El Arte siempre ha cumplido un papel social, además de estético. Ha servido para engrandecer a faraones o para hacer propaganda del poder terrenal y divino; lo han utilizado para dar a conocer nuevas y viejas ideas, sobre dioses y héroes, sobre religiones e historias, sobre leyendas y vidas. El arte es sobre todo una forma de comunicación. Hace poco más de un siglo, todas esas funciones se vieron sustituídas por un deseo casi irrefrenable de provocación. El objetivo de cualquier artista que se preciase era escandalizar a un público burgués y más bien mojigato. Así nacen las llamadas vanguardias históricas.
Hoy todavía queda algún iluso que trata de seguir esa línea cada vez más dificil del escándalo con más pena que gloria, provocando en el público un sonoro bostezo cuando no una simple sonrisa de condescendencia. El pobre aun no se ha dado cuenta de que la posibilidad de provocar escándalo ha terminado por extinguirse en una sociedad donde ya no existen dogmas que profanar, conviciones sagradas que pisotear ni valores que subvertir.
El único código contra el que se puede ir es el de lo políticamente correcto y ningún artista está dispuesto a atacarlo porque sería lo mismo que morder la mano del que les da de comer. La mayor parte de los artistas viven cómodamente instalados en los pesebres que el poder les ha preparado y ninguno osa contravenir a sus dueños puesto que eso les supondría la condena al ostracismo. Ya pasaron los tiempos en que los artistas se ufanaban de ser unos proscritos sociales y de vivir a la intemperie de los márgenes. Hoy el artista sabe que en esos márgenes no existe vida, así que prefiere la mansedumbre políticamente correcta que le lleva a comulgar con las consignas que administra la supuestamente culta beatería oficial.
Muerta la vía del escándalo, ya solo le queda al artista la posibilidad de la mamarrachada sofisticada, la pirueta efectista y el reclamo publicitario. Como el público mayoritario ha perdido las claves para interpretar el arte actual, el artista se encuentra libre para colar por la puerta de delante las chorradas más desquiciantes, chocantes e inofensivas. Los museos y galerías se muestran cómplices y preparan muestras antológicas cuyo mejor valor es que solo tienen fachada. Tras lo cual, ya solo falta el crítico de turno para elucubrar tres o cuatro sandeces de fervorosa perplejidad y estupefacción ante la creación de semejantes engendros, y tendremos el mejor retrato del arte contemporáneo más actual, con pocas y honrosas excepciones.
Hola Odyseo, ya estoy de vuelta y de nuevo inmersa en la actividad bloguera. De momento, saludando; ¡menudo trabajo de lectura acumulado tengo! ;-)
Recibe un entrañable abrazo
Hannah
Escrito por Hannah a las 1 de Septiembre 2006 a las 08:59 PMHANNAH: pues bienvenida. Aquí tambien estamos recien retornados ;-)
Escrito por odyseo a las 2 de Septiembre 2006 a las 11:28 AMYo creo que admiramos el arte porque a muchos, igual a casi todos nos gusta la belleza, necesitamos comunicarnos aunque sea a través de otros, sentirnos expresados. El arte lo logra, el artista expresa a través de su obra lo que siente, le da forma sin palabras, le contiene, y de una sola mirada podemos saber, es como una forma de lenguaje no verbal, miramos, observamos y es como si estuvieramos escuchando lo que en un momento quiso decirnos alguien y hasta nos atrevemos a reinterpretarlo.
Pero a veces algunos pocos que se supone que tienen poder, se olvidan que hay cosas que no se pueden comprar, aunque se compren. El artista deja de ser artista y empieza a ser un traductor y un reflejo de otro su obra, de todas formas supongo que los artistas también necesitan comer y hoy por hoy debe de ser complicado vivir del arte, por eso supongo que es fácil sucumbir a eso que mencionas, si se tiene la oportunidad, la lástima es que el arte en ese momento se convierte en comercio.
Un abrazo
Escrito por Brisa a las 3 de Septiembre 2006 a las 11:58 AMBRISA: claro, el arte es comunicación a través de las formas creadas, pero cuando sucumbimos al dinero nuestra comunicación ya no sale de donde ha de salir y se falsea, se prostituye y se convierte en cualquier cosa menos arte de verdad.
Escrito por odyseo a las 3 de Septiembre 2006 a las 06:18 PMHola Odyseo, yo también estoy por aquí. Las vacaciones me han sentado genial... pero ahora me siento algo descolocada. Buah. ¿Algún artista actual que te guste? Es verdad que cada vez se ven más idioteces artísticas. Un beso
Escrito por memoria a las 4 de Septiembre 2006 a las 09:17 AMTotalmente de acuerdo. Y todavía es peor cuando ser politicamente incorrecto es lo políticamente correcto. Me dan grima esos artístas que van de antisociales, contestatarios y son tan condescendientes con el poder como los demás. Y no me refiero a nadie en general ni a Joaquín Sabina en particular.
Un saludo
Escrito por hallofon a las 4 de Septiembre 2006 a las 09:22 AMMEMORIA: pues bienvenida de vuelta. Sí, hay artistas tanto españoles como foraneos que me gustan y su obra me parece unintento serio de búsqueda creativa (por citar uno, Barceló) y otros que me parecen una estafa montada entre galeristas y el mundo del mercado (Sierra, por ejemplo).
HALLOFON: amigo, cuánto tiempo sin saber de vos. Me alegro de volverte a ver. Tiene razón, para la mayoría son simples poses.
Escrito por odyseo a las 4 de Septiembre 2006 a las 09:25 AMA veces no tenemos ni idea de lo que estamos viendo y aunque nos parezca una machada fingimos mostrar interés y le buscamos los tres pies al gato.
Vivimos en un mundo hipócrita y nos sumamos a la hipocresía sin casi despeinarnos.
Dark kisses
Escrito por lua a las 4 de Septiembre 2006 a las 11:46 AMHola Odyseo, pues verás, no estoy muy de acuerdo en eso de que el arte ya no puede "provocar", "denunciar", ni "crear consciencia revolucionaria"; y tampoco estoy de acuerdo en que todo artista esté o tenga que estar doblegado a lo políticamente correcto. Claro que depende de lo que entendamos por "artista". Si por artista entendemos sólo a los convencionalmente aceptados, instalados en "la gloria" y alineados con el poder, y que llenan sus arcas con cantidades de dinero sabrosonas -porque el poder paga bien a sus secuaces- la cosa será así; pero no todo "artista" pertenece a ese grupo, y en mi opinión, no necesariamente se define a un/a "artista" por el grupo de referencia al que pertenezca, de modo que "artistas" -o mejor dicho: pobres y revolucionarios artistas- que no se alinean con esos parámetros, los hay, y, afortunadamente, muchos. Ya sabes: "si se calla el cantor, calla la vida" Y el cantor no se ha callado, ni en la poesía, ni en la novela, ni en la pintura, ni en la música, ni en el teatro, ni en elcine, ni en la escultura, ni en ninguna de las artes.
Un entrañable abrazo
Hannah
Escrito por Hannah a las 4 de Septiembre 2006 a las 01:04 PMLUA: la hipocresía es una mancha de aceite que se extiende por todas partes.
HANNAH: estamos completamente de acuerdo. Hablo de la necesidad de distinguir entre lo que no pasa de ser una mamarrachada y lo que es auténtico arte (que no necesariamente tiene por que ser provocador, sino que a veces le basta con ser original y creativo).
Escrito por odyseo a las 4 de Septiembre 2006 a las 01:35 PMSí, Viejo Odyseo. Distinguir es el gran problema. Pero ¿Cómo? Está el panorama como para distinguir. Me imagino que una mínima sensibilidad es necesaria para poder hacerlo. Pero hasta eso hay que trabajarlo, educarlo. Estamos en el todo vale, y me temo que por mucho tiempo.
... Mientras haya necios, con perdón, que defiendan aquello de que "sobre gustos no hay nada escrito".... Querrán decir que sobre gustos no han leído nada, porque sí que hay muchas cosas escritas.
PD: Sabes de mi admiración por Diógenes. Una de las razones es precisamente ese afán provocador que al parecer le acompañó en su vida. Esos tipos de provocación, bien sean en el arte, o en cualquier otra actividad creo que son siempre sanas. Pero no parece que abunden hoy.
Escrito por Tu rival: Diógenes a las 4 de Septiembre 2006 a las 09:57 PMRIVAL: hoy la provocación suele confundirse con la falta de sentido estético y/o ético, con la falta de educación, con la simple extravagancia y, paradójicamente, hasta con la moda.
Escrito por odyseo a las 5 de Septiembre 2006 a las 12:47 PM