Llamamos turistas a aquellas personas que, procedentes de unos sitios, visitan otros sitios con ánimo de descansar, degustar sus comidas típicas, tomar el sol en sus playas, fotografíar sus monumentos, beber sus licores y divertirse en sus fiestas. Los turistas, a diferencia de los viajeros (como ya he comentado en alguna ocasión aquí), generalmente no se involucran demasiado con la población local, no profundizan apenas nada en su conocimiento de la situación del lugar visitado ni llegan a alcanzar un grado de empatía muy elevado respecto a los lugareños y sus costumbres. Son turistas y no se les debe pedir más, porque entonces dejarían de sentirse cómodos y no volverían a visitarnos.
Hace unos días, todos hemos tenido oportunidad de ver unas imágenes sorprendentes en las que un grupo de turistas europeos tomaba el sol tranquilamente en una playa del sudeste asiático mientras contemplaban con impasividad la tragedia a su alrededor. Todos, y yo el primero, nos hemos rasgado las vestiduras y hemos criticado duramente esa actitud, claramente inhumana e insensible.
Sin embargo, a nada que lo pensemos detenidamente, todos miramos a diario, a través de los periódicos o la televisión, informaciones, noticias e imágenes de otros desastres que ocurren en otras zonas del mundo: refugiados etíopes que se mueren de hambre, jóvenes palestinos que portan el cadaver del último asesinado por el ejército israelí, cuerpos deformes por el estallido de la última bomba en Bagdad, enfermos de Sida que agonizan en camastros en cualquier hospital africano... Todos sabemos que cada día mueren 30.000 niños de hambre y enfermedades sólo en Africa, que 100.000 personas adultas mueren semanalmente por guerras, hambre, sida o malaria, sabemos que eso equivale a un "tsunami" cada semana y nos quedamos tan impasibles. Contemplamos esa realidad mientras comemos o cenamos, mientras desayunamos o vamos en el metro. Algunos, apadrinamos a un niño, pagamos una cuota anual en alguna ONG y tranquilizamos nuestras conciencias: ya tenemos la foto para enseñar a nuestra vuelta a casa. Pero realmente, a eso se le llama turismo y a los que estamos así en el mundo sólo se nos debería tratar como a turistas, con perdón.
Pues si lo miras así desde luego que todos tenemos la culpa de cómo está el mundo, siempre podríamos hacer algo para ayudar a alguien, pero también siempre, es más cómodo quejarnos de todo desde nuestro sofá y seguir permitiendo que todo se fastidie...Ya sin irnos tan lejos la realidad es que cerca de nuestras casas hay gente tirada en la calle que no tiene qué comer ni dónde dormir...pero eso tampoco es asunto nuestro...
Pero en el fondo lo peor de todo es que no valoramos lo que tenemos, no nos damos cuenta de que somos unos privilegiados, y que somos parte de la cuarta parte de la humanidad que vive bien; pero a nosotros no nos vale con eso, nos quejamos por todo, y vivimos infelices sin disfrutar lo que nos ha tocado en suerte...quizás con disfrutar lo que tenemos valdría para hacer algo de "justicia".
Besitos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Curioso que los paises occidentales hayan desplegado una gran cantidad de medios humanos y tecnológicos para el desentierro y la identificación de sólo los occidentales muertos, mientras que los nativos aún están sin enterrar o enterrados en fosas comunes.
!Estos de los seguros son la hostia! Y nosotros también, puesto que seguro alguno se da por muerto para cobrar dicho seguro. Cést la vie!!!
La pena es que estamos tan acostumbrados a las tragedias que a veces nos dejan impasibles.
Cada vez estoy más convencida de que el ser humano tiende a la extinción.
Dark kisses
Escrito por lua a las 11 de Enero 2005 a las 07:09 PMEs mucho más fácil sentir pena por un desastre natural que por las consecuencias de nuestros propios actos. La pena en ese caso sería un terrible inconveniente para nuestra favorecida existencia. La generosidad brota como agua de fuente para poner parches, pero nos desertizamos en cuanto se trata no de dar, si no de dejar de saquear. Una cosa es dar de lo que te sobra y otra dejar de obtener lo que nos gusta.
Y, sin embargo, aunque parezca imposible, aunque traten de convencernos de que es una causa perdida, llegar a conseguir un mundo mejor es absolutamente posible. Muchos besos Odyseo.
Escrito por Zirbêth a las 11 de Enero 2005 a las 07:57 PMQue triste es voltear y mirar que esta realidad nos es ya indiferente, las cosas están tan continuamente sucediendo que hasta podemos acostumbrarnos a verlas como parte cotidiana y esto sería otro horror que se sumaria a los ya existentes.
Escrito por Magda a las 12 de Enero 2005 a las 01:21 AMCARMEN: el gran problema es que nosotros no nos sentimos responsables de ninguna de esas desgracias, que pensmos que, en el fondo, son ellos los responsables de sus miserias.
JUANITO: los países occidentales han corrido por salir en la foto de la ayuda a estos países. Además, como muchos de sus ciudadanos han muerto allí, pues necesitan hacer algo de cara a sus respectivas opiniones públicas.
LUA: sí, estamos demasiado acostumbrados. Gracias por lo de quisquilloso, ja aja.
ZIRBETH: sí, la diferencia que comentas es clave: preferimos dar (limosna) porque además eso nos reconforta moralmente, que dejar de abusar, porque de esto último no nos sentimos responsables: siempre son otros los que abusan.
MAGDA: es otro horror, no utilices el futuro.
Escrito por odyseo a las 12 de Enero 2005 a las 07:45 AMDicen que el mal no consiste sólo en hacerlo, sino también en dejar de hacer el bien.
Totalmente de acuerdo en todo lo que dices, y eso nos lleva a un análisis profundo de nuestros actos, y averiguar en qué, cómo y cuándo estoy contribuyendo a todo esos desastres.
Un abrazo. Muralla.
MURALLA: pero ese análisis no sólo da miedo sino que produce angustia por descubrir la triste verdad.
Escrito por odyseo a las 12 de Enero 2005 a las 11:33 AMOcurre que hay muy pocos viajeros y mucho turista de pacotilla en este mundo. Y lo peor: mucho de lo segundo pero que va de lo primero.
Las tragedias forman parte de nuestra sociedad. El dolor nos hace impasibles, cierto, pero es que tampoco podríamos vivir si todo nos afectara como sería de esperar. No habría corazón que aguantase.
Besos voladores ;-)
Escrito por La Mariposa a las 12 de Enero 2005 a las 04:37 PMMARIPOSA: pero entre los dos extremos (la impasibilidad y la angustia total) hay un término medio justo que consistiría en poner nuestro grano de arena y no contribuir a aumentar la desgracia de estas personas.
Escrito por odyseo a las 12 de Enero 2005 a las 06:22 PM
Bueno, ya sabes que ando muy callada (vaga, la palabra es vaga, qué más...) últimamente.
Pero aquí va un gracias.
Has escrito un post que todo el mundo debería leer.
Así que eso, pues.
Porque ni siquiera hay algo más para agregar.
(Y beso)
LAU: pues muchas gracias!
Escrito por odyseo a las 18 de Enero 2005 a las 10:11 AM