Hoy en mi estado de ánimo podemos encontrar cielos parcialmente nubosos con posibilidad de precipitaciones débiles. Eso se traduce en marejada a fuerte marejada a la altura del mar de alborán que yo lo tengo como en la latitud de la cabeza.
Estoy vivo y esto es verdad fuera de cualquier tipo de maximalismo fanático. Hay quien dice que incluso ronco, lo que no deja de ser una clara muestra de masculina humanidad. Y para muchos eso sería suficiente. Pero a mí a veces me duele. Supongo que tiene que ver con el hecho de que estar vivo va acompañado de una consustancial ingratitud. A fuerza de ver todos los días el sol olvidamos que existe.
Transitamos la noche con la ignorancia del que no sabe y se pregunta, se pregunta constantemente por las cosas y sus razones. La vieja noche del alma, del hombre, animal incesante que interroga.
Se ciernen nubes de evolución que seguramente traerán tormenta. Navego sobre las ondulaciones de la horas, arriba y abajo aunque parezca que su movimiento me adelanta al viento y sus pesares. Mi tiempo de hoy va a la deriva. La iluminación de un solo rayo me basta y me consuela.
Me gustaría explicar la belleza y necesito encontrarle explicación.
Tal vez mañana encuentre algo más que abreviaturas.
Con esas condiciones marítimas, lo mejor puede que sea, no zarpar y mirar el temporal disociados del mismo, es una manera de mirarnos con perspectiva y de que duela menos el chocar de las olas con nuestro cuerpo.
Es cierto que dejamos a veces,que nuestro piloto automático conduzca nuestro ser, pero en un momento u otro tomamos conciencia y es el primer paso para transformarnos, transformar.
En realidad el sol siempre está aunque no lo veamos y al igual que la belleza, dicen que depende más de los ojos que la miran que de la propia realidad.
A las abreviaturas les debe de pasar que a nosotros las criaturas, pero al revés.
Un abrazo amigo
Escrito por Brisa a las 4 de Julio 2008 a las 07:51 PMBRISA: navegar con tempestad tiene sus inconvenientes innegables pero le confiere al viaje un barniz cargado de intensidad. De otra forma parece que no viajaras.
Escrito por odyseo a las 4 de Julio 2008 a las 08:38 PMHace tiempo que no pasaba y me encuentro con estas reflexiones...
En ocasiones es bueno sentir la marejada, si la escuchamos podemos percibir que estamos vivos.
Y lo curioso del caso es que el otro dia en mi blog escribí algo parecido.
Estamos de tormenta o qué!!!
Un abrazo Ody
MADI: el verano, el mar, es lo que tiene. Pero tambien tiene la tranquilidad y la dulzura de un batir de olas sobre la arena.
Escrito por odyseo a las 10 de Julio 2008 a las 07:19 PM