4 de Octubre 2007

Una educación de chichirimú

Tenemos una educación de chichirimú, porque somos un país de chichirimú. Empezando por el gobierno, siguiendo por la oposición, continuando por la mayoría de los medios de comunicación, adictos o contrarios a una Iglesia reaccionaria y trabucaria; la clase empresarial, tanto la que duerme en la cárcel como la que solo va de visita; etc, etc, uno llega a la conclusión de que aquí lo único que funciona es Hacienda y la Guardia Civil (y eso que el benemérito cuerpo ya no es ni sombra de lo que fue).
El concepto de chichirimú es un concepto complejo y versatil pues lo mismo vale para un roto que para un descosido. Se aplica a todo aquello sin sustancia ni chicha, desmadejado y delicuescente, de textura gelatinosa y sin sabor. Los anglosajones lo traducen con el término "light", pero aquí preferimos utilizar éste, mucho más castizo y de resonancias mucho más recias. Ni se tomen la molestia de buscarlo en el diccionario pues no la encontrarán ya que me la acabo de inventar. El vocablo se compone de chichi, que en Perú es sinónimo de fácil (aquí también significa otra cosa que no voy a repetir); y rimú, que en América responde a la identidad de una planta de la familia de las oxalidáceas que florece en amarillo y en el mes de Abril (y es que yo nací en ese mes). Juntándolo todo, tenemos la calificación de este país que ni es país ni es ná.
Pues ahí tenemos nuestro sistema educativo, según las últimas noticias, el menos rentable de toda Europa, el que saca menos rendimiento de los recursos que invierte, donde cada cambio de gobierno supone un cambio de orientación didáctica, metodológica, de asignaturas y contenidos, de procedimientos y pedagogías, y donde hasta el padre más tonto sabe más que el propio maestro sobre cómo educar a un hijo que luego te confiesan que no saben qué hacer con él, si darle botellón o adormidera televisiva. En este país de chichirimú, donde lo mismo te queman por no respetar una bandera que queman la bandera contigo dentro, los sátrapas de la cosa autonómica se aplican a reformar la Historia que se enseña, al tiempo que los obispos le dicen al Estado que ellos son los que tienen el monopolio para lavar conciencias y centrifugar cerebros, mientras cuatro listillos en un despacho diseñan un nuevo modelo educativo cada tres meses que es el ritmo al que las imprentas de las editoriales terminan las tiradas de libros de texto. En este país de chichirimú, lo mejor es apuntar a tu hijo o hija al concurso de supermodelo y rezar en familia para que el niño o la niña tenga suerte con el cretino/a del jurado/a que le toque. O eso, o ensenarle a tu perro a que te eche la primitiva y que tenga la suerte de Curro.

Escrito por odyseo a las 4 de Octubre 2007 a las 07:53 PM | TrackBack
Comentarios

Tiene gracia. Porque esta mañana haciendo limpieza bibliotecaria me he acordado de tí.
He encontrado mis antiguos libros de texto con sus consiguientes apuntes y -ohhhhhhhh maravilla de las maravillas- ya no se "estudia" absolutamente nada de entonces. No es extraño que me cabree cada vez que cojo un libro de texto con mi hija para intentar explicarle el galimatías que tengo por delante. Pero claro, yo debo de ser muy burra...será eso.
Ni qué decir tiene que a veces me encantaría ponérselo de sombrero a la criaturita, pero tengo mis dudas de que ella tenga responsabilidad alguna a veces(sólo a veces)
Todo tiene su punto positivo, al menos eso plantean, aunque ya no sé ni qué pensar. Ahora el bachillerato no sólo se puede hacer a trozos sino que además se "abonará" en algunos sitios...al menos eso escuché hace unos días....yo creo que lo he soñado eran tan sólo las 6,30 de la mañana y ya tenía pesadillas.

¿Habrán contado para el primer supuesto con el gremio correspondiente?

Escrito por Rizos a las 4 de Octubre 2007 a las 08:32 PM

RIZOS: no, no lo has soñado, a alguna cabeza pensante del Sur se le ha ocurrido pero es comprensible porque allí les sobra el dinero y el talento. Claro que así tendremos estudiantes de Bachillerato con 30 años

Escrito por odyseo a las 5 de Octubre 2007 a las 09:42 AM

Ni más ni menos: País de Chichirimú. ¿Y cuándo nos llegará la luz de la ilustración y la inteligencia, la luz de la razón? ¡Ah... La semana que viene si Dios quiere... Auhhhhhhhh!
Un abrazo
Hannah

Escrito por Hannah a las 5 de Octubre 2007 a las 01:03 PM

HANNAH: ya sabes, "vuelva usted mañana" :-)

Escrito por odyseo a las 5 de Octubre 2007 a las 07:53 PM

¿Qué es lo que significa perú en un país llamado Chichi?
-AAAAHHHH, que eso se viene en el libro de Educación para la Ciudadanía.
- Vale vale.

Me encanta la expresión "iglesia trabucaria".
Buen post, Campeón.

Escrito por Tu rival a las 5 de Octubre 2007 a las 11:07 PM

Me encantan las palabras nuevas, recien horneadas, esta por eso... ;) me temo que despromete más que prometer y es que el temita se las trae y no por la calle del optimismo precisamente, así que podría ir pensando en comprarme un perro y llamarle curro, por si acaso el nombre es una especie de amuleto, pero me temo que va a ser que no...

Saludines o saluditos, te dejo elegir.

Escrito por Brisa a las 6 de Octubre 2007 a las 12:03 AM

De acuerdo contigo, no puedo decir más.

Escrito por peke a las 6 de Octubre 2007 a las 04:27 PM

Me quedo con el término o el término se queda conmigo.
Es muy bonito y le cuadra a casa todo: a la educación, al transporte, a la televisión... lo mejor es que es sonoro y potente, no suena falsamente intelectual y tiene ese "rimpinpim" festivo de las cosas que no son ni chicha ni limoná.

Escrito por Beatriche a las 6 de Octubre 2007 a las 06:11 PM

BEATRICHE: como decía el viejo de Cela en uno de sus brillantes momentos, "se lo regalo, señorita, le regalo la palabra en cuestión" :-))

PEKE: es terrible que no podamos decir más, verdad?

BRISA: vale, cómpralo, por si acaso, pero recuerda que si te toca, vamos a medias :-)

RIVAL: recuerdas? era el que no me salía el otro día. Se refiere a los curas que se tiraban al monte en época decimonónica a defender el carlismo y sus privilegios.

Escrito por odyseo a las 7 de Octubre 2007 a las 12:13 PM

...Son las consecuencias de no llamar a las cosas por su nombre. Por miedo a decir España acabamos llamándolo chichirimú o equis, por ejemplo. Es triste que la educación se haya atorado en ese punto y sucumba a la moda de turno, sobre todo porque demuestra que tenemos lo que nos merecemos... SALUDANDO:
LeeTamargo.-

Escrito por LeeTamargo a las 8 de Octubre 2007 a las 07:21 PM

LEE: pues eso digo yo. :-)

Escrito por odyseo a las 9 de Octubre 2007 a las 12:05 PM
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