16 de Febrero 2004

Muerte de un ciclista

Eligió el mismo día que Benvenuto Cellini o James Cooke para marcharse. El héroe, el pirata, el rey de la montaña, el ganador del Giro... el hombre. Marco Pantani, como tantos otros que alcanzaron la fama y la gloria en plena juventud, ha aparecido muerto en la habitación de un hotel. Sólo, rodeado por sus recuerdos y sus ansiolíticos, ahogado en una vida que no era la que imaginaba cuando se esforzaba sobre su bicicleta.
Quizás la mala suerte de caer en los controles, quizás la fama mal digerida, quizás la amargura por la pérdida o una mezcla de todo ello, han terminado con la vida de un hombre al que le gustaba ir por libre y en solitario cuando la vida le sonreía, pero que se ha agotado intentando nadar en el océano de su soledad.
Posiblemente hay miles de personas con tragadias peores que la suya y que siguen luchando día tras día. Personas que ni siquiera han logrado acercarse a las mieles de la fama y el triunfo. Pero precisamente esas personas anónimas han perdido a alguien con el que alguna vez se identificaron a través de la pantalla de sus televisores.
Todos sabemos lo que es el ciclismo hoy en día. El esfuerzo inhumano de los deportistas sobre una bicicleta a veces solo se consigue sobrellevar con ayuda de la química. En eso hemos convertido el deporte, en una prolongación más de la competencia continua en las sociedades modernas. Una competencia que te eleva a la gloria rápidamente, cuando ni siquiera tienes capacidad para asimilarlo, pero que te deja caer con la misma facilidad y te abandona cuando aún tendrías toda la vida por delante. Adios al pirata. Que la tierra le sea leve.

Escrito por odyseo a las 16 de Febrero 2004 a las 04:20 PM
Comentarios

que la tierra le sea lieve

Escrito por giovanni a las 19 de Febrero 2004 a las 05:58 AM
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