3 de Febrero 2006

Maneras de ver

El viejo Horacio se complacía en demostrar que con sólo mirar la forma de andar de una persona (se le daban mejor las mujeres, pero administraba su especial habilidad con todo lo que se movía) sabía perfectamente cómo era esta persona en aspectos tan íntimos y ocultos como sus relaciones sexuales o la sensibilidad estética hacia una obra de arte.
Siempre decía que la forma de la cara, su redondez o longitud, su grado de elasticidad, el color y las arrugas, permitían saber si una persona era capaz de admirar un Guirlandaio o no podía pasar de la pintada en la puerta de un retrete publico.
Algunos, entonces, le hacíamos ver la extrema distancia que mediaba entre un caso y el otro y le recriminábamos que así no arriesgaba mucho. Pero él no se apeaba e insistía en que la cara, el rostro, la mirada, la voz, las manos, los pies, los tobillos y, sobre todo, la forma de andar, delataban al portador en aspectos tan peregrinos como su capacidad de disfrute de un buen polvo hasta su sensibilidad ante una obra de Dostoievski.
Un día, animado por nuestra curiosidad e incredulidad, se atrevió incluso a parar a una señora en la calle -señora a la que había observado detenidamente instantes antes- para preguntarle si era cierto que llevaba varios meses sin tocar a su marido ni catar los placeres del sexo. La señora en cuestión le soltó una sonora bofetada.
Cuando Horacio regresó a nuestro lado, lejos de amilanarse, se sintió claramente respaldado en sus hipótesis pues dijo que tanta energía aplicada a su curtido rostro, no podía provenir de otro sitio que de la acumulación libidonosa contenida durante varios meses en el enjuto cuerpo de la susodicha.
Sin embargo, a partir de aquel día, el juego en cuestión se limitó al campo de la teoría, cediendo gustosamente el honor de la comprobación a científicos con más vocación que la suya.

Escrito por odyseo a las 3 de Febrero 2006 a las 05:39 PM | TrackBack
Comentarios

Como conocedor de las cuestiones educativas, y como alumno aventajado que seguro eres, propongo te mandemos todos un vídeo con nuestros andares y nos diagnostiques. Te doy permiso para empezar con el que ésto suscribe, ya que no necestias el documento gráfico.
¡Qué bien te ha sentado la siesta de hoy, con obra en terraza incluída!

Escrito por Diógenes a las 3 de Febrero 2006 a las 07:20 PM

Siempre me ha causado un profundo respeto, el viejo Horacio, cuanto he añorado en todos estos meses su presencia.... y si yo simple y humilde terrícola intuyo a través de lo que me expresa un rostro, de las arrugas de su piel, de su sonrisa, de su mirada, como está construído por dentro un ser humano y no suelo equivocarme cuanto más fiable será él en sus congeturas.

Estoy segura de que el viejo Horacio, me habría hecho una pregunta distinta a la que le hizo a esa mujer, y yo le habría dado en su mejilla ese beso que tanto me gustaría ofrecerle. Y es que en cierto modo nuestra forma de caminar, marca el tipo de huella que dejamos marcada en la arena de la vida.

Bien, me temo que yo si que necesitaría envíar documento gráfico, pero vamos que con tal de contribuir a la ciencia... ;-)

Un beso de lo más científico.

Escrito por Brisa a las 3 de Febrero 2006 a las 09:45 PM

Jajajaj, muy divertido. Y sin embargo, aunque careciese del llamado rigor científico, sólo demostraba el viejo Horacio una capacidad de interpretación y un interés mayor que otros por algo muy real: la comunicación no verbal. Todos nos valemos de ella, todos nos comunicamos a ese nivel inconsciente casi siempre, pero al igual que hay quien usa mejor que otros las palabras y la expresión verbal, hay quienes son más conscientes de toda esa información adicional que nuestro cuerpo, desde el rostro a los pies, envía. No solemos saber por qué tal persona, sólo tras haber estado breves minutos junto a ella, nos resulta tan tierna o tan mezquina, pero es así. Tenemos "esa impresión" porque hay mucha información en la comunicación no verbal. Yo, confiaría en lo que decía Horacio, en parte porque a mí también me pasa que, sólo de ver caminar a una persona, muchas veces te puedo decir si, por ejemplo, es virgen o no. Y no, no estoy loca (o no demasiado, vamos).

Escrito por Zirbêth a las 4 de Febrero 2006 a las 10:57 AM

ZIRBETH: en el mundo gitano tú ahorrarías muchos dolores innecesarios a las jóvenes que han de pasar la prueba "del algodón" ;-))

BRISA: el viejo Horacio tiene, entre otros, el don de resucitar... eso sí, cuando menos te lo esperas y casi nunca cuando se lo necesita ;-)

DIOGENES: malvado!!! a tí el viejo Horacio te reconocería nada más ver cómo te mueves en la pista o cómo lanzas la raqueta hacia arriba ;-))

Escrito por odyseo a las 4 de Febrero 2006 a las 12:01 PM

Hizo bien, hizo bien. ¿A quién le gusta reconocer que no cata sexo desde hace tiempo y menos ante un desconocido?

Escrito por peke a las 4 de Febrero 2006 a las 07:59 PM

Hace unos días hablabas del poder y de la complejidad de la palabra; con éste de hoy, de la comunicación no verbal que se mueve en el plano subjetivo, y que algunos dicen que puede suponer hasta el 90% del total de la información en las relaciones humanas; podríamos completar el cuadro, sin duda abstracto, compuesto de las señales involuntarias que emitimos, cómo en función del estado de ámimo las percibe el receptor, y por último como las describimos, moldeadas por la intencionalidad de expresar o influir en lo que nos gustaría ver. Saludos.

Escrito por juanito a las 5 de Febrero 2006 a las 11:07 AM

PEKE: ya veo que con quien sintonizaste ;-))

JUANITO: pues no es mala sugerencia, pero habrá que reflexionarlo.

Escrito por odyseo a las 5 de Febrero 2006 a las 12:54 PM

Sería interesante poseer ese "Don" XDDD

Dark kisses

Escrito por lua a las 5 de Febrero 2006 a las 01:49 PM

Pobre Horacio, quizás la forma de preguntar resultó un poco insidiosa para la buena señora, tampoco era para ponerse así...o quizá si ¿?
Queda claro que a poco que se sea observador se tiene garantizado un tanto por ciento de aciertos, lo que no exime de los consiguientes errores...dime como observas y ....

Escrito por Unda a las 5 de Febrero 2006 a las 06:53 PM

UNDA: y te diré de quien te viene la bofetada ;-)

LUA: a que si?

Escrito por odyseo a las 5 de Febrero 2006 a las 07:39 PM

ja,ja,ja, es que el trabajo de campo es muy duro.
Horacio ha elegido una profesión de alto riesgo.

Escrito por Luis Amezaga a las 6 de Febrero 2006 a las 12:13 PM

LUIS: pero en ocasiones merecía la pena ;-)

Escrito por odyseo a las 6 de Febrero 2006 a las 05:01 PM

Horacio tenía razón.
Pero para llegar a su grado de análisis hay que entrenar la mirada y dejar la atención flotante.
Ayyy, qué oficio bien llevado, no tienta a los demonios?
Un saludo

Escrito por Umma1 a las 6 de Febrero 2006 a las 06:00 PM

UNNA: es toda una tentación!

Escrito por odyseo a las 6 de Febrero 2006 a las 07:05 PM
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