Los humanos tenemos muchos comportamientos extraños. Dicen los paleoantropólogos que la superioridad del Homo Sapiens Sapiens sobre el Homo Neandertalensis se basó en su capacidad de asociación y de compasión para con los otros miembros del grupo.
Ser solidarios está de moda y hay cadenas de televisión que hasta les dedican campañas a los grandes problemas de la humanidad; eso sí, han de ser doce para que les coincida con el slogan de la campaña: "doce meses, doce causas". Ni uno más ni uno menos. Peor sería si ni siquiera hicieran eso, pensarán algunos. Es probable, pero también es posible que ese tipo de campañas mediáticas lo único que pretendan es lavar cierta imagen frívola del canal o conseguir una audiencia más complacida con la televisión que ve a diario. Es probable que estas campañas mediáticas contribuyan a generar una cierta sensación de que solo las grandes corporaciones y campañas sirven para salvar vidas o mostrar la solidaridad.
Los falsos solidarios han existido siempre. Pocos se atreven a ejercer su solidaridad con la mano derecha sin que lo sepa la izquierda. Y es que para muchos de estos nuevos solidarios la acción social se parece más a una coartada para mantener a raya su conciencia que a un impulso altruista y desinteresado. Así, si ser solidario está de moda, lo mejor es hacerlo en alguna marca de prestigio, que nos permita sentirnos integrantes de un ente que goza de fama y reconocimiento: nada de ejercer una medicina humana en tu centro de salud en el barrio más cochanbroso de la ciudad, mejor apúntate a Médicos sin Fronteras; nada de ser limpios en nuestras salidas al campo, en respetar los jardines, o cuidar el medio ambiente en el día a día de nuestra casa; en vez de eso pagamos la cuota de Greenpeace; y para no ver la mugre que nos rodea, nos hacemos socios de cualquier ONG que se dedique a proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo. Yo siempre he pensado que quien no es capaz de ver que a dos manzanas de donde vive la gente se sigue pudriendo de hambre o sida es que tiene puestas unas anteojeras en su conciencia. Me resultan paradójicas las campañas de muchas empresas (farmacéuticas, petroleras, grandes corporaciones de la alimentación, bancos, etc) que dicen que dan un porcentaje de tu compra para ayuda a proyectos solidarios o que cada vez que utilices su tarjeta o bebas su refresco un niño será vacunado de la malaria o del sarampión. Es como si me hicieran chantaje. Pero tambien desconfío de esos artistas y famosos que se hacen retratar cuando visitan una misión en Ruanda o un orfanato en Burundi. Y es que la falsa acción es casi siempre la más espectacular y más fácil de calzar, la que te convierte en héroe y te saca del anonimato, la que lava y limpia conciencias, la que hace tintinear las monedas en la mano antes de echarlas en el cestillo para que todos escuchen el sonido de su compasivo corazón.
Esa falsa solidaridad antes que dar al otro, muchas veces es dar para si mismo para el ego y no para la sociedad. Totalmente de acuerdo, buen blog, checa el mío
Saludos
Puro marketing mi estimado Odyseo, tristemente los grandes consorcios se agarran de ese tipo de situaciones para hacer branding.
Un saludo.
Escrito por Juwe a las 21 de Julio 2006 a las 07:29 PMFIPE: y qué nos da-mos?
JUWE: forma parte de las nuevas prácticas de venta.
Escrito por odyseo a las 21 de Julio 2006 a las 07:46 PMYa lo dijeron hace mucho tiempo: Ellos con eso de figurar en los medios y de dar su limosna a media plaza han recibido su recompensa. ¡Dichosos a quienes les basta la palmadita que les da su conciencia por el bien que fue hecho en lo secreto!
Igual fue dicho hace tiempo: No hay quedar de lo que nos sobra y se nos cae del bolsillo. Hay que darnos.
A seguir rumiando tu post, querido Odyseo.
Escrito por Aldebarán a las 21 de Julio 2006 a las 08:18 PMALDEBARAN: todo tiene quien todo da. Gracias.
Escrito por odyseo a las 21 de Julio 2006 a las 09:59 PM...de lo cualse deduce que si en algo nos hemos superado a nosotros mismo es en hipocresía.
Un abrazo entrañable.
Hannah
Escrito por Hannah a las 22 de Julio 2006 a las 11:52 AMHANNAH: aunque no debemos generalizar, es verdad que nuestra sociedad cada vez se caracteriza más por una alta dosis de cinismo y de hipocresía. Supongo que es lo que tiene el estar vacíos. Besos
Escrito por odyseo a las 22 de Julio 2006 a las 01:32 PM...Es un escaparate que vende. Frente al montaje que impera, no confundirse es ya un logro...
SALUDANDO: LeeTamargo.-
Vivimos en una sociedad de las apariencias. Contados son los valientes que se atreven a reconocer en voz alta lo que hay tras el telón (y ya se ocupan debidamente de que sean silenciados). Porque en esta especie de guerra de la información en la que la forma aparente es la mejor arma, el hecho de tener criterio personal se considera una amenaza... Me da mucha pena ver cómo la inmensa mayoría de las personas tragan con esos fantasmas de "solidaridad", "éxito", "arte", y en definitiva vida programada que se pregona sin preguntarse siquiera qué son en realidad. En fin... así van las cosas.
Saludos
LEE: algunos ni siquiera necesitan la noche para confundirse. Lo peor es que en estos casos, las confusiones muchas veces acaban con buenas conciencias, con buenas intenciones y deseos reales de solidaridad y emponzoñan al más válido.
INDIVIDUALINA: es cierto, las apariencias son lo que cuentan en esta sociedad post-moderna, para poder sostener el criterio máximo de falsedad y relativismo absoluto.
Escrito por odyseo a las 23 de Julio 2006 a las 12:06 PMYo creo que siempre hay alguna ganancia en cada acto de caridad... no creo que se trate de conciencia o responsabilidad social.
ó
Escrito por Diablo Paranoid a las 23 de Julio 2006 a las 03:41 PMLa solidaridad siempre ha sido utilizada por algunas organizaciones para legitimar su labor y sus fines, entre ellas la Iglesia. La solidaridad está en saber hacer algo por los demás, pero está claro que solo es real cuando se hace sin esperar ningún tipo de reconocimiento o beneficio mal entendidos a cambio.
Escrito por Perceval a las 23 de Julio 2006 a las 07:04 PMDIABLO: no hay, en sentido estricto, ningún acto gratuito, pero se entiende que los actos de solidaridad, de caridad o de compasión, aunque te llenen y te aporten un beneficio moral incuestionable y válido, han de ser lo más limpios posible de esa carga de interés que suelen tener el resto de los actos cotidianos.
PERCEVAL: bien, efectivamente, una de las labores de la Iglesia Católica y de casi todas las confesiones religiosas es la de caridad y, es verdad, que por desgracia, casi nunca se hacen de modo absolutamente altruista. El resto de asociaciones laicas que hacen una labor parecida no se libran de la misma crítica. Y tambien hay que decirlo, que su labor , en muchos casos, es necesaria y efectiva.
Escrito por odyseo a las 23 de Julio 2006 a las 09:01 PMSolos-dando, pero no solo es cuestión de dar, ni de dar en solitud, es cuestión de hacer, de ser solidario las 24 horas, no solo en el momento en que se extiende un cheque para calmar la conciencia, ser solidario como la mayoría de las cosas importantes es una manera de vivir de forma congruente y no tiene horario.
Pero casi que todo eso no me importa o sí pero da igual, si así damos tan poco de lo que podríamos dar, no quiero ni imaginar que pasaría si la mayoría decidiera que le da igual que no le consideren solidario... no quiero ni pensarlo.Así que por el bien de muchos, ojalá que siga estando de moda la solidaridad.
Besitos amigo.
Escrito por Brisa a las 24 de Julio 2006 a las 03:46 PMBRISA: como dice el refranero "a caballo regalado no se le mira el diente" y "más vale pájaro en mano que ciento volando", pero es verdad que lo deseable es otra cosa.
Escrito por odyseo a las 24 de Julio 2006 a las 07:17 PM