Tenemos próxima la celebración del día del padre y caliente aún el de la madre. La preocupación de todos los padres ha sido siempre la vida de sus hijos y fundamentalmente su futuro. Al fin y al cabo su presente preocupa menos pues siempre se puede estar ahí para cumplimentar sus necesidades. Pero el futuro se presenta hoy a nuestros ojos marcado fundamentalmente por la incertidumbre e incluso el catastrofismo. Hace tiempo que nuestra confianza en el futuro desapareció, pues dicha confianza venía de la mano de un valor aparecido en la Ilustración, el valor del progreso, que hoy está también en entredicho. Durante el mencionado periodo, el progreso humano se interpretaba como un proceso de racionalización constante que serviría para poder liberarse de la superstición religiosa o del gobierno irracional y de esta forma rectificar el curso de la Historia. Pero hechos como el terrorismo internacional, las armas de destrucción masiva, la contaminación industrial, el control de la información, el fanatismo religioso, los nacionalismos extremos, etc. no son obra precisamente de esa esperada racionalización. Más bien parece que nos hemos quedado sin porvenir y lo que se evidencia ante todo es una desconfianza total en el futuro. El optimismo de hace unos siglos en que el progreso guiaba nuestros pasos ha sido sustituido en gran parte por el miedo. Son muchos los padres que hoy ven con preocupación el futuro que a sus hijos se le avecina, pues ni siquiera el trabajo individual, vemos pueda servir al bien de todos, como antiguamente se consideraba. Si a esto añadimos que la Educación ha perdido el sentido moral y social que tenía y que ha dejado de ser considerada un valor en sí misma, no debe extrañarnos que a los padres no se les pegue la camisa al cuerpo. Me temo que tenía razón Paul Valery cuan decía que lo malo de nuestro tiempo es que el futuro ya no es lo que era .
El rival de Odyseo
Escrito por odyseo a las 8 de Mayo 2006 a las 09:40 AMEl otro día fuí a ver una película sobre física cuántica ( ¿Y tú que sabes?), donde los científicos se cuestionaban del por qué en teoría podemos incidir sobre el futuro y no sobre el pasado.
Lógicamente aún no conocen la respuesta, pero lo que sí se prevee, es que el conocimiento científico está a un paso de extraordinarios descubrimientos que transformarán radicalmente nuestra concepción de la realidad, así como de nuestra forma de vivir.
Estoy muy de acuerdo con tu post excepto en el final, ya que creo nos espera un futuro tan radicalmente distinto, que espero logre mejorar las condiciones de vida de la mayor parte de la Humanidad. Saludos.
La Razón nos lleva al Conocimiento, y el corazón a los valores. Un buen equilibrio de ambos, nos convierte en criaturas bastante aceptables. Pero también yo ando incubando el pesimismo cuando observo que la gente se hipnotiza ante la dramatización del fin del mundo, de las tragedias, y bostezan cuando se ofrecen mensajes de creación y nueva recreación desde el progreso científico y del Pensamiento. Podemos elegir. La Historia está escrita, pero alguien tiene que protagonizarla, si quiere.
Escrito por Luis Amezaga a las 8 de Mayo 2006 a las 10:05 AMJUANITO:Es curioso, estás de acuerdo conmigo en lo que sabemos de la realidad, sin embargo parece ser que discrepamos en la interpretación que hacemos de ello y de lo que esperamos al respecto.Yo también confío en la ciencia, no tanto en la utilización que hagamos de ella.Me gustaría participar de tu optimismo. Saludos.
LUIS: Pues da la impresión de que en el mundo las grandes desigualdades no son sólo materiales, pues en las zonas donde tenemos un inflacción enorme en el ámbito del conocimiento tenemos un gran déficit en el de los valores, o al menos de unos determinados valores.
La elección que planteas entre el hipnotismo y el bostezo no me extraña que te conduzca al pesimismo. Pero ¿no existen otras posibles alternativas, que nos permitan recuperar un razonable optimismo y la confianza en nuestras propias capacidades? Saludos.
El futuro ya no es lo que se esperaba que fuera. Seguimos manteniendo la fe en el progreso, sobre todo científico, pero lo hacemos desde la ausencia de los valores más adecuados. El progreso científico sin valores nos conduce a la deshumanización y el fanatismo. A mí también me da miedo pensar que nuestro futuro esté en manos de gente sin ilustración alguna: Bush, Bin Laden, un ayatollah cualquiera.... Pero si miramos hacia atrás, el panorama no mejora. Así que pese a todo habrá que conservar un cierto optimismo.
Escrito por odyseo a las 9 de Mayo 2006 a las 09:06 AMVivimos en una incertidumbre frente al futuro... El optimismo en el progreso, dices, ha sido reemplazado por el miedo.
El otro día leía que la gente en la Edad Media era más supersticiosa y menos racional, pero tenían más fe en Dios y esperanza que el hombre de hoy. Y al parecer eso las hacía más felices. La ilustración, el péndulo, tampoco ha sido la respuesta a esa superstición...con sus brillantes razones ha despojado al hombre de su trascendencia innata que lo interpela. Es como si le hubiera robado el alma, o el espíritu. Ojalá aprendamos a hacer la síntesis entre ambos mundos, entre la espiritualidad, la razón, el corazón, el cuerpo... donde incluyamos todas las esferas del hombre... y dejemos de sacrificar unas por adorar otras. La respuesta no está en más religión y menos razón y progreso, ni en más razón y menos religión... la respuesta, creo, está más en la integración de todas estas partes del hombre... de reconocer que podemos creer, tener fe, vivir nuestra fe y a la vez ser racionales, pensantes,sentimientales, intuitivos y perceptivos, y confiar en el progreso y en la ciencia. Es decir, de que fe y razón no sigan riñendo por el gran sitial... sino que ambas se reconozcan, respeten y oajlá algún día, espero no tan lejano, se ayuden y trabajen unidas por el bien hombre, y no para acaparar a ese hombre.
Cuanta más información, cuantas más cosas somos capaces de cuestionarnos, ¿más inseguridad sentimos? o bien podríamos intentar poner la razón al servicio del corazón, pero claro facilmente eso que digo se podría rebatir, hasta yo podría hacerlo. Sin embargo yo creo que hemos de ir a la simplificación, a no quedarnos con los brazos cruzados porque nosotros no podemos hacer nada, podemos hacer mucho para construir nuestro futuro y el de los que nos continuen, lo de la ciencia ya está demostrado que puede conseguir cosas impensables ahora solo hay que intentar equilibrarlo con el corazón, a lo mejor si nos preocuparamos de aprender valores para poderlos transmitir.. igual.. también conseguiríamos cosas impensables.
Besitos Rival-ito :)
Escrito por Brisa a las 9 de Mayo 2006 a las 03:08 PMODYSEO: Tener fe en el progreso científico sin el soporte de los valores me parece una contradicción enorme. ¿A qué puede conducir el avance científico sin criterios morales que regulen su quehacer? No hace falta ser un lince para sospecharlo. Más que creer en la ciencia habrá que creer en el hombre.
PILAR: Creo que razón y fe son dos cosas distintas que no deben confundirse. Desde luego igual de humanas las dos. Tomando palabras de Ortega y Gasset pienso que "donde acaba la ciencia no acaba el hombre", tal vez incluso, allí sea donde empieza, pues es donde asoma el misterio, justamente aquello que interpela permanentemente. Cualquier reduccionismo, sea del corte que sea, lo que hace precisamente es aniquilar al hombre.
BRISA: La ciencia ha logrado cosas impensables, de distinta índole, por cierto. Lo suyo no es lograr lo impensable, sino lo deseable, humanamente hablando, claro está. Y eso ya no es una cuestión científica.
Lo demás no es más que degenerar, como le ha pasado al Rival, que se ha convertido en Rivalito
Yo soy de los que piensa que el futuro va para peor. Y es que no dejo de pensar en las novelas de Asimov, aquellas de las Fundaciones. Me parece que estamos en la era de la Primera Fundación.
A ratos me alejo de los demonios de la tristeza y abrazo la esperanza de que el futuro mejorará, aunque sea un poquito.
Saludos, Rival de Odyseo.
Escrito por Aldebarán a las 12 de Mayo 2006 a las 12:02 AMALDEBARÁN: No es mal abrazo el otorgado a la esperanza. Nos tendríamos que preguntar si hay razones para ello. Pese a todo, seguro que sí.
Saludos