24 de Noviembre 2005

Cojeras

Dicen que todos cojeamos de algún pie. Algunos, incluso de los dos. Hay críticos de arte que disfrutan diseccionando los errores estéticos de tal o cual obra, pero que no aprecian la menor contradicción en el hecho de ir vestidos como auténticos pero modernísimos adefesios. Son esos mismos que van a restaurantes de moda a pedir la castiza tortilla de patatas en versión desestructurada por un tal Adriá. Hay escritores que se pasean de programa en programa y de entrevista en entrevista diciendo que ellos no desean recibir ningún premio y que jamás van a las casetas de la Feria del Libro a firmar ejemplares de sus obras. Suelen ser esos mismos que no han recibido ningún premio y han visto sus carreras literarias jibarizadas por las exiguas ediciones de sus libros. Hay políticos que mientras defienden los intereses de sus conciudadanos, son capaces al mismo tiempo de gestionar una buena recalificación de terrenos (curiosamente) de su propiedad sin mostrar el menor atisbo de fatiga por el trabajo. La Iglesia, sin ir más lejos, es capaz de condenar al sida y al hambre a millones de africanos con tal de no dar su brazo a torcer en materia de preservativos. El mismo Bush, cuyos gustos pornográficos son extremadamente sutiles (veanse las fotos de Sadam Hussein en calzoncillos filtradas a los medios de comunicación hace unos meses), es capaz de mostrarse totalmente brutal (en el sentido literal de la palabra) en las demás facetas de su vida. Y es que no hay nada como la coherencia a la hora de ser uno mismo. Mientras algunos se consumen por la envidia al ver las exitosas vidas de sus congéneres de patio de recreo o de comunidad de vecinos, capaces de cojear sin que se les note, a otros se nos resiente el cerebro y la cadera ante tanto desequilibrio a la hora de caminar por la vida.

Escrito por odyseo a las 24 de Noviembre 2005 a las 07:08 PM | TrackBack
Comentarios

Si quieres nos podemos apoyar el uno en el otro, quizás así no evitaremos nuestras propias incongruencias, ni que nos cojee el cerebro o la cadera, pero conseguiremos tener nuestros corazones en compartido equilibrio y el dolor seguramente será más soportable.

Si esa especie a la que se supone pertenecemos, fuera un poco menos hipócrita, seguramente la mayoría encontraría su punto de equilibrio y la sociedad entera se beneficiaría de los resultados.

Un besito amigo lleno de esperanza :)

Escrito por Brisa a las 24 de Noviembre 2005 a las 07:32 PM

Esos casos que comentas, más que contradicciones, son... poca vergüenza.

Escrito por scape95 a las 24 de Noviembre 2005 a las 07:51 PM

BRISA: eso que propones suena perfectamente. Si consiguiéramos eso, no solo unos pocos, sino el conjunto del género humano, no habría religión, partido, sindicato, nación o sentimiento que nos dividiera.

SCAPE: sí, tambien ;-)

Escrito por odyseo a las 25 de Noviembre 2005 a las 08:07 AM

Quizás "consentimos" demasiadas cojeras...la mía? debido a una tendinitis ;-)))
Besos

Escrito por Unda a las 25 de Noviembre 2005 a las 06:05 PM

UNDA: y de qué pie estamos cojeando? ;-))

Escrito por odyseo a las 25 de Noviembre 2005 a las 07:40 PM

La gente más intransigente, muchas veces es la que más defiende la libertad. Hay tanto cinismo que cada vez me da más asco salir a la calle.

Dark kisses

Escrito por lua a las 26 de Noviembre 2005 a las 09:44 PM

LUA: pero si adoptas esa actitud les das la victoria a ellos

Escrito por odyseo a las 27 de Noviembre 2005 a las 11:03 AM
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