Hace algunos años conocí a Odyseo en unas circunstancias muy curiosas pero que no vienen al caso. El era un hombre irritado ante la falta de realidad del mundo. Era un insatisfecho beligerante que se había esforzado, desde siempre, por dar un sentido a lo que le rodeaba.
Yo, Horacio, hay días que me siento profundamente identificado con él. Hoy debe ser uno de esos días porque se me agolpan imágenes que provocan mi exasperación de forma patente: desde la dificil tarea de sortear excrementos perrunos desde que salgo de casa por la mañana hasta llegar al coche; comprobar que me han aparcado un coche en segunda fila que me impide salir y que el dueño está tranquilamente tomando café en algún bar cercano y que no se va a molestar en estar atento a si su coche molesta, porque tendría que interrumpir la lectura del periódico; ponerte furioso porque por primera vez en años vas a llegar tarde al trabajo; sentirte patético mientras hablas con las paredes, porque compruebas que tus alumnos no están escuchando nada de lo que dices; sentirte ridículo porque el del comedor de la facultad atiende a todos los que se acercan al mostrador antes que a tí, que llevas media hora en la cola y te estás haciendo viejo; desde eso,... hasta recordar que mi vida se pasa, que pocos me entienden, que sigo en la perpetua búsqueda del otro, que ya ningún colega parece compartir las ideologías y que aún sigo intentando descifrar el sentido de mi existencia.
Hay días, Odyseo, que me siento como de otro mundo o de otro tiempo, como si no encajara en éste que nos ha tocado en suerte. Supongo que es lo malo que tienen esos breves momentos o intervalos de lucidez en que, con obcecación, a uno le gustaría encontrar un orden moral y un sentido a todo lo que ocurre a su alrededor. Y también supongo que eso es imposible y por eso me exaspero, me rebelo, me desespero..... y por eso termino regresando a la normalidad algo mohosa y adormecida de mi existencia.
Menos mal que siempre te tengo a ti... que me escuchas.
Bueno. Tú eres afortunado. Yo estoy pensando enviar a ubu a tomá por culo.
Escrito por ubu a las 28 de Febrero 2004 a las 10:54 AMPensé que yo era la única persona en el mundo con esa exasperación por lo que me rodea. Lo más duro es, el estar tan solo. Hice dos matrimonios y fueron 4 hijos, pero no tengo a nadie, pero debo responder por todos, pues las ex esposas no trabajan, el hijo mayor tiene disminución mental y los otros tres son menores de edad..Mi situación económica fue exelente hasta hace unos cinco años, pero todo se vino abajo y lo que gano hoy en día no cubre ni el 35% de mis compromisos. He pensado en suicidarme, pero soy cobarde. O largarme para otra ciudad en mi país (Colombia) y volverme un "Desechable" o vincularme a la guerrillas de esta república desangrada por la guerra fratricida. Mis despertares son espantosos. tiemblo de la angustia. es el caos. Y pensar que yo no pedí esta vida que me llena de angustia y desasociego. Perdóname si te molesto con estos comentarios, pero es mi realidad.
No estás solo, empezamos a ser unos cuantos los que sentimos de forma parecida.Aquí estamos, apenas a unos metros.¡Qué suerte, pese a todo!
Escrito por Tú rival a las 22 de Febrero 2006 a las 11:11 AMDeben buscar del señor jesucristo, para que puedan
conocer los planes maravillosos que tiene para ustedes no tiren la toalla el los ama y los compro con su preciosa sangre ustedes valen y mucho no se dejen engañar dios los bendiga