En las salas de redacción de cualquier periódico es fácil encontrar al típico redactor con actitud paternal que le suelta al primer becario que se le cruce en el pasillo el viejo chiste de "Hijo, en qué se diferencian un médico y un periodista" para responderle, sin más tregua, la aguda reflexión de "pues que el primero envenena a uno por vez, mientras que el periodista envenena a millones al mismo tiempo".
Lo irónico es que este viejo chiste ya no es un chiste sino una triste realidad. Y es que la profesión de periodista pasa por momentos muy críticos, hasta el punto de que algunos, como Serge Halimi, los han llamado los nuevos perros guardianes. Pero, ¿guardianes de qué? se preguntará más de uno. Pues del poder.
Los medios de comunicación no son los amos del poder pero sí sus más fieles guardianes, fruto de la mercantilización que se hace de las noticias, de su fabricación y difusión interesadas, bajo la atenta mirada de la mano que alimenta a estos perros. Y esa mano no es otra que la de las grandes corporaciones empresariales, divididas entre diversos medios (aunque estos cada vez están más agrupados). Así, para el caso de España podríamos distinguir entre cinco grandes grupos capaces de controlar la escenificación orquestada de una "realidad" a gusto de sus dueños: Prisa, Correo, Zeta, Moll y Voz. De sus alianzas y estrategias comunes surge y se desarrolla el bipartidismo político en nuestro país, fruto de la demomercadocracia vigente:
Por una parte están Telefonica, BBVA, La Caixa, Repsol, Iberdrola, Telefónica Media y PP. Y por la otra, Amena, BSCH, CEPSA, Endesa, Unión Fenosa, Prisa y PSOE.
Tal división en dos mitades encubre el hecho de que se producen alianzas estratégicas entre empresas y grupos de cada bando (por ejemplo las alianzas entre las eléctricas) que se trasladan a los medios de comunicación que controlan de forma puntual.
Como decía hace unos años un antiguo directivo de la AT&T, citado por Chomsky: "el único riesgo serio al que se enfrenta una corporación es el de no controlar las mentes". Bajo este prisma, el público se convierte en su enemigo, al que hay que idiotizar inundándole de información tergiversada o, simplemente, inútil (es decir, pasamos directamente de la prensa amarilla a la prensa rosa), por ejemplo, dando espacio a personajes sin interés: una tonadillera con un alcalde casado, un guardia civil corrupto y cornudo, un torero con fama de fiera sexual, una que se ha metido varios kilos de silicona entre pecho y espalda...
La idea es conseguir que se entremezclen este tipo de contenidos con los de información seria y que no sepamos distinguirlos, para conseguir más audiencia para sus patrocinadores y anunciantes que, al fin y al cabo, son los que pagan esos minutos dedicados a películas, documentales e informativos que se introducen como cuñas entre la programación publicitaria.
(continuará)
Buenas noches odyseo :)
Demasiado profundo para mi a estas horas :P
Mañana lo leeré con más calma, bikos
Escrito por lua a las 21 de Marzo 2004 a las 08:21 PMSí, siempre me ha parecido acertada la idea de que los programas solo sirven para que el público no se aburra entre bloque y bloque publicitario.
Escrito por ubu a las 22 de Marzo 2004 a las 08:28 AMLo pintas como si fuera todo una gran conspiracion, no? Uffff Besitos, Odyseo
Escrito por Lore a las 22 de Marzo 2004 a las 10:27 AMAunque estoy de acuerdo en el fondo de la cuestión no puedo menos que discrepar de los nombres que das a cada lado porque si bien FG es un hombre del PP, el BBVA lo veo más alineado con el otro bando al ser accionista importante de Canal+ y por ello el SCH, que siempre estará al otro lado, se pasa al bando del PP. No en vano Botín fue el primero en 1996 en celebrar la victoria de Aznar. Endesa, cuyo anterior presidente era Martín Villa es PP mientras que la Caixa es CIU luego unas veces estará en un lado y otras en otro. Iberdrola es PP en su cabeza pero no en sus bases y Amena... ni ellos mismos saben qué son. De todas formas, tras 8 años del PP es lógico que la balanza se incline por estos. Veremos dentro de unos meses qué pasa.
Escrito por hallofon a las 22 de Marzo 2004 a las 11:39 AM
Ufff, estamos de lunes!!!
Menuda reflexion....
Por cierto, ya que citas a Chomsky no está mal el término que utiliza él para referirse a países de América Latina: Democratadura. Así que, de momento la demomercadocracia parece un escalón inferior. Todo puede empeorar.
Escrito por hallofon a las 22 de Marzo 2004 a las 04:06 PMCierto. En la historia de España ya se intentó el bipartidismo en otra epoca. Entonces tenían que modificar el resultado con metodos más drasticos. Ahora con los medios de comunicación pueden cambiar las ideas de la gente que va a votar, y así no se nota...
Escrito por sola a las 22 de Marzo 2004 a las 07:54 PM