómo y cuándo, son decisiones pensadas a través del lenguaje y de las palabras. Y en ese proceso de construcción hemos olvidado algunos elementos esenciales, palabras que nos ayudarían a construir un mundo mejor y más acogedor.
Si como dicen las modernas teorías físicas, el vuelo de una mariposa en el trópico puede desencadenar una tormenta en el Mediterráneo, nuestras palabras, nuestros diminutos actos, pueden ayudar a mejorar la vida en el planeta. Para ello tendremos que volver a recordar palabras como paz, libertad, justicia, amor, alegría, paciencia, tolerancia, respeto, compasión, empatía, gozo, placer, equidad, razonabilidad, igualdad, cercanía, regalo, amistad, diálogo, compromiso, convivencia, acuerdo, gratuidad, serenidad, construir, unión, sentir, vivir, respirar, repartir, invitar, hospedar, calmar... recordar.

Escrito por odyseo a las 9:20 AM | Comentarios (6)

10 de Mayo 2004

En busca del tiempo perdido

Si consideramos que el ser humano duerme una media de ocho horas diarias, esto nos lleva a la conclusión de que nos pasamos un tercio de nuestra vida dormidos, es decir, no conscientes de nuestro ser. En cualquier caso, dormir es una necesidad fisiológica incuestionable, por tanto, debemos dar por bien uitlizado el tiempo dedicado a dormir (aunque nuestros sueños vayan por derroteros distintos). Sería como el tiempo dedicado a cargar la batería del móvil o del ordenador portátil.
Pero ahora vamos a echar cuentas sobre las 16 horas restantes de nuestra vida diaria. Para ello nos vamos a poner en el pellejo de un sujeto normal, medio, de esos que siempre pasan desapercibidos porque no son ni muy guapos ni muy feos, ni muy inteligentes ni demasiado torpes, ni muy listos ni muy tontos... vamos, del montón. Es decir, como tú y como yo, no nos engañemos.
A desayunar, comer y cenar le puede dedicar en total unas dos horas (seguimos hablando de esas malditas necesidades fisiológicas indispensables).
A trasladarse hasta el trabajo en cualquier medio de transporte, privado o público, una hora. Ir en ascensores que le suben y bajan junto a personas desconocidas con las que no cruza ni palabra ... diez minutos. Hacer cola en el supermercado, el kiosco de prensa, la máquina del café, el servicio.... media hora. Escuchar los comentarios de tus compañeros sobre el vestido de fulanita o el divorcio de menganito... otra media hora. Volver a oir comentarios parecidos referidos a personas "famosas" en la televisión... una hora. Ver el telediario para supuestamente estar informado... media hora. Ir al servicio de vez en cuando para evacuar lo comido y bebido... 20 minutos.
Total, lleva ya gastadas otras 6 horas y como quien dice no ha hecho nada, al menos nada digno de mención.
Si ahora contamos el tiempo que pasa ante la fotocopiadora, hablando con la secretaria del jefe, andando hasta el aparcamiento, haciendo la compra, preparando algo de comer o cenar, duchándose (esto lo recomiendo encarecidamente), echando la bonoloto de esta semana, bajando la basura, sacando a pasear al perro, esperando a que la del quinto cierre la puerta del ascensor y se despida de su novio, para poder subir hasta el séptimo sin perder la vida en el intento; esperando a que suene el ring del microondas mientras se calienta la pizza precocinada, esperando que se termine el programa de lavadora para tender la ropa que si no luego no hay quien la planche; planchando, limpiando, barriendo, ordenando la casa....
¿Cuánto tiempo al día puede dedicar esta persona a hacer algo creativo, intelectualmente motivante, importante para sí mismo y para la comunidad, digno de elogio y alabanza por parte de las generaciones venideras, que le llene de satisfacción y le de sentido a su vida?
Cero patatero, cero..... patatero!! (pronunciesé poniendo voz atiplada, como de adolescente en pleno cambio hormonal y con gallitos).

Escrito por odyseo a las 6:24 PM | Comentarios (7)

27 de Abril 2004

Pregunta

¿ A qué suena el silencio?

Escrito por odyseo a las 6:41 PM | Comentarios (17)

24 de Abril 2004

Ser Dios

No sólo quien nos odia o nos envidia
nos limita y oprime; quien nos ama
no menos nos limita.
Los dioses me concedan que, desnudo
de afectos, de la fría libertad
de las cumbres yo goce.
Quien quiere poco, tiene todo; quien
nada, es libre; quien no tiene o desea,
hombre, es como los dioses.

Fernando Pessoa

Escrito por odyseo a las 5:46 PM | Comentarios (5)

19 de Abril 2004

Se ha abierto la veda

De aquí hasta el comienzo de la temporada de verano, queda oficialmente abierta la veda. Ya podemos lanzarnos a la caza de esos kilos de más, esos michelines morcillones, esas curvas cerradas, esas barriguitas recolgonas, esas pistoleras de anchura. Hoy matamos una celulitis, mañana nos hacemos la liposucción, días después un estiramiento y todos, todos, todos los días, al gimnasio, a sudar la pringue, a quemar la grasa, a reventar calorías y saludar a las amigas, mientras con envidia el rabillo del ojo nos devuelve que ellas ya han alcanzado esa ansiada talla menos.
Todo sea para poder pasear con la, al menos, mínima dignidad exigible nuestros cuerpos lustrosos por playas, piscinas y demás chiringuitos veraniegos. Los pelos, cabellos y vellosidades varias quedan para más adelante, más cercano al momento definitivo, que no es cuestión de sufrir gratuitamente. Mientras tanto siempre estarán nuestros aliados: los L. Casei imunitass, los bífidus activos (¡Dios mío! !Qué sería de nosotros si no existieran esos bichitos!), los anti-grasas, el calcio, el hierro, las vitaminas, los complejos a base de ging-seng, la lechuga, la zanahoria cocida, los antidepresivos, la familia de los sin al completo (sin azúcar, sin cafeína, sin codeína, sin gas, sin colesterol, sin grasa, sin edulcorantes ni colorantes) y la familia de los con pero con ausencias notorias (con calcio, con vitaminas, con hierro, fósforo y magnesio, con fibra, mucha fibra). Y no olvidemos la máxima: volvernos tremendamente integrales (que no íntegros): pan integral, arroz integral, galletas integrales, cereales integrales...
Tras comernos todo eso y pagar las facturas del gimnasio, de la clínica de cirugía estética, de la esteticien y del centro de rayos UVA, algunos pocos/as, sólo los/las elegidos/as, lograrán alcanzar la ansiada talla 36-38 y caber en el bikini sin mucho derramamiento o congestión. En fin, a los demás sólo nos queda retener la respiración un par de meses.
Todo sea por lograr estar a la altura de los tiempos, de la civilización occidental y de la comunidad de amigos y vecinos; para que nadie diga que somos unos muertos de hambre (de puro gordos), como esos del telediario, que lloran por comer y comen para vivir.... qué vulgaridad.

Escrito por odyseo a las 5:53 PM | Comentarios (15)

17 de Abril 2004

La Vida

La vida de un pájaro en vuelo,
la vida de un amanecer,
la vida de un crío,
de un bosque y de un río,
la vida me ha hecho saber.

La vida del sordo y del ciego,
la vida que no sabe hablar,
la del triste loco,
la que sabe a poco,
la vida me ha hecho soñar.

La vida voraz que se enreda,
la vida que sale a jugar,
la vida consciente que queda,
la vida que late en el mar.

La vida que brota de un muerto,
la vida que no se murió,
la de los desiertos,
la de un libro abierto,
la vida me ha hecho cual yo.

La vida que alumbra en el trueno,
la vida final de un adiós,
la vida goteando de un seno,
la vida secreta de un dios.

La vida que pende de todo,
la vida de cada emoción,
la vida en exceso,
la vida de un beso,
la vida me ha hecho canción.

Silvio Rodríguez, de su album titulado Rodríguez.

Escrito por odyseo a las 6:24 PM | Comentarios (4)

10 de Abril 2004

Costaleros a perpetuidad

Observo la calle en estos días llena de personas que muestran sentimientos dispares: unos lloran de alegría viendo un paso procesional o cantando al paso de una de tantas vírgenes; otros lloran porque la lluvia les ha impedido sacar a otra de tantas vírgenes; unos ahogan su tristeza y otros fecundan su alegría en el vino de la noche. Por todas partes hay gente queriendo sentirla, cada uno a su manera, cada uno como sabe o como puede, como le enseñaron o como quiso aprender. Todos quieren alcanzarla pero ella no se deja agarrar. A lo sumo te permite una caricia suave y momentánea, fugaz como el instante y el suspiro.
Todos somos costaleros de ella, y bajo su peso a veces nos rendimos. Algunos no lo soportan y casi nadie se atreve a mirarla a la cara directamente, por temor a que se vuelva y nos de la espalda. Algunos ni siquiera creen merecerla. Unos alardean de ella, otros se ocultan para no hacerle de menos. Todos la desean.... aunque sea para matarla...
Como lei en la siempre agradable Estación Claridad, misuc isutu cuyuc utusi cucim, "la felicidad es esa extraña bestia que se come al pájaro que se agita".

Escrito por odyseo a las 1:32 PM | Comentarios (5)

6 de Abril 2004

La Rosa de los Vientos

Si siembras una ilusión,
y la riegas con tu amor
y el agua de la constancia,
brotará en ti una flor
y su aroma y su calor
te arroparán cuando algo vaya mal.

Si siembras un ideal
en la tierra del quizás
y lo abonas con la envidia
será difícil arrancar la maldad
de tu alma si en ella hechó raíz.

Y que mi luz te acompañe
pues la vida es un jardín
donde lo bueno y lo malo
se confunden y es humano
no siempre saber elegir.

Y si te sientes perdido
con tus ojos lo has de ver
hazlo con los de tu alma
y encontrarás la calma
tu rosa de los vientos seré.

Si siembras una amistad
con mimo plántala
y abónala con paciencia
pódala con la verdad
y transplántala con fe
pues necesita tiempo y crecer.

Si te embriagas de pasión
y no enfrías tu corazón
tartamudearán tus sentidos y quizás
hablará sólo el calor y no la razón.
Es sabio contar hasta diez.

Y si te sientes perdido,
con tus ojos lo has de ver,
hazlo con los de tu alma,
tu rosa de los vientos seré.

Mago de Oz

Escrito por odyseo a las 9:57 PM | Comentarios (121)

25 de Marzo 2004

Guía para auténticos viajeros

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, ámbar y ébano,
aromas deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre en la memoria a Itaca.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje,
sin ella el camino no hubieras emprendido,
mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, Itaca no te engañó.
Rico en saber y en vida como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.

Konstantino Kavafis

Escrito por odyseo a las 5:41 PM | Comentarios (8)

13 de Marzo 2004

Barbarismo

A cada minuto que pasa resulta más difícil dilucidar la autoría del atentado en Madrid. Unos piensan que ha sido obra de ETA, quizás abrigando la secreta esperanza de que éste haya sido el zarpazo de despedida de una banda que vive una lenta pero inexorable agonía; otros se inclinan por Al-Qaeda, temiendo que se trate de su sangrienta tarjeta de visita y presentación de sus servicios. En cualquier caso, estos y los otros son compatriotas de la misma nacionalidad, porque todos los terroristas son ciudadanos insignes de la misma nación. Su bandera se hace con los jirones de las ropas de sus víctimas. Hayan nacido donde hayan nacido, dice Manuel Alcantara, los malnacidos son compatriotas.
A los muertos les va a dar igual saber que los han matado sus vecinos locales o unos extranjeros venidos desde muy lejos. No les importa el disfraz. Saben, sabemos, que todos son iguales. Los fanáticos se crían en la misma escuela aunque vayan a cursos distintos, y juntos juegan en el patio del horror. Da igual si es el fundamentalismo o el nacionalismo o el integrismo o el fanatismo. Saben, sabemos, que es puro barbarismo.
Poco importa ahora si su bandera compartida tiene este o aquel color. Su bandera siempre está manchada de sangre, como todas las banderas. Perdonen que no me aliste bajo ninguna bandera. Nunca daré permiso a nadie para que mate en mi nombre. Prefiero perseguir mis quimeras antes que someterme a una triste tela ondeante.
Me dan igual los ismos. En todos habita el germen de la barbarie.

Escrito por odyseo a las 12:06 PM | Comentarios (13)

12 de Marzo 2004

La Promesa

Nuestros corazones están abatidos y los sueños se han convertido en pesadilla. Sin embargo, debemos hacer el esfuerzo de levantarnos, de alzarnos sobre el dolor y la angustia que nos acongoja y de sobreponernos al miedo, como genuino ejercicio de nuestra libertad. Que nadie nos dicte cómo hemos de sentirnos, qué hemos de hacer. !Somos libres! !Abajo el miedo!

Escrito por odyseo a las 6:00 PM | Comentarios (1)

La cosecha

Cuando desde que son niños se siembra el odio en el corazón de los hombres, la cosecha que se espera no puede ser distinta de lo visto ayer. Tan culpables son los actores materiales como los que les sembraron el corazón convirtiéndoles en bestias. Lo peor es que nosotros recogemos lo que otros sembraron. Fanáticos irracionales, psicópatas con una misión, enganchados al dolor ajeno...

Escrito por odyseo a las 10:09 AM | Comentarios (6)

10 de Marzo 2004

El viaje de la vida

¿Viajar? Para viajar
basta con existir.
Voy de día en día,
como de estación
en estación, en el
tren de mi cuerpo, o
de mi destino,
inclinado sobre las
calles y las plazas,
sobre los gestos y los
rostros, siempre
iguales y siempre
diferentes, como
son, al final, los
paisajes.

Fernando Pessoa

Escrito por odyseo a las 5:30 PM | Comentarios (8)

8 de Marzo 2004

Todo se transforma

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

Jorge Drexler, "Todo se transforma"
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Para leerlo completo os remito a La mirada oblícua

Escrito por odyseo a las 6:15 PM | Comentarios (14)

5 de Marzo 2004

Corazones vacíos

Cuando el gorrión
hace su nido en el bosque,
no ocupa más que una rama.
Cuando el ciervo
apaga su sed en el río,
no bebe más que lo que le cabe.
Nosotros acumulamos cosas
porque tenemos el corazón vacío.

A. de Mello

Escrito por odyseo a las 8:34 PM | Comentarios (6)

29 de Febrero 2004

Tardes de Domingo

Nunca me han gustado las tardes de Domingo. Tienen algo que las hace especialmente adecuadas para la melancolia. Será porque uno siente que se le acaba una semana más, será porque a uno eso del descanso le provoca aburrimiento, será que hace años que no voy a misa de doce (ni a ninguna otra hora) o que nunca me ha dado por lavar el coche y menos en una gasolinera. Quizás es que me haya vuelto especialmente sensible ante la imagen del dominguero en chandal y con mocasines que baja a pasear al perro y comprar el pan y el periódico; será que no me gusta el fútbol.
Será que resulta que tras el domingo viene, inexorable, el lunes, o quizás que tras el primer trago de café bien cargado uno se da cuenta que el sábado ya ha pasado y su magia se perdió hasta, al menos, siete días más. El caso es que mientras el sábado me resulta luminoso, fresco, alegre, divertido, pleno, lleno de magia y de posibilidades, el domingo (sobre todo a partir de la tarde) se me hace insoportable, oscuro, aburrido y sólo me provoca tristeza y sopor.
Cada vez aguanto peor eso de ver a la gente arreglada como de domingo, paseando sus vidas por la calle como si por haberlas vestido elegantemente hubieran ganado en prestancia o interés.
No tengo ni un sólo recuerdo agradable de una tarde de domingo. Su imagen siempre es la de un momento gris, repleto de nada, como la espera en la antesala de la vida. Las tardes de domingo no tienen luz, son horas perdidas, sola ganadas para la nostalgia. En las tardes de domingo arrecia fuerte la melancolía.
Son horas interminables, en las que el invierno se suele aplicar a conciencia, haciendo coincidir sus más espesos y fríos nubarrones con los míos que me nacen dentro. Sera que cuando por las tardes de domingo miro en los bolsillos del sentido de la vida encuentro con sorpresa que se les han abierto agujeros; que por más que rebusco con mis manos se han caído todos los momentos felices y dichosos; que entonces mi amarillenta biografía se arruga en un rincón como con miedo por la ausencia de cualquier logro, por insignificante que éste fuera; y que envidio con rabia a esos que felices pasean tras el cristal de mis lágrimas.
Menos mal, Odyseo, que mañana será lunes, con perdón.

Escrito por odyseo a las 8:30 PM | Comentarios (10)