11 de Abril 2007

Circus vitae

Le dejé hace quince días a la escucha, a la espera de que la vida le hablara una vez más. Y la vida le habló, según me dijo, para decirle que los viejos fantasmas no habían desaparecido, es más, que se habían convertido en personas, con nombres propios, como en otras ocasiones. Al menos algo le había quedado claro: no estaba loco, como a veces había llegado a pensar, aunque esto no era consuelo para él, pues no se conformaba con la verdad, era ambicioso y también pretendía la felicidad. Dos tareas, dos metas, que parecían no ser buenas compañeras de viaje hacía tiempo. Entendía, -tal vez equivocadamente-, que la felicidad o iba de la mano de la verdad o no podía considerarse tal. Por eso, -o por orgullo incluso-, no entendió nunca los esfuerzos que algunos hacían por mostrarse agradables con él. Consideraba esos esfuerzos innecesarios, pues eran fruto, tal vez, de la hipocresía y de corazones poco limpios o interesados. En un ejercicio de coherencia, él siempre intentó huir de esas formas de proceder. Pese a todo, sabía que el mundo, sobre todo el humano, era grande, diverso y le permitía encontrar a su alrededor ejemplos contrarios, modelos de sensibilidad, ternura y respeto de los que siempre estuvo dispuesto a aprender, pues entendía que esa era una de sus tareas en la vida: aprender, aprender a ser. Tarea en la que se empleaba a fondo siempre que tenía oportunidad. Y la vida le enseñó que cualquier circunstancia es propicia, al menos siempre que estuviera atento, lo cual no ocurría tanto como deseaba, pues su cabeza, pese a tener pocas ideas y ocurrencias a veces parecía un torbellino y quedaba distraída a menudo. Distracciones en las que ocupaba grandes ratos, y que en muchos casos no eran más que lecciones prácticas de los anteriores aprendizajes, eso sí, con sus consiguientes errores. Errores que desaparecían cada vez que, sentado en la sombra, detrás del resto de los músicos de la banda, se ponía a las órdenes del director y daba comienzo la sesión del Circus Vitae. Era allí, en el circo, con las baquetas en la mano, siempre en segundo plano, y con los ojos puestos en la pista central, donde el mundo de verdad se transformaba y donde la magia hacía acto de presencia no sólo en las caras inocentes de los más pequeños, sino en su alma también. Sabía que con sus redobles ayudaba a crear el ambiente necesario para que el esfuerzo del funambulista, el acróbata o el payaso fuera eficaz. Sin embargo, el momento que él esperaba con impaciencia durante toda la jornada y que intentaba retener en su retina y en su corazón hasta la sesión siguiente, era cuando ella, con aquellas piernas atléticas, musculosas y finas al mismo tiempo, saltaba del trapecio para recibir los aplausos del público. Era entonces cuando más suave tocaba, envolviendo con delicadeza cada una de las notas de sus compañeros y los vítores de los asistentes. No quería por nada del mundo restarle protagonismo a ella, la auténtica estrella. Era su brillo, el de su cuerpo, el de su sonrisa, el de sus modales delicados, lo único que de verdad llenaba el cielo de su dicha, y de su desdicha cuando los focos se apagaban.

El rival de Odyseo

Escrito por odyseo a las 11 de Abril 2007 a las 07:24 PM | TrackBack
Comentarios

Me ha encantado, Rival, ha sido muy tierno. Pssst, Ody, este advenedizo te está quitando tu blog XDDDDD ¡Qué últimamente escribe más él que tú! Descastado...

Escrito por Zirbêth a las 11 de Abril 2007 a las 07:25 PM

ZIRBETH: tranquila, lo tengo controlado, además no me parece mala idea que esto se vaya convirtiendo en su casa ;-)

Escrito por odyseo a las 11 de Abril 2007 a las 07:51 PM

Esto puede ser bien el comienzo de una historia….pues bueno cada cual tiene su camino para…..bonito..también muy real

Escrito por dimelo tu a las 11 de Abril 2007 a las 07:57 PM

Que suene la música del mayor espectáculo del mundo.

Escrito por Luis Amezaga a las 12 de Abril 2007 a las 07:11 PM

ZIRBÊTH:Si te gustó, mereció la pena para mí. Más que descastado es un explotador este jefe que me he echado. Es lo que tiene ser proletario.

ODYSEO: Lo siento ya como mi casa, pero últimamente estás muy relajado con el pago de la hipoteca...

DIMELO TU: Pues continuaremos con la historia.

LUIS: Un espectáculo único, al menos a la antigua usanza. ¿Qué música te gustaría que sonara para ese espectáculo?

Escrito por El rival de Odyseo a las 13 de Abril 2007 a las 11:49 AM

MMMMMMMMMM! Estupendo. :)

Escrito por peke a las 13 de Abril 2007 a las 12:08 PM

PEKE: Los baterias de circo seguro que eran todos estupendos;jeje

Escrito por El rival de Odyseo a las 13 de Abril 2007 a las 09:30 PM

si escuchamos atentos a la vida parece querer decirnos que lo que hace que todo cobre un sentido no es ser amado, sino amar. ¿Cómo? cediendo el protagonismo a los demás, colocándonos detrás del telón, olvidándonos en ellos. Ahí sí... luego los aplausos:)

Escrito por maga a las 14 de Abril 2007 a las 04:40 PM

MAGA: Más que aplausos lo que tú te mereces son unos besos enormes, querida filósofa, por lo bien que sabes escuchar y por lo agradecida que eres, que en el fondo no es más que una forma de amar.
Una alegría encontrarte por aquí también.

Escrito por El rival de Odyseo a las 14 de Abril 2007 a las 09:54 PM

La vida nos habla de tantas maneras diferentes.... a veces a través del sonido de unas baquetas, solo que no siempre sabemos escucharla..

Hay corazones tan bellos..que son capaces de eclipsar cualquier fantasma.

Escrito por Brisa a las 19 de Abril 2007 a las 12:10 AM

BRISA: Pues convirtamos a nuestro corazón en ese batería que, desde la sombra, acompañe la música de la vida.

Escrito por El rival de Odyseo a las 24 de Abril 2007 a las 12:23 PM
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