6 de Noviembre 2005

Noches de Paris

Las noches de Paris ya no son lo que eran. Han perdido todo el romanticismo y se han convertido en noches para sacar el lado salvaje del ser humano. Algunos han empezado a ver las orejas al lobo y esperan alarmados que papá-estado les saque las castañas del fuego. No comprenden cómo unos ciudadanos de tercera pueden reclamar los mismos beneficios que los ciudadanos de primera. Otros, los de siempre, aprovechan la ocasión para recordar que todo esto puede ser efecto de "una mala política de inmigración", queriendo decir en el fondo de su corazón que lo que habría que haber hecho hace muchos años es haber prohibido la entrada en la sacrosanta Europa de estos sans cullottes extranjeros. El Gobierno se reune con los profesores de los colegios e institutos de la zona, como pidiendo explicación, pero en el fondo buscando respuestas a un misterio que no tiene nada de enigmático. Están asombrados que en el corazón de la civilizada Francia, pueda ocurrir algo que solo lo hemos visto en los barrios negros de Nueva York o Los Angeles. Se sorprenden de la violencia y el rechazo brutal de grupos espontáneos y organizados de jóvenes hacia la sociedad que les ha dado ¿qué?
La bomba de la pobreza y la marginación que estaba oculta y aparentemente neutralizada en la periferia de las ciudades europeas, de pronto, ha encendido su cuenta atrás, su temporizador con retardo, y ahora nadie acierta a desactivarla.
Unos, los de siempre, piden mano dura con los revoltosos, como si eso fuese a solucionar el problema. ¿A cuántos miles habrían de meter en la cárcel? Otros se aprestan a conceder ayudas, subvenciones, becas, subsidios, para tapar las bocas durante un rato. Aunque todos saben que la solución no puede ser pan para hoy y hambre para mañana. La solución era bien sencilla y se sabía hace ya muchos años, pero fue más fácil explotar al inmigrante, recluirlo en guetos donde pasaran más desapercibidos, no trabajar por su verdadera integración ni por la de sus hijos, ya auténticos enfant de la patrie nacidos en suelo francés. Hoy estos enfants terribles han puesto la patria patas arriba dejando ver sus miserias. Reclaman lo que cualquier ciudadano: trabajo digno, salario digno, vivienda digna y leyes iguales para todos. Quizás porque tuvieron que aprenderse la Marsellesa en el colegio y porque en sus clases de historia les contaron la Revolución Francesa. Hoy, Paris necesita algo más que una misa, y el resto de Europa lo sabe y se pone a rezar.

Escrito por odyseo a las 6 de Noviembre 2005 a las 07:50 PM | TrackBack
Comentarios

Odyseo,
Se nota que no has estado nunca en NY o LA y si en cambio has leído mucha propaganda antiamericana o has visto muchas películas de los años 70. Yo he estado en el Bronx y en Harlem paseando a pie, también he tomado el metro en esos barrios y lo prefiero 100 veces a pasar una noche en un area de autopista francesa, es fácil saber porque sólo hay que interntar buscar la verdad aunque no nos guste.

Escrito por Topgun a las 6 de Noviembre 2005 a las 07:37 PM

Está claro que el progreso no ha sido igual para todos, que no ha disminuido las diferencias entre ricos y pobres, que no ha llevado la justicia real a muchos sectores de la sociedad. Tú lo has dicho: una bomba. Una bomba que comienza a estallar en muchos lugares.

No apruebo nunca la violencia. Pero, a veces, no hay otra salida. Contradictoria frase, ya sé.

Escrito por scape95 a las 6 de Noviembre 2005 a las 07:38 PM

TOPGUN: yo, en cambio, he pasado muchas veces por autopistas francesas y parado en sus áreas de descanso, he paseado y me he alojado en sus barrios de inmmigrantes y nunca me ha pasado nada. Lo cual, lo único que quiere decir es que tuvimos suerte.

SCAPE: la violencia tiene muchas acepciones y expresiones, tranquilo.

Escrito por odyseo a las 6 de Noviembre 2005 a las 08:01 PM

De aquellos polvos éstos lodos, que díría el refrán. Ahora, me temo que algunos encontrarán romántico también lo que se avecina; pero ya se sabe que hay gente "pa'to". De todas formas si creemos en la libertad, la igualdad y la fraternidad pues pongámosla en práctica.

Escrito por Tu rival a las 6 de Noviembre 2005 a las 08:08 PM

Tras unos cuantos meses disfrutando de tu fotoblog, este es mi primer comentario a un artículo tuyo. Me encanta lo que leo aqui, sugerente, elaborado, invita a pensar y a contestar.

Pues bien, ahi va, estos acontecimientos que comentas son como cuando, tras atiborrar la nevera, un "tupper" queda olvidado al fondo y se pudre. Abres la nevera, apesta, en un principio no logras saber que es, pero huele mal y cada vez peor. Finalmente el olor te obliga a hacer "inventario" de lo que tienes alli metido, y aparecen grandes sorpresas. Ante todo quedas sorprendido y mosqueado por el desperdicio que supone todo cuanto encuentras caducado y asco por el hallazgo de la colonia de champiñones verdosos, babosos y malolientes en que se ha convertido el "tupper".

Pues eso son las llamas de París y alrededores, un tupper podrido cuyo olor se ha hecho insoportable. Un país mejora, aparentemente, y con él sus ciudadanos que ya no quieren trabajos que antes les dieron de comer. Otro llega y ocupa su puesto. Distinto en color y cultura sufre por dar a sus hijos algo de ese mundo mejor. Pero no hay cama p'a tanta gente. Seguiría reflexionando, pero me alargo demasiado. Me siento, un día más como un hamster en su rueda. Caliente, saciado, pero exclavo.

Escrito por Paco a las 7 de Noviembre 2005 a las 02:24 PM

Culpar a la pobreza de la explosión de violencia es insultar a las personas sin recursos económicos. Los pobres no son violentos, son pobres y decentes en su mayoría. La violencia siempre está contaminada de otros factores. Creo.

Escrito por Luis Amézaga a las 7 de Noviembre 2005 a las 03:58 PM

Y no es tambien culpa de unos colectivos que no ya no han podido integrarse en sus nuebos paises sino que ni siquiera lo intentaron,y no es verdad que esto lo han sabido aprobechar los radicales de sus paises de origen para durante años planificar lo que hoy pasa y lo que pasara, no se nota que todo esta excesivamente planificado............

Escrito por cedrik a las 7 de Noviembre 2005 a las 05:28 PM

Dices en tu post que la solución era bien sencilla y se sabía hace ya muchos años....???
Sin embargo, hoy sigue discutiéndose si en el proceso de integración hay que fomentar el multiculturalismo dentro de nuestas sociedades
(aceptar las costrumbres y expresiones religiosas de estos inmigrantes) o si ellos para integrarse, deberían adaptarse a nuestras normas, fundamentalmente laicas y que promueven mismos derechos para hombres y mujeres.
Hay que tener presente también, la implicación de inmigrantes cultos e "integrados" en los graves atentados que se han producido en Madrid y Londres; así como que en estos incidentes se mezclan tanto la política de inmigración, como las consecuencias sociales y económicas de un sistema capitalista, que fomenta cada día más, la exclusión y violencia de grupos sociales, unos como reivindicación de mejoras y otros como rechazo antisistema, por no hablar de aquellos otros que sólo fomentan la violencia por la violencia. Saludos.

Escrito por Juanito a las 7 de Noviembre 2005 a las 08:10 PM

Además de "rezar" a más de uno lo pillarán sin confesar ;)

Escrito por Unda a las 7 de Noviembre 2005 a las 09:59 PM

A mí me parece que la violencia solo engendra violencia, que no siempre es necesario destruir para construir, que para conseguir llegar a un punto de encuentro se requiere que todas las partes implicadas sean capaces de saber ponerse en el lugar del otro y eso es un asunto complicado, cuando todo el mundo cree tener derechos y nadie está dispuesto a ceder un poco de los suyos (aunque me podrías decir que algunos no tienen ninguno. La tolerancia y el respeto es para mí el punto de partida en la reintegración y tal y como están las cosas se precisa un verdadero esfuerzo por todas las partes, no por unas ni por otras de forma individualizada. Y que si realmente deseamos cambiar el mundo, debemos empezar por cambiar un poquito cada uno de nosotros, de todos.

Un besito Ody.

Escrito por Brisa a las 7 de Noviembre 2005 a las 11:19 PM

Son tantas las veces que te leo y sólo puedo asentir con la cabeza...

Por desgracia las realidades no pueden solucionarse rezando, y a París, como a muchos otros lugares, les hace falta mucho más que una misa. Pero no siempre interesa...

Un beso muy fuerte.

Escrito por Isthar a las 8 de Noviembre 2005 a las 11:43 AM

Yo sé de más de uno que se alegra de ver a los franceses con ese embolado encima. Esperemos que sepan resolverlo.

Escrito por peke a las 8 de Noviembre 2005 a las 12:29 PM

Estoy de acuerdo con lo que expresas y me gusta la forma y las palabras que has utilizado en todo tu escrito Odyseo para tratar este tema, y no estamos justificando la violencia porque nunca es justificable, pero si es importante ponerse en lugar del otro para llegar a saber respuestas a ¿quién? ¿qué? ¿cuándo? por qué? y luego seguir preguntándose ¿cómo? y no pensemos que estamos tratando el tema de la integración de grupos sociales, no, para mí es la convivencia entre grupos de grandes diferencias y desigualdades sociales. Y sigue estando en relación con el mismo tema de toda la vida, el respeto por el individuo, el individualismo no se entiende como tal, no creo que exista la posibilidad de convivencia grupal mientras no exista un respeto por el individuo. Libertad, igualdad y fraternidad.
Besos y un abrazo enorme.

Escrito por mirada a las 8 de Noviembre 2005 a las 03:10 PM

MI RIVAL: sabes perfectamente que esa es la solución.

PACO: me alegro de que te hayas pasado por aquí y que comentes lo que te parezca. Gracias. Creo que la metáfora del tupper es bastante acertada.

LUIS: la pobreza engendra violencia, eso lo saben aquí y en Lima. Eso no es culpar a los pobres, sino analizar una situación real sobre bases reales. La pobreza engendra violencia porque expresa la realidad de una situación injusta que genera violencia. Te voy a poner un ejemplo: el rallie París Dakar es un "violento" paseo entre la pobreza del África subsahariana.

CEDRIK: evidentemente, en situaciones así, nada es sencillo y se confunden muchos factores y se mezclan muchas situaciones para dar lugar a un extraño coctel molotov.

Escrito por odyseo a las 8 de Noviembre 2005 a las 05:10 PM

JUANITO: ¿cuándo vas de huesped invitado a una casa cómo te comportas? pero, ¿dejas de ser tú mismo ante tu invitado? ¿te trata tu anfitrión con educación y respeto aunque te haga saber las normas de su casa? Pues eso es una adecuada política de integración.

UNDA: seguro ;-))

BRISA: estamos de acuerdo y compartimos una visión similar (lee mi comentario a Juanito un poco más arriba).

ISTHAR: pues creo que aunque no les interese, ahora se lo van a tener que pensar.

PEKE: sí, porque detrás vamos los demás. Recuerda la actitud de algunos aquel poema de Berthol Bretch que hablaba de cuando persiguieron a los judíos pero que al otro no le preocupaba porque él no era judío; luego persiguieron a los negros, pero a él no le preocupaba porque él no era negro... y así hasta que le tocó a él.

MIRADA: es que creo que el problema fundamental no es de integración racial o étnica, sino un problema básico de desigualdad. Si arreglas las desigualdades, desaparecen los problemas raciales, culturales y religiosos.

Escrito por odyseo a las 8 de Noviembre 2005 a las 05:20 PM

Y si.. estamos diciendo lo mismo :-)
Besos

Escrito por mirada a las 8 de Noviembre 2005 a las 10:07 PM

Es ciertamente difícil encontrar soluciones simples a problemas complejos. Lo que ocurre en Francia, no es ajeno a lo que ocurre en el mundo. Encontrar la raíz de esta explosión es igualmente complicado porque se podrían citar decenas de razones para que haya ocurrido, así como se podrían citar decenas de razones para explicar porque no ocurrió antes o porqué no está ocurriendo todavía en otros lugares.

Sin embargo, pese a lo arriesgado que es dar una opinión en estas circunstancias pero habiendo vivido mas de 20 años en Europa, y en parte en París, me atrevería a decir que mi sensación es que el Orden Mundial, basado en compartimentos estancos llamados países, ya no permite contener sus contradicciones y que estas van a seguir aflorando de manera progresiva, como los desastres naturales provocados por la contaminación y el recalentamiento de la atmósfera.

Es común seguir hablando de países, donde mucho de lo que se consume y se produce, en términos de comida, cultura, entretenimiento, tecnología y hábitos nada tienen ya de "nacional". Lo que nos dice que las fronteras entre países son más un mito que una realidad. Las fronteras reales hoy día son las que protegen las sociedades VIP, que nada tienen de "nacional" y el esfuerzo está volcado a hacer de estas ellas fortalezas que no contemplan la entrada de los excluidos que son cada día más numerosos en todo el planeta.

Escrito por doifel a las 11 de Noviembre 2005 a las 05:22 PM

DOIFEL: efectivamente, estamos de acuerdo en el diagnóstico global de la situación. Los países y fronteras nacionales están perdiendo sentido a ritmo cada vez mayor. Ahora las auténticas fronteras están en las vallas de las urbanizaciones para ricos.

Escrito por odyseo a las 12 de Noviembre 2005 a las 12:12 PM
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