El Arte es un lenguaje. Un lenguaje que expresa lo más profundo del ser humano en cada época. Decía René Huygué que no era posible concebir al Hombre sin el Arte y al Arte sin el Hombre. Pero el Arte, no es solo fruto de la parte racional, intelectiva, del ser humano. El Arte ha de ser sobre todo fruto de su sentir, de su pasión y de sus impulsos vitales. Por eso, a poca sensibilidad y sentido estético que se tenga, muchas veces ante determinadas obras de arte uno siente su verdadero valor al comprobar las vibraciones puramente intuitivas que cada obra le ofrece.
Hoy en día se está perdiendo el valor estético artístico para quedarse con un valor estético de mercado. Tanto vendes, tanto vales. La moda dicta su sentencia inapelable y ante ella todos nos hemos de inclinar. Nos creemos libres cuando vamos a la moda y con la moda, porque nos hace sentirnos dentro del grupo (por exclusivo que sea el grupo). Pero ese valor de mercado, estético, sí, pero dirigido al negocio, nos esclaviza y nos ata a lo convencional. Se vende como arte pero no es diferente de una prenda de vestir o un bolso de diseño. No saca nuestro ser íntimo y radical.
Sin embargo, el verdadero Arte, aquel que realmente refleja el valor estético y poético de lo humano, nos devuelve la libertad, nos devuelve nuestra esencia a través de la esencia representada de las cosas. El siguiente paso es convertirnos en artistas nosotros mismos de nuestra propia vida. Construirnos y reconstruirnos con sentido estético (y por tanto, ético), buscar una expresión genuina y profunda de nuestro ser más íntimo y real.
Lo peor es que nos puedan manipular hasta el punto de hacernos sentir, de hacernos vibrar, de hacernos emocionar ante realidades que nada tienen que ver con la emoción que provoca la creación artística propiamente dicha. Nos guste o no, el mercado manda aquí también, y por desgracia opera dirigiendo los gustos. Con lo útil que podría ser invertir en nuestra educación estética. La estética ha dejado de ser, como muchas otras cosas, algo íntimo para pasar a ser una pose. No olvides que vivimos en la sociedad del espectáculo, del escaparate, de la apariencia.
Escrito por Tu rival a las 3 de Noviembre 2006 a las 09:30 AMEl arte como sinónimo de creación, o como réplica de la realidad. Dilema.
Escrito por Luis Amezaga a las 3 de Noviembre 2006 a las 11:30 AMRIVAL: la manipulación es continua y constante, afecta a todos los ámbitos de la vida, incluyendo el arte. Nos manipulan para sentir placer o dolor, para que algo nos agrade o desagrade. Sin embargo, si educamos la inteligencia y creamos unos criterios personales para discernir entre lo uno y lo otro.
LUIS: el arte siempre es ambas cosas en la medida en que refleja la esencia oculta de las cosas.
Escrito por odyseo a las 5 de Noviembre 2006 a las 11:13 AMEl arte es un lenguaje, el lenguaje es el medio para comunicar algo que sentimos, pensamos, creemos, vivimos, por tanto ha de haber un emisor de arte y un receptor, para que exista una verdadera comunicación, pero para ello ha de haber una parte que sepa escuchar, que tenga la suficiente empatía y sensibilidad, como para poder desear ponerse en el lugar del autor, del artista, del creador, hay que aprender a escuchar, que emociones ha deseado transmitirnos, hay que saber disociarse de las modas, del valor económico de la obra, de lo convencional, hay que sentir, mirar, entender, volar y permitirnos formar parte de ese proceso que es el arte, de una manera virgen y libre, sin ideas preconcebidas.
Me encanta la sensualidad que me permite sentir una obra, que me hace formar parte de ella, cuando siento que en lo que estoy contemplando hay un poco de la esencia de su autor, pero a la vez siento que de alguna manera formo parte indivisible de cada obra que siento, es algo íntimo para el autor, pero también para mí, porque si no lo comparto, nadie más logrará saber las emociones que una obra determinada ha producido en mi ser.
Un abrazo fuerte.
Escrito por Brisa a las 5 de Noviembre 2006 a las 01:36 PMEn la línea de Brisa creo que es vital para el artista que alguien reciba su obra (uno mismo u otro). Hay que saber escuchar, mirar, tocar una obra de arte. Sin embargo son tantas las que no entiendo...
La moda nos iguala. Hay que ser más niños. Los niños saben cuál es su personalidad, lo que les gusta, lo que les emociona. Sí, hay que unir inteligencia a la independencia, libertad... Sólo así podemos apreciar una buena obra.
Escrito por Tonificante a las 6 de Noviembre 2006 a las 11:39 PMBRISA: esa capacidad para sentir debe educarse; algunos la tienen de forma casi espontánea. Normalmente son personas sensibles, que saben escuchar todo a su alrededor, incluso el arte. Eso es un regalo del cielo. ;-)
TONIFICANTE: es cierto, los niños saben mirar mejor que los adultos y por eso saben distinguir lo bueno, lo verdadero, de lo que no lo es.
Escrito por odyseo a las 7 de Noviembre 2006 a las 11:29 AM