9 de Febrero 2005

Competencias

Competimos por todo. Nuestra vida es continua competencia. Hombres y mujeres, niños y ancianos, tenemos un nivel de competitividad estresante y de baja calidad. Porque no competimos por ser mejores, por crecer y madurar, sino por aparentar ser mejores que…
Los hombres compiten entre sí por el tamaño del pene, por su masculinidad, por su fuerza, por su brutalidad llegado el caso, por su supuesta valentía ante pruebas suicidas. En el trabajo compiten por los favores de la guapa colega o secretaria, por el favor del jefe, por la admiración de los compañeros, y si no lo consiguen a través de la profesionalidad, pues a través de la escalada libre y el pisoteo. En la cena o comida de empresa competimos por tener la acompañante más guapa y atractiva, por conducir el coche más caro o por conocer más restaurantes que nadie; con la familia competimos por tener los hijos que sacan mejores notas o la hipoteca más baja del mercado; con los vecinos competimos por ver quien amuebla mejor la casa o tiene el coche más grande del aparcamiento subterráneo; en el coche competimos por llegar antes al semáforo en rojo y arrancar el primero haciendo ruido; en la cama competimos con nuestras propias fantasías…. o no.
Las mujeres compiten entre sí por tener las mayores tetas y las menores arrugas, por su feminidad, por llevar los tacones más altos, por tener el marido con menos barriga y por ser las más traicionadas por sus amigas de toda la pandilla. En el trabajo compiten por los favores del jefe, por ser la mejor vestida de la oficina, por llevar la falda más corta y atraer más miradas de colegas aburridos y becarios inexpertos, por demostrar que son tan buenas profesionales como los hombres del despacho o tan nefastas como el que más. En la comida de empresa compiten por contar el chiste más verde o más bestia, para parecer más liberadas y modernas de lo que realmente son. En familia compiten por tener hijas de su misma edad con novios que las confundan, por tener el marido que le hace los regalos más caros; con las vecinas compiten por colgar en el tendedero la lencería más atrevida y saber comprar más barato que nadie, por el favor del carnicero, el panadero y el pescadero, por las atenciones del portero y por ver la cara de envidia de la del tercero; en el coche compiten por ser las más prudentes y plantear seriamente los mayores atascos de la ciudad a hora punta; en la cama compiten con nuestras propias fantasías, sin más.
Cuando lleguemos a la tumba competiremos por el gusano más hermoso o el mármol más caro.

Escrito por odyseo a las 9 de Febrero 2005 a las 08:59 PM | TrackBack
Comentarios

Claro pana, cada vez los recursos son mas escasos... competiremos si es que quedan gusanos por los cuales competir.

Un saludo desde el tropico...

S.S.S.

Escrito por Newton a las 9 de Febrero 2005 a las 08:38 PM

Y en el fondo puede que todo sea simple y llanamente una pura necesidad de afecto.

Escrito por mariana a las 9 de Febrero 2005 a las 09:47 PM

Eso se llama no saber vivir, y está muy relacionado con lo que ayer comentabas. Sin embargo, quien esté completamente libre de las presiones sociales, de las influencias que nos rodeen, de las opiniones ajenas, bueno, que hable ahora o calle para siempre.

Ensayo y error, me temo. A veces, cuando el batacazo es de los gordos, te quedas vulnerable durante un tiempo, todo te afecta más, como si necesitases que te dijesen que hacer y como hacerlo. Me repatea que sea así, pero a veces ocurre.

Pero no ahora. Ventajas de los años, que vas dejando atrás pedruscos con los que te la has dado ya en varias ocasiones. Total, pudiendo tropezar con piedras nuevas y "mejores"...

Escrito por Zirbêth a las 9 de Febrero 2005 a las 11:09 PM

NEWTON: yo no hablo de competencia por los recursos, sino por otras cosas más inmateriales.

MARIANA: creo que sí, que se trata de no saber pedir afecto y cubrir esa necesidad por una vía normal.

ZIRBETH: no está mal que vayas soltando lastre y dejando pedruscos atrás ;-))

Escrito por odyseo a las 10 de Febrero 2005 a las 07:12 AM

Por algo decidí dejar de ser humano y transformarme en animal.
Competir, si compites contigo para mejorar, esta bien.
Pero el que la competitividad este fomentada desde el mismo seno de la sociedad nunca llegare a comprenderlo. Se supone que es la sociedad, la comunidad la que nos protege y sin embargo esta regida por una norma, no escrita, que es tremendamente agresiva.
Si el mundo esta enfermo, es por algo, y esta es una de esas razones.
¡Unios al club de los animales!

Escrito por misscronic a las 10 de Febrero 2005 a las 07:55 AM

MISSCRONIC: el problema es que entre los animales también existe una feroz competencia.

Escrito por odyseo a las 10 de Febrero 2005 a las 08:53 AM

Las competencias no son malas, nos ayudan a superarnos a ser mejores que tal o cual. El problema como siempre, son los extremos.
Me gustò el texto.

Un abrazo, Odyseo.

Escrito por BLo a las 10 de Febrero 2005 a las 11:09 AM

Tengo la impresión de que a veces confundimos competitivo con competente. Creo que el competitivo se defines frente a otros, mientras que el competente se define por sí, indepente, sin referencias externas, atendiendo a su interioridad. Hay que reconocer que se nos enseña más a lo primero que a lo segundo, y por eso, tal vez, vivimos tan insatisfechos.No obstante conozco rivales muy competitivos y más competentes aún.
Un abrazo "competitivo"

Escrito por Anonymous a las 10 de Febrero 2005 a las 12:10 PM

BLO: una cosa es el afán de superación, sano y necesario, y otra la competitividad extrema y continua.

RIVAL: buena apreciación. La sana competencia en según qué terrenos es lo que hace mejorar y prosperar, pero un exceso de comptencia conduce al stres, a la angustia y a la desmoralización cuando no se consigue el objetivo deseado...

Escrito por odyseo a las 10 de Febrero 2005 a las 12:54 PM

Yo creo (y esto levantará ampollas pero es mi opinión) que las mujeres somos aún más competitivas que los hombres, sobre todo entre nosotras :$

Dark kisses

Escrito por lua a las 10 de Febrero 2005 a las 07:52 PM

Las mujeres, entre nosotras, más que competitivas somos envidiosas.

Escrito por AnA a las 10 de Febrero 2005 a las 10:31 PM

LUA: ahí tienes a Ana
ANA: ahí tienes a Lua
;-))

Escrito por odyseo a las 11 de Febrero 2005 a las 08:43 AM

Yo creo que es uno de los mecanismos de la "selección natural" darwiniana. Y si lo de las mujeres es verdad, a mi parecer aparentemente lo seríais de forma mucho más sutil y disimulada. Saludos.

Escrito por juanito a las 13 de Febrero 2005 a las 08:50 AM

Magnífico post. Magnífico blog. Prometo volver.

Escrito por scape95 a las 14 de Febrero 2005 a las 04:17 PM

SCAPE95: pues gracias y espero verte

Escrito por odyseo a las 15 de Febrero 2005 a las 10:09 AM

Eso de las competencias y competitividad es algo que todos los muchachos deberían saber, por aquello de valorar más su honestidad para conseguir algo en la vida que sus argucias para derribar al contrario y llegar antes que él.

Escrito por lourdes garcia santos a las 8 de Octubre 2005 a las 03:28 AM

Dos años y medio después de este post, puedo asegurarte que continúas teniendo la razón. Lo peor es que aún la gente sigue falsamente creyendo que más es mejor??? Más dinero, más diplomas, exageradamente más tetas, etc, etc, etc, pero se les olvida por completo tener tan sólo un pokito más de dignidad, de vida y de felicidad, y se les pasa la vida en eso, en comparaciones...lamentable!

Excelente post!

Escrito por Kathy a las 21 de Julio 2007 a las 07:47 AM
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