El lenguaje es nuestra mejor herramienta, tanto para comunicarnos como para aprehender la realidad a través del pensamiento. Ambas cosas, pensamiento y lenguaje son indisolubles, hasta el punto de confundirse en nuestro cerebro y no saber ejercitar el uno sin poner a funcionar el otro.
En la política, sin embargo, el lenguaje pasa a convertirse "en el encubrimiento de todas las trampas" que decía el recientemente fallecido Haro Tecglen. El político, cuantas menos ideas tiene, más espejismos semánticos utiliza. El artificio lingüístico es el objetivo de más de un acuerdo y de un desacuerdo, la palabra manipulada, vendida y maquillada, mutada en su significado según soplen los vientos, alterada en sus fundamentos según se trate de apoyar o de atacar al otro, se convierte así en la herramienta primordial de trabajo del político. Horas y horas de reuniones para alcanzar finalmente un acuerdo sobre dónde se ha de colocar la coma, o qué término es el adecuado para que nadie se enfade y lo acordado no sirva para cambiar nada. No se trata ya de defender ideas, de discutir sobre argumentos conceptuales, de analizar la realidad para transformarla, sino de encontrar la palabra adecuada que encubra mis reales intereses.
La energía se dirige, pues, a crear espejismos mas que a desvelar verdades, a ocultar realidades, más que a resolver problemas, y a crearlos más que solucionarlos. Podemos pasar días pronunciando estatut o estatuto, para discutir cual es el término que mejor se adapta a las orejas de uno u otro lugar; podemos hablar y discutir del término nación y enfrascarnos en arduas disquisiciones sobre la propiedad jurídica de su uso, mientras en el Carmel siguen con los agujeros y en Melilla con las vallas; podemos hablar de matrimonio y familia y crear todo un escenario grandilocuente de desgracias venideras ante la supuesta adulteración de ambas instituciones, mientras sigue habiendo maridos que matan a sus mujeres, padres que maltratan a sus hijos e hijos que maltratan a sus padres. Y así llevamos años hablando de las palabras guerra, hambre, miseria, globalización, daños colaterales, cambio climático, nacionalismo, fundamentalismo, dios, derechos humanos... y nos las arrojámos con la arrogancia de quien se cree en la razón, aun a sabiendas de que todo son trampas para cazar votos, para atacar al adversario, para distraer la atención del público, para entretenerlo y hasta divertirlo, para ocultar nuestro mensaje sincero, para ganar o para no perder.
Mientras tanto, la verdad está en otra parte.
Resumiendo: mienten. Todos. Y su único esfuerzo es que no se note demasiado.
Escrito por scape95 a las 23 de Octubre 2005 a las 08:50 PMEllos simplemente buscan su interés, y si para ello han de prostituir una palabra y su significado, pues se hace y punto.
Eso si... trabajar para los asuntos que realmente interesan, que lo haga Rita la cantaora.
Poca vergüenza.
Escrito por Ireneu a las 24 de Octubre 2005 a las 12:15 AMLa oratoria ha sido siempre la principal arma de cualquier político o estadista que se precie. No ha habido figura relevante en la historia que no haya hecho uso de ella para apoyar la causa que defendía, ya fuese una idea, un modo de vida, un grupo de poder o una nación. En esto, como tú dices, nada tiene que ver la "verdad" o la realidad objetiva. Es la simple manipulación del vínculo más importante que las masas de ciudadanos de a pie de cualquier sociedad tienen con su entorno: la comunicación.
Escrito por Juan José Torres a las 24 de Octubre 2005 a las 12:51 AMY mientras la pobre comunicación paga el pato, porque nadie se entera de nada.
Escrito por peke a las 24 de Octubre 2005 a las 11:22 AMCreo que la Verdad de la que hablas no interesas en determinados ámbitos.
"¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela".A. Machado
SCAPE: el objetivo no es solo que no se note sino engañar a la ciudadanía.
IRENEU: pero así se pueden poner la medalla de luchar por la patria, luchar por los ciudadanos, luchar por....
JUAN JOSE: es que es eso, una cosa es la oratoria (y qué faltos estamos de buenos oradores), la dialectica (y qué poco se usa) y otra muy distinta la manipulación y la mentira.
PEKE: yo creo que sí nos enteramos, otra cosa es que podamos hacer ver que no somos idiotas y que no les creemos.
MI RIVAL: claro, pero si no se ocupan de la verdad (realidad) ¿de qué se ocupan? ¿para qué los necesitamos?
Escrito por odyseo a las 24 de Octubre 2005 a las 05:55 PMEl lenguaje para los políticos es arma de destrucción pasiva.
Escrito por Luis Amézaga a las 24 de Octubre 2005 a las 08:22 PMAh! El lenguaje..., La Verdad...., !Si hasta recientemente he leido opiniones que incluso cuestionan La Razón!
Veamos..., si logro explicarme; por un lado se dice que la producción de nuestros pensamientos está determinada por nuestro estado físico y por lo tanto no es independiente, ni neutral, ni objetivo al margen de éste.
Por otro, que nuestro cerebro funciona con "macros" generales principales, muchos de ellos formados en la infancia y que sólo aceptamos o aprehendemos ideas que no vayan en contradicción con los mismos, ya que en dicho caso, o no las oiremos, o rechazaremos sin más, o las utilizaremos para sólo reforzar dichos macros que nos hemos dado como "buenos" para explicar nuestro mundo.
Por último, los psicólogos y politólogos sociales, saben muy bien de la utilización de metáforas y adjetivos para describir cualquier situación y con ello "apelar" a dichos macros haciendo así efectiva la mejor de las manipulaciones, que por otra parte vemos hoy se utiliza sistemáticamente.
"Gobierno amigo" "libertad duradera" "florecimiento de la democracia", personaliación del poder y del estado para su degrinación ( la culpa de todo una persona,Zp) etc,etc,etc.
Y vista la situación, creo que ya lo dije otra vez, estamos en la Civilización de la Mentira y más que buscar La Verdad, tarea por lo que se ve harto dificil, creo es más fácil denunciar y poner evidencia la mentira, aunque dependiendo del macro que la escuche, tampoco servirá para nada. Saludos.
Muy acertada la reflexión del autor del post aunque le voy a poner un "pero"; Ya que él ha invocado a el Maestro Eduardo Haro yo igualmente le voy a apelar en los muchos artículos que leí de él.
Decía Haro Tecglen que muchas personas supuestamentes apolíticas o neutrales cuando hablanban de los políticos decían: "que todos van a lo mismo", "todos son iguales" y otras frases similares. Decían que éstos personajes con su supuesta neutralidad o imparcialidad lo que buscaban en realidad era confundir al personal. Y qué razón tenía el Maestro; multitud de veces lo he podido comprobar.
Así pues no todos los políticos son iguales, unos mienten y manipulan más que otras, todos no son iguales, hay unos más buenos que otros, mejor dicho hay unos que hacen santos a los demás. No sé si me explico.
Escrito por Observador a las 24 de Octubre 2005 a las 11:45 PMLa palabra es una navaja demasiado afilada. El problema está en la condición de la mano que la empuña.
Abrazo orgiástico.
Escrito por Ella y su orgía a las 24 de Octubre 2005 a las 11:56 PMLa palabra es el instrumento del arte de comunicarse verbalmente, nos eleva hasta lo más alto y nos envilece hasta lo ínfimo, todos disponemos de ella para nuestros fines, ninguno somos totalmente altruísta en su uso.
Dejemos que cada cual haga de ella lo que desea y seamos capaces de discernir entre el atrezzo y el fondo, no importa el discurso si la entelequia de cada cual supera la prueba.
Escrito por Incrédula a las 25 de Octubre 2005 a las 12:15 AMCreo que fue Maquievelo el inventor de la politica moderna quien dijo, no digas nunca la verdad y si no tienes mas remedio que decirla rodeala de tanta mentira que sea ireconocible..............
Escrito por cedrik a las 25 de Octubre 2005 a las 12:30 AMEs lo que nos diferencia de los animales: "la palabra". Lástima que los humanos siempre tergiversamos el lenguaje a nuestro interés; y no sólo los políticos :D
Quien no lo haga (o no lo haya hecho alguna vez) que tire la primera piedra.
Dark kisses
Escrito por lua a las 25 de Octubre 2005 a las 11:10 AMLUA, ELLA e INCREDULA: el lenguaje es una herramienta de comunicación, pero la forma y la intencionalidad hacen de él un arma letal. Podemos desvelar la verdad o podemos ocultar la mentira, todo depende del arte y la habilidad del emisor, y de la poca o mucha inteligencia del interlocutor.
CEDRIK: al fin y al cabo lo que importaba era el fin en sí mismo.
OBSERVADOR: pero aunque no todos los políticops sean iguales y vayan a lo mismo, quienes diseñan los eslóganes y mensajes mediáticos, quienes diseñan las campañas y los discursos, las intervenciones y mítines, las declaraciones y acuerdos, son quienes deciden el valor de las palabras usadas.
JUANITO: tan solo un matiz: hay un margen de libertad de juicio propio que salta la barrera determinista de las macros y nos permite decidir autónomamente qué valor damos a cada cosa, a cada palabra y a cada mensaje.
LUIS: no tan pasiva...
Escrito por odyseo a las 25 de Octubre 2005 a las 11:44 AMSiempre ha habido charlatanes pero nunca ha tenido la charlatanería medios tan potentes para la manipulación de las mentes en busca del beneficio propio !qué miedo!
Escrito por nos a las 25 de Octubre 2005 a las 09:21 PMNOS: me alegro de verte por acá de nuevo. Tienes razón, los medios multiplican el efecto adormecedor y alienante de los manipuladores... quizás porque comen de su mano.
Escrito por odyseo a las 26 de Octubre 2005 a las 07:46 AMDicen que la política es el arte de lo posible, pero los políticos la han convertido en la bazofia del engaño con las palabras.
Y como hemos convenido que la raza política es la misma en todos lados, resulta que estamos fritos.
ALDEBARAN: pero la palabra también está en nuestras manos....
Escrito por odyseo a las 26 de Octubre 2005 a las 07:46 PMVa a ser que yo de inteligencia voy muy justita :)
Dark kisses
Escrito por lua a las 28 de Octubre 2005 a las 12:44 AMLUA: no creo, más bien el problema es el contrario.
Escrito por odyseo a las 28 de Octubre 2005 a las 10:32 AM