Hace un mes Odyseo nos proponía que nos definiéramos con una palabra. Allí pudimos comprobar, por los comentarios que hacíamos, que la cuestión no resultaba nada fácil. Incluso hubo quienes tuvieron que preguntar a los que les rodeaban para que les echaran una mano, y los que así no lo hicimos no fue porque lo tuviéramos más claro, ni mucho menos. Y es que eso que creemos ser y la forma de considerarlo es ya un reflejo de cómo nos han etiquetado los demás, acertada o equivocadamente. Lo queramos o no, aquello que somos y la manera en que a nosotros mismos nos vemos es en gran medida fruto de un proyecto que nosotros no hemos diseñado. Así pues, aquello que decimos que somos es en gran parte, y al menos durante un tiempo, constituido socialmente por normas, valores, gustos, aficiones o roles que tiene su origen fuera de nosotros. Todo lo mencionado no deja de ser algo absolutamente natural y aún necesario, pues sólo por los otros podemos saber, saberlo todo, incluso lo que somos. Pero esta identidad no sería más que un muñón de la misma si no la contrastamos y la completamos con lo que además nos proponemos ser, con lo que queremos ser. Y aquí es donde empieza la gran tarea. Llega el momento de sustituir las expectativas que los demás tienen sobre nosotros por las metas que debemos autoproponernos. Sólo cuando esto sucede la vida tiene sentido, pues es cuando de verdad empezamos a vivir nuestra vida. Cuando no aparecen metas en nuestro horizonte que orienten lo que hacemos, empezamos haciendo lo que otros quieren para terminar haciendo lo que no queremos, y lo que es más grave, alejándonos de las posibilidades prefiguradas en cada uno de nosotros y cuyo cumplimiento implicaría el ir creciendo en lo que deberíamos desear ser: más humanos. De tal manera, lo que somos, apunta por un lado al pasado (lo que nos han hecho creer que somos), pero fundamentalmente al futuro, pues somos una tarea inconclusa, estamos en camino hacia la realización de nuestra posibilidades. Y ese proyecto, esa tarea, admite caminos y orientaciones muy distintas. En esa dirección juega un papel decisivo el conocimiento, nuestra aspiración a comprender, puesto que se trata de juzgar sobre las modalidades de realizar esa existencia, de manera que sea posible obrar como seres humanos, y no como clones que vivamos de manera poco auténtica. A no ser que, como las llamadas filosofías del absurdo, consideremos que el hombre es una pasión inútil, una tarea imposible.
El rival de Odyseo
Escrito por odyseo a las 30 de Enero 2007 a las 09:41 AM | TrackBackEl hombre es una pasión tan inútil como un guepardo o un antílope. Solo si sentimos pasión podemos ser los que estamos destinados a ser. No me refiero a una pasión amorosa, sino pasión por la vida misma: me refiero a las ganas de vivir. Cuando hay ganas, tenemos más de la mitad del camino andado.
Escrito por odyseo a las 30 de Enero 2007 a las 07:31 PMColega Rival: casi podría decirte que estoy de acuerdo .no es que no somos ,realmente somos ,y en aquella ocasión me definí como humano que ocupa un espacio dentro del espacio , ni mas, ni menos, para no definirme por el mero hecho de no haber conseguido ninguna meta en mi tiempo al no ser vivir , sencillamente vivir y no por ello caréese de sentido ni de sueños, por que en este mundo el mas grande desafió` es mantenerse con vida y tener derecho a ella con humanidad , mira que sencilla definición, pero para muchos millones que no tienen posibilidad de hacer planes con el deseo de prosperar aunque sea en conocimiento ,(no existen sueños)., los sistemas los dejan sin opciones y como dices tu a querer ser lo que queremos para que sus vidas tenga algún sentido y se les pueda predefinir con algo positivo en su afán de ser mejores. No creo que se necesiten metas para darle sentido a la vida y definir el grado de humanidad en un ser .por que si así fuera ,imagínate millones colgados por el cuello , al final las poblaciones del primer mundo definimos como analfabetos ,salvajes ,tribales, a la minoría que es una media de pobres , definitivamente si miramos muchos lugares podríamos decir que sus vidas no tienen sentido ,y claro esta que esas personas están subyugadas a la ley de los hombres que realizan sus metas en el afán de ser dentro de un modelo impuesto como bien dices y que muchos definen como buenos hombres por su labor .pero no estoy de acuerdo en definir por el simple hecho de no haberse realizado ,definitivamente en esos mundo solo existe una meta y es no morir de enfermedad y hambre ,en esos difíciles y pequeños mundos existe mucha mas vergüenza y humanidad por que no se puede sufrir mas en una vida ,y considerando esto solo puedo definir a un ser por la acción, no de lograr algo, si no mas bien de dar y de vivir con el corazón desde adentro sin mirar afuera .esto es ser....que dificil no?
Escrito por dimelo tu a las 30 de Enero 2007 a las 08:22 PMCurioso, la definición de la vez anterior de como me definiría, creo que es eso, curioso...
Pero si me preguntas ahora que es lo que quiero ser.. joé! aún es una respuesta mucho más difícil. Espero no tardar tanto en encontrarla y decírtela. Saludos.
ODYSEO: Pues me parece que no, que un guepardo o un antílope no serán nunca una pasión, ni útil ni inútil, pues no creo que ellos puedan apasionarse o desapasionarse por la vida, ni pueden proponerse metas, los únicos proyectos que les dirigen son los programados genéticamente. Ellos, si pudieran contestar a tu pregunta de definirse cómo son, contestarían siempre de la misma manera, pues un guepardo o un antílope no difieren significativamente del resto de los guepardos o antílopes. Algo parecido decía Baltasar Gracián: Visto un león, visto todos, visto un hombre, ni siquiera ese es conocido.
Sin pasión no tiene sentido nada, todo nos da igual, nada hace inclinar la balanza a favor de nada.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ooooooooooohhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Pasión amorosa!!!!!!!!!
DIMELO TU: Creo que que más o menos decimos lo mismo. Cuando yo he hablado de metas o proyectos, no me he referido a ninguno en concreto. Cierto es que normalmente hablamos en primera persona, y que cuando los que vivimos en la opulencia nos referimos a metas, normalmente vamos más allá de las metas que hacen estricta referencia a la supervivencia material, que más o menos tenemos asegurada. Pero incluso en los casos más sangrantes, en los cuales la vida material está en juego a cada segundo, la meta por conservar la propia existencia es quien puede tirar de uno para hacer lo que sea. Y en esas circunstancias lo que sea puede ser cualquier cosa, por más que desde fuera sea tan fácil como injusto juzgar. Cuando esos mínimos materiales están asegurados es cuando tienen sentido otros tipos de metas o proyectos. Y por supuesto, no me cabe ninguna duda que ahí, en las situaciones de más necesidad hay más verüenza y humanidad que en cualquier situación, pues podrán perder la vida, se la podremos arrebatar, pero no su dignidad, cosa que sí perdemos quienes colaboramos con esas situaciones. Como bien señalas, Colega, la auténtica meta es vivir desde el corazón.
JUANITO: Ya te echaba yo en falta a tí desde hace unos días, pensé que seguías preguntándole a tu mujer cómo eras y que te había convencido y todo.Tal vez ella te pueda decir, incluso mejor, qué quieres ser, que tal vez sería: en qué quiere ella que te conviertas. Saludos, y los compartes con ella ¿Vale?
Escrito por El rival de Odyseo a las 31 de Enero 2007 a las 09:54 AMLas palabras sólo hablan de nuestros alrededores. Y ya es bastante, no podemos pedirles más de momento.
Escrito por Luis Amezaga a las 31 de Enero 2007 a las 01:03 PMLUIS: ¿De los alrededores de dónde? Palabras nada más. Nada menos que palabaras.
Escrito por El rival de Odyseo a las 1 de Febrero 2007 a las 10:28 AMNo somos tarea imposible, pero voto a bríos que nos hacen imposible esa tarea. Sobre todo cuando, hasta nadar contracorriente ha sido fagocitado por la sociedad.
JOHNYMEPEINO: Comparto tu opinión casi absolutamente: ¿quién puede hoy ir contracorriente, aunque quisiera? ¿Qué puede hacer para ello? La "tarea de ser" me imagino que nunca ha sido fácil, pero al menos, lo que está en nuestras manos, -que algo queda- debemos de intentar que no nos lo arrebaten. Si renunciamos a ello estamos perdidos. Hay que resistir como sea, aunque sólo sea por los nietos, para que por lo menos sepan que hubo una época en la que aún se podía resistir, aquella que el abuelo contaba.... y en la que el abuelo aparece como el héroe. Saludos
Escrito por El rival de Odyseo a las 2 de Febrero 2007 a las 11:41 AM¿Soy lo que quiero ser?
Pregunta de libro de antaño, que se expande en la memoria. Necesaria reflexión in tempore(o mores) para seguir hacia adelante(atrás, de lado o incluso de puntillas, a gusto del consumidor)
¿Nos dejan ser? ¿O nos dejamos "manipular" nuestro ser por pura "comodidad"
¿Achacamos nuestro no ser a las circunstancias, personas y cosas o simplemente no somos más que copias burdas de una realidad impuesta? ¿El de al lado nuestro peor enemigo o ese yo que quiere pero no puede salir a flote porque no le dejamos estar(no digo ya ser)?
¿......?
La "culpa" de tanta divagación, al Maestro Ody y su post superior(el de arriba, no confundamos términos ;-) )
¡¡¡¿¿¿Cuánta pregunta, no???!!! Antes de cualquiera de ellas, todas de enorme calado, "superiores", te formularía yo una, si me lo permites y la quieres contestar, y que daría sentido a las demás o las haría innecesarias: ¿Qué quieres ser?
Escrito por El rival de Odyseo a las 4 de Febrero 2007 a las 11:40 PM