El viaje de la Vida

La peor ausencia es la de uno mismo y, a veces, también, la peor presencia. Pero es tan fácil darle la vuelta a todo...

Su hijo hizo una lectura muy positiva de sus circunstancias. La filosofía queda demostrado, se hereda ;)

Yo siempre he creído que es mejor la ausencia de padres que el exceso de su presencia. Al menos, si no están tus padres te espabilas para aprender a sobrevivir, pero si los tienes todo el puto día encima no puedes. Hablo por experiencia...

¡Buena reflexión! Como madre muy presente con mis hijos, me toca y me lleva a pensar... No es fácil muchas veces estar... y dejar ser. Pero creo que más que de presencias o ausencias, la única forma de permitir a los otros ser, es siendo.

La realidad es que los humanos como hijos siempre tenemos reproches contra los padres, cuando llegamos a padres nos damos cuenta de la verdad y que no podemos comunicar esta verdad a nuestros hijos...............

Una de cal y otra de arena.
Saber estar sin hacerlo...si es que los míos todavía no se han enterado ;-))

Sin duda el hijo es un hombre listo que saber ver más allá.

la ausencia al igual k la excesiva presencia puede ser positiva o negativa segun la enseñanza k se saque de ellas

ODYSEO: Por uno mismo empieza todo.

LUIS:Ojalá la filosofía aclarara siempre las cosas de la misma manera. Si la filosofía se hereda, mis hijos tienen el futuro hipotecado.

HENRY: Lo peor es cuando esa ausencia es llenada con elementos que más que espabilar, idiotizan.

PILAR: En ello andamos.

CEDRIK: Hay ciertas cosas que sólo admiten el aprendizaje de la experiencia.

UNDA: Ya me explicarás con qué mano das la de cal y con cuál la de arena, y como se sabe estar sin estar. Mis hijos no me los dieron con el manual de instrucciones como me ocurrió con el video, y se desprograman todos los días unas cuantas veces y tengo que estar permanentemente volviéndolos a poner en funcionamiento. Claro que ellos dicen lo mismo de mi.

PEKE:Listo el padre, que enseñó a mirar al hijo.

PIRUETA: A veces no es cuestión de cantidad, sino de intensidad y calidad. Este puede ser el caso.

Se ha dado antiguamente y se da en la actualidad que en muchos casos, con las larguísimas jornadas laborales, los niños conviven muy poco con los padres y ya también con las madres.
Aunque todo tiene ventajas e incovenientes yo creo que pesan más estos últimos cuando sabemos de la suma importancia de la afectividad necesaria para los niños hasta su adolescencia, y aunque comparto el dicho árabe que decía que los hijos no son nuestros sino hijos de su tiempo, no creo exista nada como la cercanía de los padres para que los hijos se guien y apoyen en la aventura de la vida que están empezando a "sufrir". Saludos.

JUANITO: Tú lo has dicho, el meollo de la cuestión es la afectividad.Algunos hemos tenido la suerte de saber lo que eso significa y por eso la valoramos, pero no todo el mundo tiene la misma experiencia al respecto, y por tanto no estiman que esa presencia sea necesaria.

A veces las presencias son ausencias y las ausencias presencia....

Un abrazo

BRISA: Si es que estamos desquiciados. ¿Es que cada cosa no puede ser lo que es y no otra distinta?

Cómo? eso no lo sabemos ninguno, no nos dieron el carnet de padres así que lo único que nos queda si es que algún día lo tuvimos, es el sentido común, que por cierto jamás se corresponde con el de los hijos.
Teniendo en cuenta que siempre nos equivocaremos, digo yo que en algún momento tendremos aciertos ¿?
Tienes suerte, a mi me dieron manual, pero en mandarín no he pasado de la primera página( y porque lleva dibujito) y los míos ni siquiera se programan a pesar de todo continúo probando y educándome a la par que ellos.