4 de Septiembre 2006

Sindrome postvacacional

Mañana comienza mi vuelta al trabajo después del merecido descanso estival y la verdad es que me veo como un bicho raro, al menos si hago caso de las encuestas y noticias que año tras año aparecen por estas fechas: aquellas que hacen referencia a la llamada depresión postvacacional. Yo pensaba que después de la depresión postmundial de fútbol los españoles quedaban vacunados contra cualquier otro acontecimiento que pudiera provocar todo ese complejo conjunto de síntomas que suponen la vuelta al trabajo para unos y al colegio para otros. Pues no, no sufro el famoso síndrome. Y la verdad es que empiezo a estar preocupado, porque pese a ser un gran futbolero, tampoco pillé el del Mundial. ¿Estaré enfermo?: ¿Un enfermo que disfruta de su trabajo? ¿Un enfermo que goza practicando deporte regularmente, -pese a perder siempre-, y que los triunfos de Casillas, Pujol, Torres y compañía le traen sin cuidado? No quiero frivolizar la cuestión, pues imagino que hay casos en los que existen motivos para encontrarse en la situación mencionada. Pero esto me lleva a pensar que algo va mal, cuando, al parecer, es tan generalizado. Algo va mal cuando el trabajo, que debería ser una fuente de realización personal como ninguna otra, y por tanto una herramienta de plenitud, se convierte en motivo que desequilibra, que causa malestar, que nos hace enfermar. Algo va mal cuando muchas de estas personas resulta que, según las mismas encuestas, tampoco disfrutan de sus vacaciones como sería deseable. Qué decir de aquellas personas que, según parece, además de enfrentarse al trabajo, además han de enfrentarse a un divorcio o una separación como consecuencia de un “verano movidito”.
Recomiendan los expertos, para evitar tan trágico momento, no pasar bruscamente de las vacaciones al trabajo y dejar unos días de transición de un momento a otro, o si esto no fuera posible, continuar con algunos hábitos veraniegos, -como el vermut del mediodía, las cervecitas de por la tarde o las copas de por la noche-, durante las primeras semanas de trabajo. Como estoy realmente preocupado por mi salud, y no quiero caer enfermo, yo pienso mantener estos hábitos durante todo el año. Incluso para evitar el divorcio un año más, este verano he mandado a mi santa durante un mes a Alemania para que me trajera la auténtica cerveza que garantice nuestra unión. Os lo recomiendo, con esto evitaréis también a la suegra.

El rival de Odyseo

Escrito por odyseo a las 4 de Septiembre 2006 a las 01:42 PM | TrackBack
Comentarios

Primero, darte la bienvenida después de tus vacaciones blogueras. Sobre lo que dices, solo añadir que desde el momento en que el trabajo se ha convertido en una forma de explotación y esclavitud más que en una forma de realización personal, solo es fuente de disgustos, depresiones y malestares... salvo para unos pocos afortunados entre los que tenemos la suerte de encontrarnos... por ahora. Toquemos madera.

Escrito por odyseo a las 4 de Septiembre 2006 a las 01:52 PM

...Ahora lo llaman síndrome, mañana será otro virus más al uso. Aunque reconocemos, tras esa capa de maquillaje a la última moda, el eterno desengaño de quienes creímos en esa "fuente de desarrollo personal y herramienta de plenitud" y, apesar de los pesares, así obramos. ¡Pues eso, bienvenido! SALUDANDO:
LeeTamargo.-

Escrito por LeeTamargo a las 4 de Septiembre 2006 a las 04:21 PM

ODYSEO: Esperemos que el curso que comienza sea al menos como el pasado. ¿Te parece?

LEE TAMARGO: Creo que muchas veces depende más de nosotros que del trabajo en sí, el que la tarea sea enriquecedora o no. Como decía en el post, hoy ha sido mi primer día de trabajo y he podido comprobar, una vez más, cómo la misma tarea que teníamos que realizar varios compañeros no era vivida con el mismo entusiasmo por todos.
Saludando.

Escrito por El rival de Odyseo a las 4 de Septiembre 2006 a las 09:34 PM

Te suena el término "enfermedad crónica"?

A c o s t u m b r a r s e...

qué más

Escrito por Diablo Paranoid a las 5 de Septiembre 2006 a las 06:25 AM

La explicación a tu felicidad ha venido al final. Claro, si la santa se marcha, así cualquiera. Eso sí son vacaciones...

El regreso a la vida cotidiana suele gustarnos a los animales de costumbres fijas.

Escrito por Luis Amezaga a las 5 de Septiembre 2006 a las 11:30 AM

DIABLO: Nada más ...y nada menos.

LUIS: No seas malvadoooooo.
Tienes razón: la vuelta a la vida cotidiana, sobre todo a algunas cotidianidades, incluída la santa, suele ser placentero, al menos al principio.

Escrito por El rival de Odyseo a las 5 de Septiembre 2006 a las 11:53 AM

Y qué te crees que la Santa no ha disfrutado? ;-)) (me refiero a la cerveza)

Escrito por odyseo a las 5 de Septiembre 2006 a las 12:55 PM

Supongo que eso sucede cuando le ponemos un parche a los verdaderos motivos de sentirnos agotados, cansados, apáticos...

Me alegra de que te sientas así de bien y de respirar tu sentido del humor y tu fortuna :)

Escrito por Brisa a las 10 de Septiembre 2006 a las 05:03 PM

BRISA: Los parches no son nunca buena solución. ¿Y quién está dispuesto a admitir los verdaderos motivos de las cosas?
Soy afortunado por muchas cosas, una de ellas es por encontrar personas como tú, que se alegran del bienestar de los demás, que no creas que son fáciles de encontrar, no te vayas a creer.

ODYSEO: ¿Qué le vamos a hacer? Habrá que pagar los pecados "romanos", ...........pero "arrieros somos........" y cuando "las barbas del vecino..."

Escrito por El rival de Odyseo a las 10 de Septiembre 2006 a las 10:38 PM
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