.... pero el cuerpo es nuestra más íntima morada, el vehículo íntimo que nos lleva y nos mueve, nos acelera y nos frena, nos situa en el espacio y en el tiempo. Amamos nuestros cuerpos o los destruimos, casi en la inconsciencia de lo que perdemos si lo abandonamos. Somos cuerpo y poco más. Pero ese cuerpo, que envejece y se cansa, es también el cuerpo que nos permite sentir y pensar, oir la música o contemplar el arte.
Y ese cuerpo del que nos enamoramos todos los días cuando despertamos a su lado, que se arruga o se estremece ante cualquier cambio, que suda y tiene pelos y granos y varices, es el mismo que porta a nuestro ser amado desde hace años y permite que nos acompañe en el camino de la vida. Por eso, la belleza cambia pero no se pierde. Se acrecienta, no por la arruga, sino por lo que esa arruga ha necesitado para producirse: millones de risas, enfados, preocupaciones, tensiones, placeres. El cuerpo envejece al tiempo que el ser que somos madura y crece. Y así ocurre con todos los hermosos seres queridos de nuestro alrededor. Y algún día ellos y nosotros volveremos a la tierra y alimentaremos nuevos cuerpos y nuevos seres en un ejercicio constante de bondad y justicia natural. No hay más, pero tampoco menos.
Creo que más que tener cuerpo somos cuerpo, aunque como señala Gevaert el cuerpo humano tiene múltiples significados pues respecto a la propia persona es nuestro campo de expresión, respecto a los demás es el lugar de comunicación con el otro y el medio de reconocimiento del otro y respecto al mundo es nuestra fuente de intervención en él. Ahora bien, como ese cuerpo con el tiempo cambia esos significados son también distintos según el estado del cambio.
Escrito por Diógenes a las 28 de Junio 2007 a las 09:59 PMY el que no llega a ese cambio tiene mala suerte..
El cuerpo que se transforma con el tiempo, pero las sensaciones al tacto no las pierde ni un ápice....
Escrito por Madi a las 28 de Junio 2007 a las 11:17 PMHas logrado de forma exquisita cumplir tu penitencia :) tú lo has dicho el cuerpo es el envoltorio perfecto para nuestro ser, de una a otra vida cambíamos de forma pero probablemente el único equipaje que podamos trasladar es el de nuestro interior, en realidad eso es lo que somos, el cuerpo es el vehículo para serlo. Por tanto a pesar de que la carrocería se vaya deteriorando eso implica que estamos haciendo un trayecto, el de la vida. Me gusta observar la cara de las personas en su mirada, en sus arruguitas se refleja siempre eso que tú has expresado tan bien.
Gracias y un abrazo
Escrito por Brisa a las 29 de Junio 2007 a las 09:14 AMDIOGENES: parece que la costumbre nos hubiera hecho una mala pasada porque al que realmente le corresponde pensar que solo somos cuerpo es a mí y a tí te correspondería una visión más... espiritualista, pero qué le vamos a hacer ;-))
MADI: es verdad, se pierde antes el olfato o la vista que no el tacto y la carga emotiva de una simple caricia.
BRISA: no era penitencia sino un compromiso placentero ;-)) Por lo demás, no sé si llevamos algo de equipaje ni siquiera se si vamos de vida en vida. No estaría mal....
Escrito por odyseo a las 29 de Junio 2007 a las 12:05 PM