1 de Noviembre 2004

La trastienda del terror

La lucha contra el terrorismo internacional se debería parecer a la lucha contra los incendios: habría que empezar con una buena política preventiva, creando cortafuegos, limpiando de matorral y monte bajo, clareando los bosques, estableciendo leyes contra el comercio de la madera quemada, etc. Lo que nunca hay que hacer es encargar el trabajo de bombero a un pirómano incendiario. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo en la situación actual: Bush, Blair, Sharon (y, hasta hace poco, Aznar), es decir los que iniciaron el fuego, son ahora los encargados de apagarlo.
A ellos se debe la proeza de haber convertido al fundamentalismo islámico (antes minoritario y residual) en un peligro a escala mundial. Hace unos meses, Sami Nair se hacía la siguiente pregunta: “¿Cómo luchar contra la ceguera de quienes nos gobiernan y nos han encerrado en este círculo mortal?”. Los españoles ya hemos dado un primer paso, quitando las cerillas a Aznar. Ahora les toca el turno a los estadounidenses.
Pero, con ser importante, este primer paso no es suficiente. La verdadera guerra contra el terrorismo se libra en los lugares de los que saca sus fuerzas: el sistema financiero internacional, los circuitos oscuros del dinero, las bodegas malolientes de la globalización liberal.
Richard Labéviène ha publicado recientemente un libro, La Trastienda del Terror (Dollars for terror es el título de la versión en inglés de un trabajo anterior) , donde analiza las redes de financiación de Al Qaeda, situando en Suiza el paraíso financiero de estos grupos en Europa. Las conexiones entre Bin Laden, la oligarquía saudí y toda una nebulosa de organizaciones y líderes en Irak (sunies y chiíes), los Hermanos Musulmanes egipcios, los salafistas marroquíes, el wahabismo saudí multiplicado por las miles de mezquitas dispersas por el mundo y subvencionadas por esta corriente islámica, tienen sus bases de financiación depositadas en Luxemburgo, Suiza, Londres y los denominados paraísos fiscales. Sin embargo, ninguno de estos gobernantes parece dispuesto a cortar el chorro del dinero a estos grupos: desde el 11-S apenas se han bloqueado 100 millones de dólares de estas redes terroristas, una propina comparado con el dinero que mueven estas organizaciones al cabo de un año.
Habrá que preguntarse por qué no están interesados los gobiernos en controlar ese dinero, quiénes se están beneficiando de estos flujos financieros de dinero negro, qué intereses directos e indirectos tienen las grandes corporaciones financieras, militares, mediáticas, para ocultar y no investigar estas cuestiones. Y, sobre todo, quién financia las campañas políticas.

Escrito por odyseo a las 1 de Noviembre 2004 a las 07:35 PM | TrackBack
Comentarios

Si todas esas preguntas tuvieran respuestas no habría lugar para hablar de terrorismo :$

Dark kisses

Escrito por lua a las 2 de Noviembre 2004 a las 12:27 AM

El terrirismo... que triste que exista y a veces hasta se fomente. La cosa que siempre me ha extyrañado es ver que en ocasiones hay paises que dicen atacar al terrirismo y ellos son terroristas ¿se comprende esto?

Muchos saludos para ti!!

Escrito por Magda a las 2 de Noviembre 2004 a las 07:28 AM

LUA: las preguntas tienen respuesta, el problema es que quienes tienen que resolver y llevar a cabo las soluciones, no están por la labor.

MAGDA: la hipocresía de algunos gobiernos es bien conocida, por desgracia.

Escrito por odyseo a las 2 de Noviembre 2004 a las 08:07 AM

al estado no le importa tu salud, tu vida, tu familia, tu trabajo... le da igual que vueles por los aires en pedazos, o que te estrelles en tu coche. solo quieren el poder, y el dinero que nosotros producimos.

Escrito por Jorge a las 10 de Diciembre 2004 a las 02:15 AM
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