31 de Mayo 2005

Autodiseño personal

Lo que se piensa siempre es distinto de lo que se vive, decía hace unos días el filósofo Rüdiger Safranski. Sin llegar a ese extremo, sí es cierto que continuamente se están produciendo disonancias en nuestras vidas, entre lo que pensamos, deseamos, planificamos, diseñamos, acordamos, y lo que realmente termina ocurriendo. Nos creemos dueños de nosotros mismos y de nuestras vidas y resulta que hasta el más simple acontecimiento puede trastocar cualquiera de nuestros planes; nos creemos atiborrados de coherencia y con ánimos para criticar a cualquiera que se muestre públicamente incoherente en sus palabras o actos, cuando a la más mínima ocasión perdemos el norte de nuestros pensamientos o sentimientos, bien por culpabilidad, bien por cobardía, por comodidad o por pura hipocresía, cuando no por simple ignorancia.
Las librerías están llenas de libros de autoayuda escritos por exitosos terapeutas o por personajes de oscuro origen y más oscuro curriculum. Todos proponen mil y un diseños de personalidad que de llevarlos a cabo nos conducirían directamente al éxito familiar, profesional y personal. Los compran miles de personas. A estas alturas el mundo debería ser ya ese paraíso prometido lleno de personas felices y realizadas. Pero cuando miramos a nuestro alrededor no vemos nada de eso. Tampoco cuando miramos hacia dentro de nosotros mismos, porque se nos olvida lo más importante: vivir. Simplemente vivir, con la sabiduría del campesino que mira al cielo y sabe cuando puede esperar que llueva y cuando no lloverá, aceptando los acontecimientos y cambios, aceptando que todo tiene su ritmo, como las cosechas. Vivir haciendo de nuestra vida una obra de arte. De la vida entera y completa, no de una o dos parcelas de la misma (trabajo, pareja, amigos, familia, hijos...). Debemos ser nuestros propios diseñadores, creadores de nuestra vida que no perdemos el control sobre nuestra creación, sino que la vamos adaptando, perfilando, a medida que caminamos. Tenemos que conquistar el poder sobre nosotros mismos, manejando nuestras propias fantasías y miedos, nuestras necesidades básicas como personas, jugando con todo lo que somos sin depender de influencias externas. Como decía Nietsche, debemos ser soberanos de nosotros mismos.

Escrito por odyseo a las 7:09 PM | Comentarios (27)

30 de Mayo 2005

Humo

Miles de profesionales de la opinión, a las siete y media de la mañana se encaminan todos los días hacia sus centros de trabajo, para ejercer su profesión: opinar, que para eso les pagan, sobre cualquier asunto, tengan o no tengan información y datos suficientes, se vean o no obligados a someterse al dictado de la realidad de los hechos, sepan de antemano o solo cinco minutos antes el tema sobre el que tienen que elaborar su opinión. Para luego defenderla a pie juntilla, sin ningún asomo de duda porque eso rebelaría debilidad ante los adversarios, esos otros mercenarios de la palabra.
Viven del humo, necesitan el humo como el aire que respiran. Y si no lo hay, lo inventan. Porque lo suyo es vivir con cuanto más humo mejor, mucho humo procedente de los medios de comunicación, de las declaraciones públicas de unos y otros, de los excesos verrbales de periodistas, políticos, opinadores, famosos, famosillos, caraduras de la letra impresa y hablada. Venden sus excrecencias mentales como el que te vende una mercancía de mucho valor envuelta en papel de regalo, pero cuando le quitas el envoltorio de allí solo sale humo. Porque te venden la nada... y a precio de oro.
Humo, eso es lo que hay en la mente de todos, ciudadanos, votantes, opositores, militantes, feligreses, seguidores, espectadores, oyentes ... y demás rebaños. Eso y una inflamación a la altura de la glándula secretora de opiniones.

Escrito por odyseo a las 11:09 AM | Comentarios (24)

28 de Mayo 2005

Enfermedad

El mundo está enfermo de tontería general, una enfermedad crónica para la que la ciencia, pese a sus indudables y vertiginosos progresos, aún no ha encontrado cura.

Escrito por odyseo a las 7:16 PM | Comentarios (16)

27 de Mayo 2005

Chicas de calendario

Serán conscientes las chicas que aparecen estampadas en las revistas para adultos de cuántos sujetos habrán aliviado sus pulsiones sexuales ante su imagen, qué tipo de fantasías habrán protagonizado, qué oscuros deseos habrán satisfecho sin ni siquiera notarlo. Cuando pasean por la calle o sacan a sus perros al parque y les mira un extraño, ¿será porque ha reconocido en su imagen real aquella otra que contemplan de forma obsesiva a la luz mortecina de su dormitorio?
Cuando echen cuentas del número de amantes que han tenido, ¿inluirán a éstos, virtuales y lejanos, a los cientos de miles de adolescentes con granos en la cara que se iniciaron con ellas en el proceloso océano del sexo a distancia, a los universitarios que se tomaron un respiro durante la época de exámenes, a los mecánicos que colgaron sus cuerpos a doble página en la pared grasienta del taller, a los solitarios hijos únicos que con cuarenta años aún viven en casa de su madre?
Cuando se miren ahora, al cabo de los años, desnudas ante el espejo y se comparen con aquellas que fueron (o quizás nunca fueron sino por arte y magia de algún habilidoso retocador de imágenes) y noten cómo su pecho cada día es más esclavo de las leyes generales que rigen la naturaleza, que su vientre es como un valle desértico y agrietado por la falta de humedad, que sus labios ya no son carnosos ni afrutados y que su pelo muestra indiscretas canas por doquier... Cuando se contemplen así, sin más trampa, ¿qué sentirán?
¿Qué sentirán cuando ya nadie en el restaurante se vuelva para mirarlas al pasar, cuando ya nadie se acuerde de ellas, ni de sus cuerpos, yacentes en toneladas de papel amarillento por el paso de los años? ¿Guardarán sus revistas como recuerdo de sus viejas glorias de juventud o habrán procurado ocultar aquellas debilidades (necesidades) a los ojos de sus hijos, ahora adolescentes?

.... y en polvo nos convertiremos.

Escrito por odyseo a las 11:20 AM | Comentarios (22)

25 de Mayo 2005

Novedades en el género Homo

Las novedades en el tema de la evolución humana se suceden un día tras de otro. Cuando no aparecen unos restos de los primeros homínidos que poblaron el continente africano, es que aparecen restos de una nueva especie no catalogada hasta la fecha. En estas estamos cuando resulta que aún no se ha encontrado el fósil que representa el eslabón perdido entre el Homo Sapiens Sapiens y el macho ibérico que, al parecer, aún no corre peligro de extinción.
El macho ibérico, que tanto abunda en estos lares, se caracteriza por llamar a su pareja por el apelativo de churri, llevar varios tatuajes en el brazo y la pierna, y conducir un coche con alerones y faldones que casi arrastran por el asfalto. En su versión más violenta y primitiva, le da por pegar a la churri cuando le viene en gana. Bebe cerveza y se ve los partidos de fútbol hasta de tercera división. El móvil lo lleva colgado del cuello o en la cintura, como los profesionales. No usa desodorante ni cepillo de dientes, salvo en celebraciones familiares importantes y primeras comuniones. Piensa que eso de hacer el amor es una mariconada de las peliculas americanas y él prefiere echar un quiqui a la parienta (la famosa churri, no os olvideis).
Pero la evolución no se detiene nunca y tras el Homo Sapiens, han aparecido tres subespecies de nueva y reciente creación. Por orden de aparición y grado de parentesco son las siguientes: el metrosexual, el metro-tecnológico y el metro-emocional.
El metro-emocional es tierno, cariñoso, llorón en algunos casos extremos, de personalidad hipersensible y algo hipocondríaca; llama a su pareja por el dulce apelativo de "cari" que al cabo de media hora de repetición continua se vuelve no sólo empalagoso sino insoportable. No son guapos ni siquiera resultones, pero se ganan el corazón de sus acompañantes a base de tocar la fibra sensible.
El metro-tecnológico es como el metro sexual pero cargado de aparatos electrónicos y dos portátiles. Nunca te llaman por tu nombre sino por tu Nick. Quedan contigo tras consultar su PDA y haberte mandado tres SMS y un MMS con la foto de la camisa que va a llevar para la cena para saber si hace juego con tu vestido. En el restaurante siempre ha de haber conexión a internet (a ser posible WI-FI) y cobertura completa. La música de fondo ha de ser en formato MP3 y el local debe estar dotado de los últimos adelantos en domótica y automatismos varios. Si mientras te hace el amor tienes la desgracia que le suene algún bip en algunos de sus múltiples aparatos (electrónicos!!!) ten por seguro que te dejará colgada.
Por último, el metro-sexual, cuya caracterización aun requiere de más y más profundos estudios sociológicos. Es un individuo que se depila como tú, que se pone cremas como tú, pero que no tiene la regla. Nunca te llama por tu nombre ni por apelativo alguno: espera que le llames tú. Te miran pero no te ven, porque solo tienen ojos para ellos mismos. Pasan más tiempo en el gimnasio y en el centro de rayos UVA que en cualquier otra actividad diaria. Cambian de carcasa de móvil en función del color de sus lentillas y nunca, nunca, nunca pasan más de dos horas sin mirarse en un espejo.
Por supuesto, la naturaleza en su sabiduría, ha dispuesto especies híbridas, mejor adaptadas en algunos casos a la dura ley de la selva diaria y que combinan en distinto grado las diferentes características señaladas en las especies y grupos anteriores. Hasta aquí las novedades en materia de evolución humana y filogénesis.

Escrito por odyseo a las 8:58 PM | Comentarios (24)

24 de Mayo 2005

Qué vale una madre

Sabemos cuánto vale el trabajo del fontanero que nos viene a casa a arreglar una avería, sabemos cuánto nos cuesta la canguro si salimos los viernes por la noche, sabemos qué sueldo tiene la persona que se encarga de coger el teléfono en la empresa, pero no sabemos cuánto vale el trabajo de una madre, ama de casa, cuidadora de niños, cocinera, planchadora, limpiadora, chica de los recados, telefonista, camarera, enfermera, maestra...
¿Cómo se valora su tiempo? ¿Cuántas horas hace al día, todos los días de la semana para calcular cuánto habría que pagarle si se le calculara un salario por hora de trabajo? Sacar al perro a pasear y limpiar su suciedad dentro de la casa: ¿5 euros? ¿Cuánto cobran en la lavandería por lavar y planchar cuatro camisas y un traje? ¿Cuánto cobran mensualmente en la guardería por cuidar y dar de comer al pequeño? ¿Cuánto cobraría un servicio de chofer por llevar y traer a los niños de casa al colegio? ¿Cuánto cobra una enfermera por cuidar a una persona en su domicilio durante dos o tres días que dura una simple gripe?
¿Cuánto nos lleva la estudiante de Magisterio por las clases particulares para ayudar al niño con sus deberes escolares? ¿Cuánto cobra un cocinero por servir tres comidas diarias?
En Estados Unidos, una empresa de planificación económica (Edelman Financial Services) ha calculado el valor promedio del salario de 17 trabajadores en diversas especialidades realizadas por cualquier madre y ama de casa y le sale un sueldo anual de 707.126 dólares (550.000 €, o lo que es lo mismo, unos 90 millones de las antiguas pesetas).
Evidentemente, no hay familia o Estado que se pueda permitir dichos sueldos, pero entre eso y un simple gracias mamá (muchas se contentarían con ese simple agradecimiento) cabe un sin fin de posibilidades y de alternativas de colaboración como compartir más tareas del hogar, repartir dichas tareas y valorar más el trabajo del otro u otra.

Escrito por odyseo a las 6:33 PM | Comentarios (25)

23 de Mayo 2005

Identidad y cohesión social

Multiculturalismo, mestizaje, diversidad cultural y étnica, cohesión social e identidad son conceptos que se oyen con demasiada frecuencia en estos tiempo y en boca de muchas personas (quizás demasiadas). Alguno puede llegar a pensar que son conceptos de hoy, pero se vivía y se hablaba de lo mismo en la Samarcanda del siglo X, en el Toledo del siglo XII, en el Estrasburgo del siglo XIV o la Sevilla del siglo XV, por poner unos cuantos ejemplos.
Los especialistas concuerdan en que el ideal en las sociedades postindustriales debería ser el de la máxima diversidad cultural que consienta su cohesión social, pues la monocultura es propia de sociedades endógamas y autárquicas, primitivas y ancladas en un nicho ecológico de difícil supervivencia.
El problema, sobre todo político, es saber en qué punto exacto se encuentra el límite a partir del cual se vería amenazada nuestra cohesión social. En 1919 el Congreso Norteamericano prohibió la venta y el consumo de bebidas alcohólicas por considerar que atentaban contra la cohesión social; los nazis en los años cuarenta tenían muy claro que los judíos amenazaban su cohesión social y decidieron eliminarlos; el estalinismo soviético pensó eso mismo de los disidentes, predicadores, opositores y cualquiera que fuera sospechoso para el régimen; el islamismo wahhabista ve su sistema social amenazado por la concesión de derechos de igualdad a las mujeres; Franco creía que los partidos políticos o la autonomía regional dañaría su cohesión social; los nacionalistas vascos y catalanes ven una amenaza en el bilingüismo y los flujos migratorios; la Iglesia Católica ve una amenaza en la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Podríamos seguir citando miles de ejemplos, pero la conclusión es que todos ellos coinciden en representar el límite para la cohesión social allí donde se asientan sus miedos como grupo, partido político, credo religioso o colectivo social.
Pero la cosa se complica aún más cuando introducimos el concepto de identidad, en primer lugar porque, aunque algunos lo olviden, nuestra identidad no es única sino múltiple, están jerarquizadas y pueden cambiar a lo largo del tiempo. Uno no sólo es vasco, o católico, u homosexual. Muchos se basan en estas identidades para marcar las diferencias con los demás (es lo que Freud denominaba el "narcisismo de las pequeñas diferencias"). Bastaría recordarles a Lévi-Strauss cuando señalaba que la identidad era una especie de simple foco virtual útil para referirse a cierto número de cosas, pero que no tenía existencia real.
Visto así, resulta ridículo el intento de muchos de nuestros políticos por mantener un discurso basado en la identidad y la cohesión social, cuando ya hemos podido ver que se trata de unos simples constructos científicos, útiles para la ciencia pero no para la política, por muy buenos resultados que les den en unas elecciones.

Escrito por odyseo a las 9:00 AM | Comentarios (22)

20 de Mayo 2005

El Mito de la Felicidad

Vivimos inmersos en una apariencia de ideología donde el mito de la felicidad (Gustavo Bueno dixit) ocupa el centro de todo. Nos creemos felices cuando compramos, cuando amamos, cuando trabajamos (por algo será que nuestros mayores objetivos en la vida son, al parecer, comprarnos una casa, conseguir un trabajo y casarnos); pero nos engañamos y lo sabemos. Algunos llegan a imaginarse el futuro y hacen una descripción del mismo (Globalia, de Jean Christophe Rufin) en forma de sociedad en la que todos seríamos radicalmente ecologistas, estaríamos obsesionados por la comida sana, seríamos ferozmente consumistas, no tendríamos memoria histórica, y estaríamos controlados por una forma absoluta de cultura impuesta desde los medios, que actuarían como agentes socializadores universales.
La cultura se convierte así en un sistema ideológico total, diseñado para defender al propio sistema, para vender el propio sistema entre sus clientes (la
humanidad). Y aquí aparece el antagonista necesario en forma de movimiento contracultural. Al mito de la felicidad hay que sumar el mito de la contracultura, que lleva años supuestamente luchando contra el sistema sin conseguir ninguno de sus objetivos. Los viejos hippies se convirtieron en los yuppies de los años 80, cambiando el volkswagen escarabajo y las camisetas desteñidas, por el monovolumen tipo Ford Explorer y los trajes de chaqueta. El sistema actua como una gran aspiradora que termina absorviéndolo todo. Y te pregunta:
"¿Quieres demostrar a todos que no formas parte del sistema? Compra
nuestras zapatillas
" ... o viste esta camiseta, o usa este modelo de gafas
de sol, o tíñete el pelo, o ponte un piercing, o hazte un tatuaje....como todos. Y así andamos felices, creyendo que el sistema no puede con nosotros.

Escrito por odyseo a las 9:17 AM | Comentarios (20)

18 de Mayo 2005

¿No hay clases?

La expansión imparable del consumo parece haber mandado a la tumba los viejos conceptos de clases sociales. No hay clases proclaman, unos por falso sentido democrático, otros por puro deseo idealista, otros por pura ceguera globalizada. Y puede que algo de razón tengan si seguimos aplicando los criterios teóricos marxistas sin revisión alguna. Haya o no haya clases, lo que sí hay es una gran frontera, en forma de brecha o abismo que se abre ante nuestros pies. A un lado, los ricos, los que tienen un trabajo bien remunerado, con contrato fijo, seguridad social, adosado en las afueras y coche con plaza de garage y algunos extras; de ese mismo lado, el de los galácticos sociales, los que tienen formación cualificada, los que ostentan títulos, lecturas, ideologías (aunque estén diluidas o descafeinadas). Unos estarán más alto y otros no tanto, pero todos están a este lado de la brecha.
Del otro lado, los pobres, parados, desempleados de larga desesperación, trabajadores a sueldo a convenir por el patrono, sin contrato, sin protección, inmigrantes, extranjeros en su propio planeta, sin formación ni cultura, con todo el tiempo para leer pero sin libros ni aprendizajes distintos de los que da la calle gratis (¿gratis?); también los delincuentes, marginados, explotados, drogados, sin más ideología que la de sobrevivir a cualquier precio.
Nos miramos unos a otros, cada uno desde su lado de la brecha, del abismo que nos separa. Algunos se dejan engañar por las apariencias: en ambos lados hay obesos que malgastan calorías acumulándolas en sus barrigas. Los del lado de acá las queman con el aerobic y los de allá en el sofá de su casa viendo un enorme televisor de pantalla plana y DVD incorporado. Son sus juguetes para la evasión, autoengaños complacientes para la fantasía de la igualdad (todos somos iguales frente al televisor!!!). Así, los de este lado, tenemos complacidos a los del otro lado. Les damos futbol para que olviden que no tienen contrato ni lo van a tener, les damos propinas y toquecitos en la espalda; metemos a sus hijos en los colegios y les damos títulos al cabo de los años para que se crean algo cuando estén barriendo las calles o detrás de la barra de un bar. Hasta les dejamos ir a la guerra por nosotros. Les abrimos los domingos para que puedan comprar y seguir alimentando su fantasía: misma clase, mismo destino... en lo universal.
Otros, simplemente, miran para otro lado, para no ver la brecha ni la otra orilla. Así su mundo es más feliz y más limpio. Un mundo ordenado que se echa cremas todas las noches para amanecer sin arrugas, más joven y hermoso; que se opera el corazón para meterle silicona y que parezca más grande. Un mundo feliz e inmóvil, como el de una fotografía de estudio que se reproduce por millones en bellos carteles publicitarios.

Escrito por odyseo a las 11:27 AM | Comentarios (22)

17 de Mayo 2005

El negro

Esta mañana me he desayunado con una preciosa historia firmada por Rosa Montero en El País y no he dudado en reproducirla aquí. Espero que os guste.

"Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequivocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja. De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizás no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida (...). De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreirle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta".

La historia está dedicada a tanto europeo (incluye a los españoles) civilizado y lleno de prejuicios. Me pregunto qué pensaría el educado africano sobre la civilizada germana.

Escrito por odyseo a las 10:34 AM | Comentarios (33)

14 de Mayo 2005

Colores para el recuerdo de Horacio

Gris, como los postes de la electricidad, como el color de los sueños durante un largo y frío invierno, como las paredes viejas de la vieja Lisboa que tantas veces recorrimos, así era su pelo.
Verde, como el esperma de los enamorados, como los pensamientos febriles de los viejos, como la sombra que proyectan mis palabras apasionadas en las noches de mucho calor...., así sus ojos.
Pero nunca supe de qué color era su mirada en aquellas tardes en que, sentado en su butaca, con la pipa entre los labios, me obligaba a pensar sobre el tiempo y la distancia, sobre los niños que felices dormían sin saber en qué mundo vivían, y sobre las mujeres que deseaban, secretamente, que alguien las raptara de su infortunio cotidiano y con olor a lejía. Quizás cambiaba con las horas y las estaciones....

Escrito por odyseo a las 8:48 PM | Comentarios (16)

13 de Mayo 2005

El Estado de la Nación

El estado de la nación es único, pero depende de quién te lo cuente y de cuantas dioptrías tenga. Porque la conclusión, después de escuchar a unos y a otros, es que nuestros políticos tienen problemas de visión. Donde unos sitúan el Retablo de las Maravillas, otros localizan el Apocalipsis; unos han leído Alicia en el País de las Maravillas y otros las profecías de San Malaquías. Menos mal, que la gente de la calle sabemos mirar bien las cosas y cuando lo necesitamos, nos pasamos por el oftalmólogo para que nos gradue la vista. El parlamento se ha convertido en un triste espectáculo por el que deambulan ciegos y tuertos de profesión y vocación, que se empeñan en hacernos ver lo que no existe: donde ponen el ojo ponen la "bola" y jugando a contar mentiras tralará, hacemos competición a ver quién la cuenta más gorda. Nos venden la nada los que nada tienen que decir porque tienen una tribuna desde donde ofrecer su peculiar mercancía. Hablan con grandes palabras (patria, constitución, libertades, miedo, Estado, nación, derechos) llenas de vacío porque el contenido está fuera, lejos de sus partidos y selectos foros de debate, lejos de instituciones esclerotizadas, lejos de una política banal donde cuenta más el ocurrente chascarrillo que un discurso bien hilvanado. En el fondo, es el entreteniemiento de siempre, buscando distraer la atención para que no veamos, es decir, poner una venda en los ojos de los que ven, para que miremos ciegamente donde ellos quieren. Por ese camino, donde el tuerto es rey, terminaremos todos tirados en la cuneta. O con una quijada de asno rota sobre nuestra cabeza.

Escrito por odyseo a las 10:02 AM | Comentarios (19)

12 de Mayo 2005

Por encargo de una amiga

Por invitación de mi amiga, la artista Leda Cruz, que me ha enviado un cuestionario de preguntas sobre mis preferencias literarias, hoy voy a darle un tono más personal al post y voy a compartir con vosotros mis respuestas:

Comencé a leer muy pronto, principalmente comics y novelas de aventuras y ciencia ficción: Julio Verne, Emilio Salgari, Enyd Blyton, el Hombre enmascarado, Flash Gordon... Luego me pasé a la novela de misterio, policíaca, a la novela negra: Sherlock Holmes, Hercules Poirot... Hasta que un buen día aterricé en la Literatura con mayúsculas: Libro del Buen Amor, La Celestina, el Lazarillo, el Quijote, y una larga lista de clásicos universales: La Odisea, la Ilíada, Hamlet, Rey Lear, Otelo, la Divina Comedia. Cuando llegué a la Universidad mi ritmo de lecturas iba a dos libros por semana y desde entonces no ha variado mucho.

- Me resulta dificil elegir qué libro me hubiera gustado ser (sería tantos). En algunos me quedo con los personajes y en otros con las historias. Posiblemente (algunos ya lo anticipais) sería la Odisea, como hermosa metáfora de la vida: la vida como un viaje interminable que nos lleva de ítaca en ítaca y nos invita a cambiar continuamente, a no estancarnos, a no tener destino cierto ni siquiera paso seguro, pero con algunas certezas en el equipaje que nos permiten ser nosotros mismos siempre.

- A la hora de identificarme con un personaje de ficción, el primero que me viene a la mente es el Max Estrella de Luces de Bohemia, esperpento de sí mismo, bohemio, noctámbulo y poeta. Pero detrás aparecen otros, como Guillermo de Canterbury en El Nombre de la Rosa, con su curiosidad y capacidad de observación; Robinson Crusoe, que necesitó despojarse de su carga de civilización para poder sobrevivir en la naturaleza; Sidharta de Herman Hesse, en su periplo de vuieltas y contravueltas para descubrir la esencia de la vida; el Médico cordobés de Mary Renault, el Adriano de Yourcenar, el fotógrafo Robert Kincaid en Los Puentes de Madison County, el guardian entre el centeno de Salinger, Pantaleón y sus visitadoras, Aureliano Buendía, Port Moresby, Denys Finch, un Barón rampante o cualquiera de los personajes de los cuentos de Borges.....

- El último libro que compré fue La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón, junto con otro, editado hace unos años, Los Juegos de la edad tardía, de Luis Landero, para regalarlos.

- El último libro (de literatura) que he leído ha sido El Amante albanés, de Susana Fortes, una bonita historia en la que se entremezclan amores prohibidos con historias viejas de Albania, antes de que desapareciera el régimen comunista. En cualquier caso, de cabecera y en mi mesa de trabajo, siempre hay varios libros de poesía. Ahora mismo hay una antología poética de Fernando Pessoa, así como Libertad bajo palabra de Octavio Paz, una recopilación de poemas de la Generación del 27 y una antología de reciente publicación de Haiku japonés.

- Ahora mismo estoy leyendo Reconstrucción, de Antonio Orejudo, una novela de tema histórico ambientada en las luchas religiosas entre católicos y protestantes en la Edad Moderna... y tengo una enorme lista de espera con autores como Bolaños, Eco, Asensi, García Marquez...

- A una isla desierta me llevaría cualquiera de los libros que he citado hasta ahora, pero si tuviera que elegir, me quedaría con Rayuela de Julio Cortazar, por todas las posibilidades abiertas que ofrece, con sus personajes singulares, terriblemente humanos, que podemos leer en varias perspectivas y distintas direcciones, porque nunca se sabe si estamos de ida o de vuelta. Además me llevaría la antología de Pessoa y un cuaderno en blanco para escribir yo.

- Ahora paso este encargo a:
Oscar Huerta, por cu capacidad para la creatividad transgresora.
Magda, por su enorme cultura literaria.
Brisa, por mi curiosidad por saber qué lecturas le han conducido a ser tan especial.

Escrito por odyseo a las 10:16 AM | Comentarios (24)

10 de Mayo 2005

La lógica de Ulises

"Cuando él llegó ella se había cansado de esperar. Le había dejado una nota en la cocina. Espérame; volveré. Aguardó. Durante años vivió para la vuelta. Guardó un sitio en la cama, en el sillón, en la mesa. Se acondicionó para la espera. Convivió sólo con fantasmas y la lujuria fue el esperma muerto por el frío. Salió a buscarla. Recorrió desiertos, islas, archipiélagos y vergeles, y amplió la geografía conocida. Con los pies limados del roce, las manos decrépitas y el pelo oxidado de la luz, regresó a la casa, y sobre el lecho observó a su amada, seca y carcomida por los perros y la espera."

Marcos Taracido 31.03.05 |

Escrito por odyseo a las 11:17 AM | Comentarios (14)

9 de Mayo 2005

La ceguera nacionalista

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Forges (El País 05-05-05)

Escrito por odyseo a las 9:49 AM | Comentarios (12)

6 de Mayo 2005

Avances sociales

La próxima semana puede ser crucial para el conjunto de los trabajadores europeos: la Cámara deberá tomar una decisión sobre la propuesta encabezada por el Reino Unido y apoyada por otros diez países, de ampliar la jornada laboral semanal más allá de las 48 horas. Nuestros patronos estarán de enhorabuena porque así nos podrán explotar más y mejor por el mismo salario. Se oponen Francia (¿dónde están las 35 horas semanales?) y España, que en boca de uno de sus eurodiputados (socialista) ha dicho: "Queremos trabajar como europeos, no como chinos".
Hasta ahora, la normativa europea impedía que un trabajador realizase más de 48 horas de trabajo semanal. En 1993, por iniciativa británica, de nuevo, se introdujo una enmienda de tal modo que si existía acuerdo entre empresario y trabajador, éste pudiese realizar más horas de trabajo. Esta enmienda es la que abre la puerta al dumping social, sobre todo en países donde abunda la mano de obra en paro o inmigrante.
Podemos estar satisfechos por el trabajo desarrollado por nuestros sindicatos y por nuestros políticos, que parecen que se hubieran puesto de acuerdo en conseguir eliminar las barreras necesarias para que nuestros empresarios ganen cada vez más dinero y puedan ser competitivos frente al sistema casi esclavista de los países asiáticos. Basta recordar cómo los beneficios de los bancos, las empresas de suministro energético, las de comunicación, las del sector automovilístico han aumentado sus beneficios, pese (o gracias) a la deslocalización de muchas factorías, para comprender la necesidad de una medida de estas características. No sé si finalmente, en Europa trabajaremos como los chinos, pero sí parece que trabajaremos como burros a cambio de la misma cantidad de alfalfa. Podremos rebuznar, incluso podremos hacerlo juntos, en grandes manifestaciones de esas que ya van quedando anticuadas, pero el resultado será el mismo: el capital ya ha hablado y nos ha comunicado la hora del entierro del Estado del Bienestar.

Escrito por odyseo a las 11:22 AM | Comentarios (22)

5 de Mayo 2005

¿Democracias?

A nuestros "líderes" se les llena la boca en sus discursos vacuos con la palabra democracia: la defensa de la democracia, la extensión de la democracia, la expansión de la democracia, como si la democracia fuera un chicle estirable, masticable.... que luego se tira a la basura.
Lo que ellos denominan dictaduras del terror y de las armas de destrucción masiva, resultan ser regímenes, en muchos casos, tan tiránicos o corruptos como los de las monarquías árabes amigas, o las pseudo-democracias de algunos países del Este recién invitados a nuestro selecto club de amigos.
Parece que cuando un gobierno ha adquirido la etiqueta de democrático, ha comprado también una especie de carta blanca para hacer lo mismo que cualquier régimen dictatorial, pero legalmente: acallar partidos de la oposición, controlar a los medios de comunicación, restricciones a los derechos y libertades de los ciudadanos sospechosos (cualquiera puede ser sospechoso de cualquier delito, no se nos debería olvidar), malversación de fondos reservados, venta y/o compra de armas, trato de favor a empresas y amigos, cobro de comisiones ilegales, etc. La exsusa es que cada cuatro años pueden los sufridos ciudadanos volver a votarlos o votar por el cambio. ¿Qué cambio? Un cambio de siglas. Las élites dominantes dentro de cada partido son las que seleccionan a los que van a ocupar cargos importantes dentro del mismo, eligen a los comités que tienen que controlar su labor, nombran a los candidatos a las diferentes convocatorias electorales y controlan a los comités electorales de los mismos. Resultado: todo está bajo el control del (de los) líder (líderes) y nada escapa a su supervisión. ¿Qué clase de democracia es la que pretendemos ser, la que defendemos en esos discursos grandilocuentes y llenos de aire? A ver si va a resultar que lo que estamos apoyando y apuntalando con nuestros votos, es simplemente la fachada ideológica de la que se ha revestido el edificio del poder político controlado por las élites empresariales y económicas del país, la oligarquía de siempre, sabiamente dividida entre varias siglas partidistas, tanto a nivel nacional como autonómico, y local. A ver si va a resultar, que lo que llamamos democracia es, simple y llanamente, una palabra vacía usada como comodín entre los profesionales de la cosa pública para barnizar sus medidas con un tinte de legalidad que solo llega para cubrirles las espaldas pero no alcanza para ocultar la verdadera cara de sus intenciones.

Escrito por odyseo a las 11:13 AM | Comentarios (15)

3 de Mayo 2005

Realidad o fantasía

La realidad es el duro campo de batalla en el que hemos de sobrevivir día a día. La realidad es eso, realidad, y no admite cambio ni devolución. La fantasía, en cambio, te la pruebas y si te queda bien te la llevas puesta, como un nuevo traje hecho a medida. La realidad es un banquero malversando los fondos del banco y huyendo con sus cuentas secretas a las islas más exóticas y lejanas; la realidad es un fanático estallando en mil pedazos dentro de un autobus urbano. La fantasía puede ser eso mismo o todo lo contario.
Yo, sin dudarlo, prefiero la fantasía. Prefiero que un alumno piense en lo bien que estaría que entrase un asesino en clase y matase al profesor de matemáticas mientras éste explica las derivadas; prefiero que un loco nacionalista imagine el paraíso de su independencia en el salón de su casa; prefiero que un imán rece todos los días imaginando que con sus rogativas y sermones conseguirá el deseado paraíso para él y los suyos; que un dictador sueñe con la perpetuación en el poder; que un ladrón imagine el interior de la cámara acorazada del Banco de España; que un pirómano se masturbe mientras en su mente crecen las llamas. Prefiero la imaginación, por retorcida que sea. Lo que realmente produce miedo, cuando no vergüenza, es la realidad. Porque la enorme diferencia que existe entre imaginar algo y vivirlo realmente es la que nos permite sobrevivir en este mundo sin volvernos locos. Sin embargo, enseñamos a los niños, a nuestros hijos, a nuestros alumnos, a nuestros jóvenes, que en la vida hay que dejarse de imaginaciones y centrarse en la realidad. Que lo que importa es la realidad y que hay que dejarse de fantasías. Y eso sí que nos debería producir miedo.

Escrito por odyseo a las 9:05 AM | Comentarios (27)