Cayó el Carnaval y me imagino que no son pocos los que sienten gran tristeza, pues ven estas fechas como una oportunidad única para esconderse detrás de los disfraces, las máscaras y hacer de su capa un sayo. Parece, según cuentan, que son fechas en las que hay una relajación en las normas que habitualmente presiden la vida de muchas personas, y en un estado de semiinconsciencia, permitirse ciertos deslices que por ese motivo parecen justificados. No entiendo muy bien cuáles pueden ser los motivos que lleven a la gente a actuar así, menos aún en sociedades como las nuestras en las cuales la bandera de la libertad ondea sobre cualquier otra, y en las cuales pareciera innecesaria esa liberación de las ataduras de todo el año. Esto me da qué pensar y considerar que tal vez existan muchas libertades formales pero pocas reales, o que tal vez no estemos demasiado satisfechos con lo que somos durante todo el año y que estemos reprimiendo permanentemente deseos, inquietudes o necesidades que sólo seamos capaces de acometer desde una ficticia identidad. ¿O es tal vez ese yo oculto durante todo el año tras nuestro traje de corbata y ahora desatado tras la máscara, nuestro yo más real? Por todo esto siempre me han resultado ciertamente ridículas y desagradables estas celebraciones, pues nunca he entendido que haya personas que necesiten de un disfraz para ser ellas mismas. Pero si considero lo anteriormente expuesto a la luz del quehacer diario, me doy cuenta de que no soy quién para juzgar esos comportamientos, pues tal vez otros hacemos del disfraz uniforme hasta para dormir. Así como quienes en el Carnaval tienen un traje para cada día, seguramente otros cambiemos de antifaz varias veces al día durante todo el año, con personajes tan dispares y contradictorios que difícilmente encontrarían acomodo más allá de la consulta del psiquiatra. A veces las ataduras de los papeles que cada día tenemos que interpretar son tan fuertes, que sentimos la necesidad de pasar al siguiente para que, con otras ataduras de otro papel distinto, seamos capaces de liberarnos del anterior. En fin, que igual es más sano y económico que una vez al año ejerzamos la inconsciencia.
El rival de Odyseo
Yo, con el paso de los años, me he ido dando cuenta de que el carnaval cada vez tiene menos de transgresor y más de baile de disfraces. El que se disfraza busca cada vez menos la transgresión de las normas y más el lucimiento personal o simplemente ocultar su identidad: cobardía y pasarela, mitad y mitad. También es verdad, que para transgredir, dirán algunos, ya tienen todos los fines de semana y fiestas de guardar: para dar voces en la calle, mear en las esquinas, romper papeleras, quemar contenedores.... La transgresión deslucida llevada en su degradación a una simple gamberrada.
Escrito por odyseo a las 20 de Febrero 2007 a las 07:41 PMEs bueno el análisis ,de manera que es muy fácil deducir que estas fiestas tienen un común denominador y son las marcaras ,trajes ,es un reflejo de lo que acontece diariamente en todas las facetas de nuestras vidas, por que a menudo usamos estas mascaras para interactuar dependiendo de el medio que nos rodea, y casualmente tan bien estas fiestas son el colofón para la mezcla de culturas y como bien haces referencia para desconectar ,un escape de la rutina que termina agobiando un poco la vida, estoy de acuerdo con estas fiestas ,por que lejos de ser algo que intentamos explicar ,es un momento para dejar los problemas entremezclándose con la alegría de unos días donde todos juegan a ser cualquier cosa, quizás experimentando lo nuevo ,la fantasía de ser algo distinto ,y no por que se carezca de libertad para poder ser, pero se sabe que la libertad del mundo esta matizada bajo un concepto de conducta social y estas fiestas rompen un poco con el orden..
Escrito por dimelo tu a las 20 de Febrero 2007 a las 08:18 PMHace muchos años ya que no voy, pero de pequeña vivía en Cádiz, y el Carnaval no era lo que tú comentas, o al menos a mí no me lo parecía. Era el tiempo de decir lo que te parecía y hacer chanza de todo lo que, en otras circunstancias, no se podía o debía hacer. Y era divertidísimo. Será, a lo mejor, que en Cádiz los carnavales tienen poco de escaparate público y mucho de ruptura con el día a día de un modo muy creativo, pero de verdad que es divertidísmo. Y la gente no se disfraza de lo que puedan ser en realidad, sino que los disfraces, como las chirigotas, las comparsas, etc., son un modo de denunciar con gracia y salero lo que en el día a día ni da tiempo. Carnaval en Cádiz no es sinónimo de pasarela, o al menos no lo era cuando yo lo viví. Aunque haya gente dispuesta a convertirlo en otra fiesta de desfase y libertinaje, te aseguro que es mucho más que eso. Fíajate que siempre que pienso en el carnaval de Cádil, pienso en El jardín de las delicias de El Bosco.
Escrito por Zirbêth a las 20 de Febrero 2007 a las 10:52 PMMe temo que no hay para tanto análisis psicológico en unas fiestas lúdicas como éstas. Sólo algo de diversión, pero consciente oiga, al menos antes las tres de la mañana. Luego ya no me acuerdo xDDD
Escrito por Luis Amezaga a las 21 de Febrero 2007 a las 05:16 PMODYSEO: ¿Hay motivo para la transgresión hoy?
DIMELO TU: Nada que objetar a la fiesta, diversión, mezcla de culturas, evasión, fantasía.
ZIRBETH: No dudo en absoluto que el Carnaval sea todo lo que señalas. Por supuesto que mi análisis es muy parcial. Pero de alguna forma, también se da algo de lo que yo digo y tú también señalas.¿Resulta operativa esa denuncia tan graciosa? ¿Aparte de hacernos pasar un buen rato y servirnos de relajo, logra solucionar los problemas denunciados? ¿O cuando los responsables encargados de solucionarlos, viendo la gracia que nos hacen deciden seguir de brazos cruzados? Desde luego que salero y gracia tiene para dar y regalar esa tierra.
LUIS: Ya aguantó usted, D. Luis, otros hubiéramos caído antes.
Escrito por El rival de Odyseo a las 21 de Febrero 2007 a las 11:01 PMQuizás no sirva más que para decirles a esos (ir)responsables de los desaguisados que, aunque la movilización no sea peoductiva, hay movilización: la de decirles a la cara que no somos tan idiotas. Y sin partido político que organice y mediatice la movilización.
Escrito por Zirbêth a las 22 de Febrero 2007 a las 10:50 AMLa transgresión si es inteligente, sienmpre es buena y necesaria. El problema viene por lo de inteligente.....
Escrito por odyseo a las 22 de Febrero 2007 a las 09:27 PM¿Careta de diario? ¿O una al año?
Pues mejor sin ellas, somos lo que somos tal cual, aunque sigamos intentando ponernos un disfraz que nos quede tres tallas más pequeñas.
¿Hubieras caído antes de las tres? mmmm se acerca abril me temo :P
UNDA:Sin duda alguna mejor sin caretas, aunque a algunos la cara le delate, incluso los abriles que llevan puesto.
Escrito por El rival de Odyseo a las 27 de Febrero 2007 a las 11:24 AM